Wheelwright.— El 10 de diciembre de 2007 María Eugenia Bruno de Galiano
lloraba desesperadamente ante los medios de comunicación por el crimen de su nietita Lourdes.
Encabezó junto a sus vecinos del pueblo una marcha hacia la comisaría para que encuentren al
culpable de semejante hecho. Y ahora, un año y medio después, la Justicia entendió que la culpable
es ella y la condenó a prisión perpetua según el fallo del juez de Sentencia de Melincué, Fernando
Vidal. En la misma sentencia, el magistrado ordenó 4 años de prisión por encubrimiento para el
yerno de doña María y padrastro de la menor muerta.
El cuerpito de Lourdes María Pallota, de 7 años, fue hallado el 10 de
diciembre de 2007 a pocos metros de la humilde casa en la que vivía con su mamá, Nélida Galiano, y
la pareja de ella, Carlos Obregón. El cadáver estaba dentro de una garita para tubos de gas, en
avanzado estado de putrefacción y envuelta en una bolsa de arpillera. La autopsia determinó que la
asesinaron con un golpe en la cabeza.
En un primer momento los únicos detenidos fueron Nélida y Carlos, aunque
días más tarde la abuela confesó haber sido la autora del escabroso hecho. Lo hizo después de que
una vecina la delatara y de exponerse públicamente en distintos medios exigiendo la libertad de su
hija y el reclamo de que los verdaderos homicidas sean apresados.
Anteayer, el juez Vidal dictaminó la prisión perpetua para doña María y
4 años de prisión por encubrimiento agravado para Obregón, quienes seguirán detenidos en la
alcaidía de Melincué. En tanto, la madre de la nenita fue absuelta y recuperó su libertad ya que no
pudo comprobarse que haya estado en el escenario del crimen al momento de ocurrir el mismo.