A media mañana de este jueves Ariel Matías Cabrera, de 42 años y uno de los identificados entre quienes atacaron a piedrazos y mataron a Ivana Garcilazo el sábado 30 de septiembre luego del clásico, se presentó en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y quedó detenido. En principio el fiscal Gastón Avila lo acusará por el delito de “homicidio agravado, en el marco de la ley de espectáculos deportivos con ocasión de un partido de fútbol y en ocasión del traslado de una las parcialidades desde el estadio”, calificación que prevé penas de entre 10 años y 8 meses y 33 años y 4 meses. Rápidamente Alberto Tortajada, uno de sus abogados junto a Sergio Larrubia, mostró las cartas de una posible estrategia defensiva: habló de la “mala suerte” de Cabrera, de quien dijo que "está acongojado como los otros dos (sospechosos), no nos olvidemos de eso”, explicó que “los tres tiraron piedras” y se preguntó: “¿Cuál fue la piedra que mató a Ivana? No sabemos”. En principio Cabrera será acusado por el fiscal Avila “entre martes y miércoles” como especuló una fuente judicial consultada.
Desde las 19.30 del sábado 30 de septiembre, cuando Ivana cayó muerta sobre el cemento en Ovidio Lagos y Montevideo todos los protagonistas de la historia comenzaron una etapa de agonía. La familia Garcilazo y todo su entorno, porque en un ataque demencial, alejado de cualquier tipo de análisis, había perdido a una de sus integrantes. Para las otras tres familias de las personas que arrojaron piedras contra una caravana de vehículos entre los que había hinchas que regresaban de ver el clásico en el Gigante de Arroyito se abrió la Caja de Pandora.
Lenta pero progresivamente los familiares del profesor de educación física Cabrera, el docente de secundaria Damián Reifenstuel, y la de tercer hombre aún sin identificar con nombre y apellido, entraron en una dimensión de la congoja para la que nadie está preparado. Matar no es fácil. Y sobrellevarlo menos.
Mientras la defensa de Cabrera posicionó la pelota en el área de “la mala fortuna” no hay que dejar de tener presente que quien levanta una baldosa y la arroja contra una persona puede tener como resultado la muerte. Y ante el crimen no hay colores que lo justifiquen. Hay un daño irreparable para la familia de la víctima, que ya no tendrá chance alguna de recuperar a su pariente, y una causa judicial que debe perseguir penalmente a los responsables en el marco de la ley. Ninguno de los dos sospechosos identificados tiene antecedentes penales.
Shokeados
Laura, una de las hermanas de Ivana, contó que estaba conforme con la labor del fiscal Avila en la investigación pero “shokeados, como toda la sociedad, cuando conocimos sus profesiones, cómo se desarrollaban sus vidas, que por sus trabajos tenían vínculos con chicos" sostuvo en alusión a que los dos sospechosos identificados son docentes. "Esto es increíble, nunca pensamos algo así. Lo que menos creíamos era que fueran ese tipo de personas, gente supuestamente educada. Con todo esto quedamos muy mal y ahora más nada queremos justicia, que aparezcan ya”, sostuvo antes de que se supiera que Cabrera se había entregado.
Además indicó que “el caso de Ivana, por suerte, parece que se resolverá muy rápido. Creo que esta semana van a aparecer. La sociedad está ayudando muchísimo. Ayer recibí muchos mensajes, que yo reenvié a fiscal, la gente colabora un montón”, contó. “El caso de Ivana no quedará archivado, van a aparecer los tres, no quedarán prófugos. Estoy segura de que van a aparecer. Sus caras están por todos lados. Tengo mucha familia fuera de Rosario y del país y esas imágenes están por todos lados”, agregó Laura.
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El profesor de química Damián Gerardo Reifenstuel se mantiene prófugo.
Por su parte Marcos Cella, el abogado de los Garcilazo, dijo: “Lo que es claro es que lo que sigue ahora es la detención de los otros dos cobardes que tienen los minutos contados y podemos decir que la la resolución que va a tener esta audiencia es claramente la prisión por el plazo de ley. Y luego en juicio vamos a pedir la prisión perpetua. Nosotros entendemos que hubo un plan criminal y que este hecho aberrante fue cometido con alevosía y premeditación”.
