Si bien la modalidad no es nueva, su modus operandi no es usual en el submundo del pauperizado y violento mundo delictivo rosarino. El viernes por la tarde dos ciudadanos extranjeros —un peruano y un ecuatoriano— fueron detenidos por la policía acusados de realizar estafas en cajeros automáticos con tarjetas de débito mellizas. Los extranjeros habían llegado a la ciudad el miércoles por la tarde y se hospedaron en un hotel céntrico. A primera hora del jueves comenzaron a realizar extracciones trabajando con un parque de tarjetas clonadas en la ciudad de Buenos Aires y cuando los pesquisas los detuvieron ya habían realizado al menos siete extracciones en dos cajeros de la red Link: uno en Pellegrini y Corrientes y el otro en Alvear al 100, frente a la Afip.
Además de ser una modalidad dentro de deportes como el surf o el skate, el "skimming" es una modalidad de fraude mediante la cual se duplica la información contenida en las bandas magnéticas de tarjetas de crédito o débito. En pocas palabras, es el procedimiento por el cual se genera una tarjeta melliza sin que el cliente lo sepa, al menos hasta que en sus saldos de movimientos de cuentas comience a detectar la sangría que realizan los timadores (ver aparte). Si bien el método no es complejo y los elementos para realizarlo están al alcance de la mano —se pueden adquirir en páginas de Internet— los extranjeros detenidos el viernes no habrían realizado duplicaciones de tarjetas de usuarios rosarinos y se movían con plásticos de clientes de Capital Federal. En ese sentido, trascendió que a la dupla delictiva la Red Link la tenía en la mira por una serie de estafas que rondaría el medio millón de pesos.
Las manos en la masa. El jueves por la mañana, desde la Oficina de Prevención de Fraudes de la Red Link se comunicaron con la división Seguridad Bancaria de la policía rosarina para alertar sobre la presencia en Rosario de una gavilla que se dedicaba a realizar estafas en cajeros automáticos con tarjetas mellizas. "Las distintas entidades bancarias y redes de cajeros automáticos cuentan con sistemas de alerta temprana, con un monitoreo donde se ven las estadísticas de cómo usamos la tarjetas, hábitos de compra y los cajeros que usamos. Cuando ese sistema detecta una operación que no concuerda con la estadística o un cliente realiza una denuncia de que se le debita o acredita una operación que no realizó se empieza a investigar", comentó una fuente allegada a la pesquisa que quedó en manos de la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya.
Así comenzó un trabajo conjunto entre la oficina capitalina de la Red Link (una de las más importante por cantidad de usuarios junto a Banelco), efectivos de Seguridad Bancaria y la Brigada de Investigaciones. Bajo sospecha había al menos siete tarjetas de débito de diferentes clientes porteños. Así, durante jueves y viernes se monitorearon extracciones de entre 1.500 y 2.000 pesos en las sucursales bancarias ubicadas en Corrientes y Pellegrini y en Alvear al 100, un cajero automático ubicado al lado de las oficinas de la Afip. "Desde Link monitoreaban todo y en tiempo real advertían en que cajeros operaban. Así, cerca de las 19.30 del viernes, estos tipos realizaron dos extracciones en Alvear al 100, pero no pudieron ser detenidos. Pero volvieron más tarde para una tercera operación, a las 19.45, y entonces se los detuvo. Eran dos ciudadano extranjeros: un peruano y un ecuatoriano", explicó el vocero policial.
Luis Daniel F.L. tiene 29 años, es nacido en Ecuador y tiene domicilio en la Capital Federal. Su compañero fue identificado como Alfredo Alejo L.C., de 30 años, y residente en Chimbote, ciudad de la costa noroccidental peruana, desde donde ingresó al país hace unos diez días. Al ser requisados por los investigadores, se les incautó una importante suma de dinero en efectivo, tres tarjetas magnéticas, cuatro tarjetas de débito, siete tarjetas de cartón, tres teléfonos celulares y siete chips de distintas empresas de telefonía.
Videos por plata. Los informantes que hablaron con La Capital dijeron que las tarjetas magnéticas secuestradas a los dos extranjeros eran de una red de casas de video juegos y entretenimiento que opera en Chile y que son recargables. Además tenían cartones de crédito de un país vecino. Todas llevaban pegado un trozo de cinta adhesiva con el número de PIN que les correspondía.
"Por lo que nos indican los investigadores de la red, estos muchachos no había llegado a duplicar tarjetas de débito en Rosario sino que operaban con una cantidad de tarjetas clonadas de clientes porteños", advirtió la fuente. Y acotó que, desde que fueron apresados "no emitieron palabra". Ayer al mediodía pasaron por los tribunales rosarinos, donde se los imputó por estafas reiteradas. Se desconoce si los detenidos compraron el parque de tarjetas que utilizaban o forman parte de una red que se encarga de realizar "skimming".