Una balacera producida este domingo a la madrugada produjo la muerte de un nene de 13 años y dejó gravemente herido a otro de 8. Según indicaron fuentes provinciales, el menor que sobrevivió al ataque se encuentra estable en el Hospital Provincial.
El menor fue atacado a balazos junto a su primo de 13 años, quien murió a causa de los disparos. El nene herido se encuentra internado en el Hospital Provincial
Foto: La Capital/Sebastián Suárez Meccia.
Dos nenes fueron atacados a balazos mientras jugaban en una casa. Uno murió y el otro se encuentra herido e internado en el Hospital Provincial.
Una balacera producida este domingo a la madrugada produjo la muerte de un nene de 13 años y dejó gravemente herido a otro de 8. Según indicaron fuentes provinciales, el menor que sobrevivió al ataque se encuentra estable en el Hospital Provincial.
Según trascendió, el nene de 8 años herido tras la balacera ocurrida en una casa de Camino de los Quinteros al 2800, en la zona sudoeste de Rosario, ingresó a la madrugada de este domingo al Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Las autoridades del Vilela aseguraron que el nene llegó consciente y estable. Y en horas de la tarde de este domingo fue derivado al Hospital Provincial.
Autoridades de este nosocomio provincial aseguraron a La Capital que el nene "continúa estable". Según reportaron, tiene "dos heridas de arma de fuego": una en la pierna y otra en la región posterior del maxilar inferior. Y señalaron que los equipos de cirugía evaluarán cómo proseguir en relación a la herida maxilofacial
La balacera ocurrió alrededor de la 1.30 de este domingo en una casa de Camino de los Quinteros al 2800, una calle que se abre hacia el oeste a la altura de Ovidio Lagos al 6700, a metros del polideportivo del colegio San José.
Tras el ataque, un chico de 13 años fue asesinado con varios disparos en el torso y su primo de 8 quedó internado. Según se supo, uno o varios atacantes entraron al patio interno de la vivienda familiar y dispararon a una ventana del frente sin persianas a través de la cual se veía a los dos primos que fueron blanco directo de los balazos. Sus familiares dijeron desconocer el motivo del ataque.
De acuerdo con un parte policial sobre el caso, un familiar de los niños fue quien dio cuenta de lo sucedido con un llamado a la central al 911. Al llegar los policías a la escena se encontró con vainas esparcidas en un patio interno y ningún testigo directo sobre la mecánica de la agresión.
En un primer momento, los primos fueron trasladados al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Juan Cruz Osuna, de 13 años, llegó con heridas de arma de fuego en el hombro izquierdo, en el costado derecho de la espalda y en el glúteo y muslo derechos y murió a poco de llegar por la gravedad de las heridas. Thiago O, de 8 años, fue enviado al Vilela para recibir atención especializada.
La investigación quedó en manos de la fiscal de Violencias Altamente Lesivas Marisol Fabbro. De acuerdo con fuentes de la investigación, en medio de la conmoción por el suceso la familia de los chicos no pudo aportar precisiones sobre el motivo del ataque: dijeron desconocer de dónde venía y por qué pasó.
Con respecto a la mecánica del ataque, no está claro si intervino un solo agresor o varias personas ni en qué vehículos llegaron o se fueron. Los padres de las víctimas dijeron que al momento del atentado estaban durmiendo en sus respectivas viviendas mientras Juan Cruz y Thiago jugaban en una habitación que da al frente de la casa baleada. Indicaron que el patio estaba a oscuras y el interior iluminado, de manera que de adentro hacia afuera no se veía pero sí a la inversa.
Se cree, por eso, que la imagen de los dos chicos era visible desde afuera. Estaban junto a una ventana que no está protegida por persianas. No está claro si eran ellos el objeto directo del ataque o si la intención era la de una balacera para amedrentar, pero lo cierto es que los disparos les dieron de lleno y en partes vitales. La policía secuestró en el lugar 7 vainas servidas que serán peritadas.
Los familiares dijeron que se sobresaltaron con las detonaciones pero dijeron que no presenciaron el momento de los disparos porque todos dormían. Un adolescente de 16 años que es hermano de Juan Cruz se encontraba en su habitación, de modo que tampoco advirtió la mecánica.
Los padres de los niños atacados son hermanos y ambos manifestaron que trabajan como changarines, indicaron fuentes de la pesquisa. La fiscal dispuso el secuestro de teléfonos celulares que serán peritados en los próximos días así como la apertura de una caja fuerte en la cual se incautó una suma de 1.580.000 pesos. También ordenó que se verifique la documentación de un vehículo marca Audi usado en el traslado de las víctimas al hospital.
Por Nachi Saieg