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Respeto de Cabrera el abogado de la familia de la víctima expresó: “Está muy complicado. Aparece (en el video difundido el lunes por el Ministerio Público de la Acusación) arrojando una linga que pertenece a Daniel, el novio de Ivana. Con esa linga le pegó a Daniel. Eso lo coloca en el lugar del hecho y además los testigos y todo lo que hizo para tratar de fugarse”, indicó.
Colaterales
Otro de los daños colaterales del accionar del trío que mató a Ivana lo padeció el club Social Lux, donde Cabrera trabajaba como coordinador de divisiones inferiories. Minutos después de conocerse la identificación de Cabrera como uno de los implicados en el crimen de Garcilazo, el club emitió un comunicado repudiando el asesinato, solidarizándose con la familia y poniéndose a disposición de la Justicia. Franco Scala, su presidente, relató la conmoción que la noticia generó en la institución. Y contó que pudo hablar con una de las hermanas de Ivana y se puso a disposición de la familia de la víctima.
“Las sensaciones que sobrevolaron el club fueron asombro, sorpresa, decepción. Nunca imaginamos que Ariel pudiera estar involucrado en algo así”, confesó Scala.
El presidente indicó que Cabrera fue a la institución hasta el jueves pasado. Dijo que siguió yendo a trabajar después de la muerte de Garcilazo. “El jueves 5 estuvo en el club. El viernes 6 recibimos la noticia del fallecimiento de un jugador de las inferiores, Nicolás (Bonnano), entonces suspendimos las prácticas y con la adhesión de la Asociación Rosarina también se suspendieron todos los partidos de sábado y domingo. Y Cabrera ya no apareció por el club ni lunes ni martes. Por ahí le tocaba hacer algún reemplazo en una escuela y a veces se ausentaba. Sí fue al velorio de Nicolás. Cuando se conoció la noticia y entendimos todo”, recordó Scala. Bonanno tenía 17 años, era arquero de la inferiores de Social Lux y falleció por una neumonía bilateral.
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Ariel Matías Cabrera se presentó con dos abogados en AIC y quedó detenido hasta la audiencia imputativa.
Carta abierta
Mientras le buscaban a Cabrera un lugar de alojamiento donde “se preservara su integridad física” en una ciudad que todavía no logra salir del estado de shock, Damián Gerardo Reifenstuel, el otro docente identificado como sospechoso, de 42 años, se mantiene prófugo. Lo último que se sabe de su vida es por boca de sus vecinos de barrio Villa América de Pérez que afirmaron haberlo visto por la mañana en Pinasco al 2100, donde horas más tarde una turba ingresó a su domicilio y le saqueó todo tipo de objetos de valor. “Le llevaron hasta la grifería del baño”, comentó un vecino. Ningún residente de la zona pudo clarificar si los saqueadores eran vecinos del sospechoso o ajenos a la barriada que llegaron para robar todo lo que fuera de valor.
En otro round de dolor, también en territorio colateral, Vanesa, la ex pareja de Reifenstuel, escribió una carta pública en la que le pidió que se entregara. Y remató la nota pidiendo que “que se sepa la verdad y se haga justicia”. En la carta la mujer explicó que estuvo en pareja con Reifenstuel hasta hace cinco años y que juntos tienen un hijo de ocho años.
“Desearía que nada de esto haya sucedido. Nada se compara con el dolor que están sintiendo todos ustedes por el brutal ataque que terminó con la vida de Ivana. Quiero que sepan que estoy y estaré a disposición de ustedes y de la justicia para aportar toda la información que sea necesaria para que lo antes posible se pueda saber la verdad y encontrar justicia”.
También escribió: “Siento mucha angustia y desolación. Por acá también hay una familia destruida y un niño de 8 años a quien no encuentro la forma de dar respuestas a sus preguntas. Tengo la certeza de estar sintiendo el dolor más grande de mi vida. Y miedo, mucho miedo. He sufrido amenazas al igual que mi pequeño hijo. Les pido a todos un poco de piedad. Lo pido por favor”, expresó Vanesa en su carta abierta.