Un joven suboficial de la policía rosarina fue apresado ayer en el marco de la causa que, a partir del crimen de Martín Fantasma Paz, investiga el funcionamiento de al menos tres bandas narcocriminales y la protección policial que las mismas recibían. De esta manera ya son seis los uniformados tras las rejas (ver aparte) y a disposición del juez de Instrucción número 4, Juan Carlos Vienna, quien a pesar de haber sido amenazado de muerte comanda en persona muchos de los operativos que se llevan adelante. En tanto, también fue apresado un muchacho de 19 años que está sindicado como un sicario de la banda de Los Monos, pero el joven recuperó la libertad hora más tarde por una desinteligencia en el Palacio de Tribunales.
El policía detenido fue identificado por las fuentes como Abraham Lescano, de 28 años, quien se desempeñaba como numerario en la Brigada de Investigaciones de la Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional II. El juez había dispuesto su arresto con una orden emitida sobre el mediodía del jueves y ayer a la mañana, cuando el uniformado se presentó a trabajar en Jefatura, los pesquisas de la División Judiciales lo arrestaron y procedieron a retirarle el arma reglamentaria y la placa identificatoria. Tras ello el agente quedó detenido y el lunes deberá ser llevado a Tribunales para declarar frente al magistrado.
Una casa en el medio. Según trascendió, lo que vincula a Lescano con la banda de Los Monos son varias escuchas telefónicas y una operación comercial que aparece, como mínimo, dudosa. Todo empezó con los allanamientos dispuestos por el juez Vienna el pasado 31 de mayo en el barrio Las Flores. Entonces se inspeccionó una casa de Khantuta 1711 que se atribuía a la familia de Ariel Máximo Cantero, el líder de la mencionada banda.
En el lugar se encontraba un muchacho que nada tiene que ver con el mencionado clan. "Es un trabajador que pudo demostrar sus ingresos legales y que dijo que pagaba 1.500 pesos por mes de alquiler a La cele", comentó un vocero en referencia a Celestina Contreras, la esposa del jefe de Los Monos.
Y recordó que el mismo muchacho sostuvo en su declaración ante los policías que antes de que él llegara a vivir a esa casa la misma era ocupada por "un agente de la Brigdada de Investigaciones llamado Abraham", por lo que los pesquisas no demoraron en identificar al acusado. Después comprobaron que el uniformado le habría vendido esa propiedad a los Cantero y estos a su vez la alquilaron. Así, a partir de haberse detectado esa operación comercial, se ordenó judicialmente pinchar el teléfono del agente.
Entonces se supo que Lescano seguía manteniendo un fluido contacto con los Cantero, a quienes les avisaba sobre los procedimientos policiales que se harían en su contra. "Las escuchas son elocuentes y será muy difícil que las justifique", aseguró uno de los investigadores. Y dijo que el policía quedó imputado de asociación ilícita y tráfico de influencias.
"Se han comprobado conversaciones que, en términos claramente policiales, mantuvo con Monchi Cantero", dijo la fuente en relación al prófugo Roberto Ramón Machuca, el hijo de crianza de Ariel Máximo Cantero y La cele.
Sicario libre. En tanto, en una casa de Moreno al 6400 fue apresado ayer a la mañana un joven de 19 años al que los pesquisas le atribuyen ser un "sicario" de Los Monos. Las fuentes policiales lo identificaron como Nahuel Casco, apodado Nahuelito o Tuerto quien tenía pedido de captura del juzgado de Instrucción 6, a cargo de Raquel Cosgaya, desde donde a la tarde y por "una desinteligencia" se ordenó su libertad.
"Se hicieron tres allanamiento en Moreno al 6400. Dos fueron en galpones en los cuales se buscaron autos o bienes de la familia Cantero y el tercero en una casa donde se apresó a este joven sindicado como sicario del clan", relató la fuente. Y manifestó que "al menos dos testigos de identidad reservada han implicado a este muchacho como quien en los últimos días, fundamentalmente después de los allanamientos del 31 de mayo en el barrio Las Flores, amenazó a varios vecinos para que no concurran a declarar".
En ese sentido, anoche se supo que Casco había vuelto a la calle. "El juez Vienna no había dispuesto su detención sino que había un pedido de captura de la jueza Cosgaya por un ataque a tiros contra una propiedad del barrio Las Flores cometido antes de la feria judicial, cuando la magistrada estuvo de turno. Ayer, después de ser apresado, el joven fue trasladado al despacho de la magistrada, se lo identificó y después la secretaria del Tribunal firmó la orden de libertad sin saber que el juez Vienna lo requería en el marco de la causa que lleva adelante", comentó una fuente tribunalicia sin poder salir del asombro y sin dejar de mencionar lo mal que el episodio había caído en el magistrado.