Adrián Rodríguez, el ex jefe de la Unidad Regional V de Rafaela detenido en octubre en una causa que investiga el manejo irregular de horas extras policiales, rompió el silencio. Ya en libertad pero ligado al proceso judicial, adjudicó su situación a que hubo una "mano negra tanto política como policial" para perjudicarlo en su carrera. Elogió al ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro y confesó que el peor momento de su vida fue cuando lo trasladaban en un móvil policial a Santa Fe: "Me mandaron a detener como si fuera un narco".
En una entrevista exclusiva con el diario UNO de Santa Fe, Rodríguez, de 50 años, desgranó la situación que desde hace casi cuatro meses modificó su vida. Fue detenido el 9 de octubre por orden del fiscal Roberto Apullán cuando se encontraba al frente de la jefatura del departamento Castellanos.
A los pocos días fue puesto en libertad por indicación del fiscal regional Carlos Arietti, quien sobre fines de octubre además dispuso interrumpir la audiencia imputativa al comisario y, por último, trasladó la causa a manos de otro fiscal.
La medida finalmente se concretó el 17 de noviembre cuando Rodríguez fue acusado por los delitos de defraudación doblemente calificada y falsedad ideológica de instrumento público por parte del fiscal de Violencia y Corrupción Institucional, Ezequiel Hernández,
Así, el ex jefe policial quedó implicado en una investigación denominada "horas Ospe", con más de una decena de policías acusados. Esa pesquisa detectó una serie de irregularidades en las horas extras de la policía en la Unidad Regional I de Santa Fe, cuando Rodríguez era el jefe, entre el 2015 y 2016.
En ese marco, el nombre del comisario quedó atado a la conmoción política que generó, a comienzos de noviembre, la divulgación de una serie de escuchas que involucran a Pullaro. Se descubrió entonces que, a pedido del fiscal Apullán, el funcionario fue objeto de una intervención telefónica sin motivos a lo largo de 15 días. En una de esas charlas, Pullaro reacciona con inquietud al enterarse de la detención de Rodríguez. En otra llamada previa, conversa con el propio Rodríguez sobre un concurso de ascenso a director general de la policía donde el ministro era presidente del jurado.
En sus primeras manifestaciones públicas, Rodríguez dijo que sigue sin comprender por qué el fiscal Apullán mandó a detenerlo; algo que adjudicó a internas policiales en una entrevista que dio junto a su abogado, Ramiro Díaz Duarte, y que aquí se reproduce.
EM_DASH¿Qué recuerda de su detención?
—Fue un lunes, a las 13, en la Jefatura de la Unidad Regional V. Recuerdo que estaba yendo a almorzar con la tropa. No me dejaron llegar al comedor porque me detuvo Asuntos Internos. No entendí nunca por qué. Hasta el día de hoy no tengo ninguna explicación. Como dijo alguna vez Maradona: "Me cortaron las piernas". Me cortaron la carrera. Fue el peor momento de mi vida.
EM_DASH¿Piensa que hubo alguien detrás de esa situación?
—Sí, pienso que sí. Tanto político como policial. Porque a dos días de haber sido notificado mi ascenso, tras quedar en segundo lugar en el concurso para general, y a dos días de las elecciones, me pareció muy raro.
EM_DASH¿A qué sectores se refiere?
—A sectores internos de la policía. Te cuesta lidiar con esos sectores. Es complicado, pero todo se puede.
EM_DASH¿Y políticos?
—Puede ser, acá hubo una mano negra tanto política como policial. Capaz que a muchos no les guste que yo haya sido suboficial y que haya querido progresar.
EM_DASHTras su detención se difundieron las escuchas entre usted y el Pullaro. ¿Qué evaluación hace?
—Me hubieran escuchado los treinta años de servicio. Que le den a todo el mundo las escuchas antes de dármelas a mí como imputado me pareció un mal manejo. Ahí hay algo escondido. ¿Por qué se lo dieron a toda la prensa y no me las dieron primero cuando iba a declarar? Eso me pareció muy grosero. Violaron la intimidad de una persona.
EM_DASH¿Cómo fue su relación con Pullaro?
—Fue excelente. Yo siempre sostengo que para mí fue, lejos, el mejor ministro de Seguridad que tuvo la provincia. Es un hombre que cuando uno estaba haciendo un procedimiento ha ido al lugar. Y eso es bueno.
EM_DASH¿Usted era un hombre de confianza de Pullaro?
—No. Yo calculo que para todos los jefes era igual. Yo siempre lo trataba como ministro, nunca le dije el nombre de pila. Siempre educadamente. Reitero, me parece que es un muy buen ministro que trabaja para la policía y para brindar seguridad en la provincia. Se saca el traje de ministro y es un policía más.
EM_DASH¿Que sucedió en el concurso de ascenso para ser general?
—En ese concurso estaba el ministro, el jefe de policía, el jefe de la Policía de Investigaciones, miembros de la Corte Suprema de Justicia, de Derechos Humanos y del Ministerio de Educación. ¿Son seis personas que yo tenía que coimear para ascender? Estuve 18 meses al frente de la Unidad Regional I. El primer año, sin subjefe. Llegué después del camión con narcopolicías (el de Arroyo Leyes). Había que cambiar la imagen a la unidad. Y me costó. Yo fui la cara visible y me parece que algo mejoramos.
EM_DASHEn su gestión, ¿hubo control en las horas Ospe?
—Sí. Además se crearon muchas maneras de controlar. Las vamos a presentar cuando amplíe mi declaración para que se vea que no tengo ninguna responsabilidad.
EM_DASH¿Qué evaluación hace del desempeño del fiscal Apullán?
—Yo trabajé con él cuando estuve en la UR I. Lo respeto mucho al doctor y lo considero muy buena persona. Pienso que es muy buen fiscal, no tengo nada contra él. Me dolió que me mande a detener sabiendo que me podía secuestrar los celulares o llamarme y tomarme una testimonial. Me mandó a detener como si fuera un narco.
EM_DASH¿Piensa volver a ocupar un cargo en la fuerza?
—No, para nada. Me dolió mucho la forma en la que fui tratado. Me partió al medio.