Cuatro agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron detenidos tras una serie de allanamientos realizados por la Policía Federal en el marco de una causa en la que se investiga el presunto robo de un arma de fuego en un operativo judicial.
Según las primeras informaciones, los domicilios requisados fueron cuatro y las personas demoradas son dos oficiales y dos suboficiales que trabajan en el área de Inteligencia de ese organismo.
Los procedimientos que comenzaron ayer a la tarde y concluyeron avanzada la noche fueron solicitados por los fiscales Gisela Paoliceli y Matías Edery.
Los policías están bajo investigación por uno de procedimientos realizados como parte del operativo integral que se hizo el martes 26 de junio en el barrio Fonavi Municipal de Grandoli y Gutiérrez.
En esa oportunidad, funcionarios del Ministerio Público de la Acusación, junto a la policía y a otros organismos estatales realizaron una intervención para terminar con el accionar de una banda que se dedicaba a usurpar viviendas para poner allí puestos de venta de drogas.
En forma conjunta a los allanamientos, también se hizo un censo de regularización dominal de varios departamentos. Es decir para poner en blanco varias construcciones o reformas que se hicieron en forma ilegal. Fue justamente en una de esas entrevistas que se hizo en un inmueble en que se dio la controversia.
Sucedió cuando uno de los operadores civiles que participaba del relevamiento dio cuenta del hallazgo de un arma de fuego que estaba depositada sobre la parte superior de un mueble. En ese momento, según indicaron fuentes del caso, un integrante de la PDI adujo que el artefacto era suyo y que lo había dejado allí por unos momentos porque "le molestaba en cintura" mientras cumplía con otras tareas.
Esa situación al menos extraña quedó asentada en una de las actas que luego fueron revisadas por los fiscales. Los integrantes del Ministerio Público de la Acusación detectaron algunas incongruencias entre los datos asentados en el documento y el arma del policía.
Por ese motivo, los acusadores se presentaron ayer en la sede de la Policía de Investigaciones y solicitaron toda la información sobre los agentes que actuaron en ese lugar. Los efectivos fueron convocados de inmediato por sus superiores y entregaron sus placas, armas y quedaron detenidos. En forma paralela, agentes de la Policía Federal allanaron los respectivos domicilios de los policías implicados.
Mañana se realizará la audiencia imputativa a horario a confirmar, según indicaron desde el MPA.