Un hombre fue condenado ayer a 17 años de cárcel como responsable y coautor del crimen de Carlos Raúl “Tacuara” Ramírez, de 53 años, asesinado en octubre de 2020 en la zona sur. Se trata de Luis Lobos quien admitió en un procedimiento abreviado haber participado del mortal ataque junto con otras tres personas.
El crimen ocurrió el 30 de octubre de 2020 en avenida del Rosario al 3500, donde vivía Ramírez. Hasta allí llegaron los atacantes en un auto. Luego de bajar del vehículo dos se quedaron en la puerta de la casa mientras uno de ellos ingresó a la vivienda y disparó contra la víctima. Luego los tres huyeron del lugar en el mismo auto en el que había llegada, donde los esperaba el cuarto hombre con el claro rol de chofer.
Según trascendió desde Fiscalía el móvil del crimen fue aclarado durante la investigación. Un día antes, el 29 de octubre de ese año, había sido asesinado en el barrio un joven llamado Giuliano Vázquez, quien vendería drogas para los hermanos Lobos. Por su parte éstos estaban convencidos de que un hijo de Tacuara había sido el que disparó contra Vázquez y así quedó configurado el crimen de Ramírez como una venganza contra su hijo.
El fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo presentó una propuesta de acuerdo abreviado a la defensa de Lobos, que la aceptó. El acuerdo fue homologado ayer en una audiencia ante los jueces de primera instancia María Trinidad Chiabrera, Gonzalo López Quintana y Román Lanzón. Así, Lobos fue condenado por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y sumar la portación ilegal de arma de guerra, todo en calidad de coautor.
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La tarde del 30 de octubre, cerca de las 18, tres hombres bajaron de un auto blanco, un Volkswagen, casi en la puerta de la casa de Tacuara Ramírez. La víctima arreglaba una moto en la vereda de su casa, ya que su profesión declarada era la de mecánico. La cuadra estaba plagada de autos estacionados que en apariencia esperaban su turno para los arreglos. La vivienda de Ramírez tenía como particularidad evidente el cuerpo de un gato embalsamado en una de las ventanas que da a la calle.
En un momento determinado el mecánico entró a su casa a buscar un repuesto. Ese movimiento coincidió con la llegada del auto color blanco. El auto fue estacionado a las apuradas y tres personas bajaron de él, allí uno de los atacantes aprovechó que la puerta de la casa de Ramírez estaba abierta e ingresó arma en mano.
De pronto una veintena de detonaciones atronaron la cuadra. Tacuara fue emboscado en la misma habitación en la que estaban su esposa y un amigo de la familia. El sicario fulminó a Ramírez con múltiples disparos en el tórax. La mujer y el amigo no resultaron heridos de gravedad, en un mensaje claro de que la furia del ataque debía recaer sobre Tacuara. Quedaron estupefactos como testigos de la ejecución. Terminada la faena, los tres hombres huyeron de la casa rumbo al auto. Los peritos de Criminalística del Ministerio Público de la Acusación (MPA) recolectaron en la escena 22 vainas servidas calibre 9 milímetros. Algunos vecinos referenciaron haber escuchado disparos en ráfaga.
Varios investigadores consultados recordaban a Tacuara como un hombre cercano a una antigua banda de zona sur. No obstante nadie en el barrio recordó a Tacuara como una persona conflictiva. Los vecinos no hablaron demasiado con la prensa ese día, pero siempre dejaron en claro que su silencio era en respeto a “un gran hombre”. Fuentes consultadas confiaron que Tacuara tenía prontuario abierto con varias anotaciones en el viejo sistema procesal penal, que concluyó el 9 de febrero de 2014. Un familiar directo del hombre asesinado había sido asesinado en la misma cuadra seis años atrás, en medio de un conflicto vecinal.
También se pudo reconstruir que durante agosto y septiembre del 2020 la casa de Ramírez fue blanco de un ataque a balazos, que quedó reflejado en algunos de los autos estacionados en el frente, y que la vivienda había sido allanada por efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Fue en septiembre de ese año y por una causa que nada tenía que ver con Ramírez, sino sobre uno de sus hijos, de 32 años, al que se lo investigaba por una tentativa de homicidio ocurrida el 20 de junio en Medina al 4900.
Ese año 2020 se produjeron en el departamento Rosario 214 homicidios según estadísticas elaboradas por agencias del Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público de la Acusación. Ese número, que marcó un alza del 27% en relación al total de muertes violentas de 2019, colocó a 2020 como el cuarto año más violento de la década detrás del trieño 2013-2015.