La Justicia Federal condenó ayer a cinco integrantes de una organización armada para la venta de drogas en la cual cada uno de sus integrantes tenía un rol definido y que contaba con un reconocido actor del mundo del hampa como figura principal al frente de la misma, según el esquema que el fiscal Federico Reynares Solari estableció en su alegato de clausura ante los jueces Germán Sutter, Ricardo Vázquez y Otmar Paolucci, los primeros días de diciembre y en el marco de un juicio oral y público.
En ese marco, y en forma unánime, ayer los magistrados impusieron 12 años de cárcel para Carlos Manuel Fiordellino por transporte y tenencia de drogas para comercialización, además de la portación de armas de guerra que se unificó en 14 años con una sentencia previa a 5 años de prisión que le había impuesto un tribunal de La Plata. También penó con 9 años y 8 meses de prisión a Marcela Villalba por el delito de transporte de estupefacientes; con 7 años tras las rejas a Claudio Belinatto como coautor de transporte y tenencia de drogas; 6 años a Lucía De Souza como coautora de tenencia para comercialización; y 3 años de prisión condicional a Osvaldo Sosa, dueño de un vehículo en el cual la banda transportaba el estupefaciente.
Además, el tribunal federal decidió incautar los vehículos secuestrados a la banda durante los operativos que la llevaron al banquillo de los acusados. Se trata de un Citroën C4, un Renault Megane, un BMW X5, un utilitario Mercedes Benz Sprinter, un Mercedes Benz CLK350, una camioneta Chevrolet S10, otra Ford F100 y un BMW sedán.
En el juicio oral que ayer llegó a su etapa final se debatieron varios procedimientos policiales relacionados entre sí. El primero ocurrió el 25 de marzo de 2011 cuando agentes de la ex Drogas Peligrosas provincial montaron guardia frente a una vivienda de Mosconi 1940 de Funes con el dato de que allí se vendía droga. En un momento llegó un Renault Megane cuyos dos ocupantes cargaron unos bultos. Cuando el auto reinició la marcha, un patrullero salió a perseguirlo mientras otros efectivos controlaban la casa, donde se hallaron varios trozos compactos de marihuana y un cuaderno con anotaciones sobre venta de drogas en un auto estacionado en el patio.
La persecución terminó con dos detenidos. En el auto, como acompañante, iba Fiordelino, de 45 años e hijo de un comisario de Los Quirquinchos. Se bajó en la ruta 9 frente a una estación de servicios y trató de huir corriendo, pero fue dominado por un policía luego de forcejear. Belinatto, al volante, siguió manejando por Funes hasta que lo apresaron. Al requisar el auto se hallaron 55 envoltorios de marihuana compactada que pesaron en total 58 kilos. El vehículo tenía adherida tierra rojiza y en el baúl había una valija con boletas de un shopping de Paraguay por lo que se presume que las drogas provenían de allí.
Conocido estafador
Belinatto ya había tenido su espacio en los medios en 1996 por estafar a profesionales y empresarios con la venta de autos Alfa Romeo inexistentes a un precio muy por debajo del valor de mercado. En 2002 concretó una cinematográfica huida de la vieja Jefatura de policía de San Lorenzo al 2100, donde ocupaba una celda VIP y de la que se fue en el baúl de un vehículo hasta que reapareció junto a Fiordelino en la frustrada fuga de Funes en 2011.
Ese mismo día cayó presa Marcela Villalba a bordo de un remís Fiat Siena que salió de la misma casa de calle Mosconi y en el que se secuestraron 500 gramos de cocaína y un kilo de marihuana. Su nombre figuraba en un cuaderno secuestrado en esa casa, donde a la vez fue apresada Lucía De Souza. En 2017 Villalba fue condenada a 6 años de prisión como encargada de una cocina de cocaína que regenteaba Leonardo Popea, otro narco vecino de Funes. En esta ocasión la acusaron porel transporte y la tenencia de trece envoltorios de nailon con cocaína en su casa de Ugarte al 700.
Una fuga histórica
Lo cierto es que tres meses después de ese megaoperativo, Fiordelino escapó de la ex alcaidía de Jefatura de Francia al 5200. Un custodio que le abrió dos portones, en cuyo auto se encontró una bolsa con billetes, terminó condenado por garantizar la fuga. Pero el el 12 de julio de 2016 fue recapturado al volante de un BMW que iba como custodia de un utilitario cargado con drogas por la Panamericana. La policía bonaerense lo apresó en una estación de servicios en inmediaciones de Tortuguitas con una pistola Bersa con silenciador y un subfusil para uso exclusivo de las fuerzas de seguridad.
El auto custodiaba un utilitario Mercedes Benz Sprinter que fue derivado a la sede policial de Escobar. En la requisa del vehículo se detectó que transportaba una bolsa con 296 mil pesos y casi un kilo de marihuana oculto en una puerta.
La camioneta era conducida por Santiago Alvarez, quien aún sigue prófugo. Sí llegó a juicio el dueño del vehículo, Osvaldo Sosa, ahora condenado a 3 años de prisión condicional. El operativo derivó en el allanamiento a un galpón de Ingeniero Maschwitz los primeros días de agosto, donde se hallaron drogas y autos de alta gama.
Tal como expresara el fiscal Reynares Solari, lo debatido en el juicio puso de manifiesto "un único universo de tráfico de drogas" con una "coordinación y reparto de tareas" entre los distintos actores, por lo que consideró que los delitos achacados al grupo están agravados por la "intervención organizada de tres o más personas".