"No tenemos nada que ver. Nos agarraron adentro de casa. Llamaron a la policía porque mi amigo se peleó con uno. Los policías preguntaron de quién era la moto. Les contesté que era mía pero que la llave la tenía Sergio". Con esas palabras, Sebastián Oscar R. proclamó su inocencia en la audiencia celebrada ayer en Tribunales, donde se le atribuyó la autoría de la balacera del domingo pasado en la cuadra donde vive el secretario de Newell's Old Boys, Claudio "Tiki" Martínez. El joven, de 19 años, fue imputado del hecho junto con un amigo Sergio Brian S., de 20, quien también negó su participación ante el juez Héctor Núñez Cartelle.
Ambos jóvenes fueron detenidos en pasaje Cusco al 1500, en el barrio La Lata, el domingo a las 8.25, dos horas después de que dos motociclistas dispararan contra el patrullero que custodiaba el edificio donde vive el dirigente rojinegro, en Rodríguez al 1600. La balacera ocurrió a las 6.10 y los agresores realizaron más de 30 disparos que impactaron en el móvil policial, en el edificio donde vive Martínez y en otro contiguo en el que reside el Fiscal Regional de Rosario, Jorge Baclini.
Ayer el fiscal de Flagrancia José Luis Caterina señaló que el policía que estaba en el patrullero identificó a los dos detenidos como los autores de la balacera luego de observar en la comisaría 15ª la moto tipo enduro Honda Tornado blanca en la que se movían los agresores y los camperones que vestían. "Tenían puestas unas camperas de color negro y azul oscuro", detalló el fiscal, antes de aclarar que todavía no se realizó el reconocimiento de los sospechosos en Tribunales.
Los dos muchachos fueron imputados de tentativa de homicidio, abuso de armas, intimidación pública y amenazas agravadas por el uso de armas, aunque al cierre de esta edición no había sido hallada la pistola ametralladora calibre 9 milímetros con la que se cometió el ataque. Y ambos quedaron detenidos luego de que el juez Núñez Cartelle les dictara la prisión preventiva: a Sebastián R., sin plazo por dos hechos previos que le imputaron ayer, y a Sergio S. por 45 días.
Evidencias. Además de lo indicado por el policía L., quien estaba en el patrullero atacado, el fiscal presentó ayer entre las evidencias dos filmaciones registradas por una cámara de seguridad de la cuadra donde se ve al uniformado saliendo del patrullero cuando cesaron los disparos. El policía tocó el portero eléctrico y les pidió a los vecinos que llamaran al 911 porque estaba sin radio y se le había acabado la batería del celular. En otras imágenes se observa a quien iba como acompañante en la moto disparando a mansalva.
El fiscal Caterina sostuvo que la motivación del atentado del domingo fue una "demostración de fuerza y de amedrentamiento a Claudio Martínez". Y recordó que no fue el primer hecho en ese sentido, teniendo en cuenta una amenaza denunciada por el mismo policía L. el 10 de agosto pasado cuando dos personas que se movían en una moto Honda Tornado blanca "le dijeron que si no se iba (es decir, si no dejaba la custodia del edificio) lo iban a matar".
Eso ocurrió después del pasado 4 de agosto cuando la fachada del mismo edificio fue baleada durante la madrugada, horas antes del partido entre Newell's Old Boys y Deportivo Morón.
Los pasos. Según la reconstrucción de los investigadores sobre el hecho del domingo, el tirador primero disparó contra la vereda donde estaba estacionado el patrullero, que fue perforado por dos proyectiles.
Otros balazos atravesaron la mampostería de una casa de persianas metálicas bajas sin ocupantes. Posteriormente el ejecutor abrió fuego hacia la vereda de enfrente haciendo blanco en el edificio donde reside Martínez y en el cual uno de los proyectiles rompió un cristal del primer piso. La misma acción provocó el estallido del vidrio blindado de la puerta de un edificio ubicado a 15 metros, sobre la misma acera, donde vive Baclini.
En la escena del hecho los efectivos de la policía científica recogieron 23 vainas servidas calibre 9 milímetros.
"Uno de los balazos impactó en la pared que estaba detrás del móvil policial. Fueron alcanzadas cuatro o cinco casas y se encontraron restos de proyectiles en persianas y en un espejo interior de una casa", detalló Caterina.
Descargo. Luego de la exposición del fiscal declaró Sebastián R. "Fui a buscar con la moto a Sergio y a las 3.30 (del 4 de septiembre) fuimos a la casa de un amigo que vive en pasaje Cusco. Fuimos a comprar cerveza caminando y nos quedamos adentro", comentó el joven imputado.
—¿Dónde quedó la moto? —le preguntó Caterina al joven durante la audiencia.
—Estaba en la vereda, pero a las 5 la metimos adentro, en un pasillo —respondió Sebastián R.
El muchacho continuó su relato diciendo que "el amigo le pegó a otro y entonces la abuela (al parecer la dueña de la casa) llamó a la policía. Los policías me tiraron al piso y me arrastraron".
Los efectivos les secuestraron los teléfonos celulares a los dos acusados y a Sebastián R. una réplica de un arma de fuego y un cuchillo que el muchacho afirmó que no eran de él sino que "estaban en la casa".
Por su parte, Sergio S. declaró que "a las 12 de la noche" fueron a la casa de pasaje Cusco y se quedaron allí "hasta que llegó la policía". Caterina le preguntó "por qué fue la policía" a la vivienda y él respondió: "No sé". El muchacho también afirmó que la moto estaba adentro de la propiedad.
Contradictorios. Entre los argumentos que exhibió Caterina para fundamentar su pedido de prisión preventiva para los dos jóvenes remarcó las contradicciones de las declaraciones de los imputados. "Sergio S. dijo que llegó a la casa entre la 0 y la 0.30, pero Sebastián R. dijo que lo hizo entre las 3 y las 3.30. Además R. declaró que salió de la casa y S. sostuvo que no", explicó.