Este jueves a la mañana se la dio el último adiós al subinspector Leoncio Bermúdez, asesinado el martes pasado por delincuentes irrumpieron en el Hospital Provincial para rescatar a un preso.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Despedida de honor al policía Leoncio Bermúdez. Dolor y reclamo de justicia en medio de un acto emocionante.
Este jueves a la mañana se la dio el último adiós al subinspector Leoncio Bermúdez, asesinado el martes pasado por delincuentes irrumpieron en el Hospital Provincial para rescatar a un preso.
En medio de escenas de profundo dolor y bronca de familiares, amigos y camaradas del efectivo ultimado, la banda de música de la Unidad Regional II y una guardia de honor realizaron las honras fúnebres frente al féretro que fue ubicado sobre el vehículo que lo transportó minutos después hacia el cementerio El Salvador.
Poco antes de que culminara el sepelio en casa velatoria de Matienzo al 3300, las únicas personas del círculo familiar del policía Bermúdez que accedieron a pronunciar unas palabras ante los periodistas fueron las cuñadas del policía. “No hay palabras. Mi hermana (la esposa de Bermúdez) está destrozada, lo mismo su mamá, su abuela, todo el mundo", dijeron visiblemente conmovidas, y añadieron: "Queremos que se haga justicia. Leoncio estaba trabajando, no es que llevaba a su hija todos los días al trabajo. La nena estuvo quince minutos, fue una puta casualidad. Él era bueno".
"Era la persona más dedicada a su trabajo y a su familia. No les dejaba faltar nada a sus hijas. Trabajaba 24 por siete para que no les falte nada a todos los de su entorno. Era muy solidario con todos. Esa es la marca que nos deja. Nos dejó una huellita de lo buena persona que era. Esto nos impactó. Esto lo veíamos como una noticia del día, jamás pensamos que nos íbamos a vivir. Esto va a quedar en nada, pero hoy necesitamos darles fuerzas a mi hermana para criar a sus hijas, la más chiquita todavía no sabe nada. Al papá le sacaron la vida de nada, trabajando", dijeron.
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"Se puso el uniforme y lo usó como correspondía. La cobardía fue que no lo dejaron defenderse. Fueron unos cobardes asesinos. Fueron unas lacras que mataron por matar. Valentina (su hija) está shockeada porque estuvo en ese momento con el papá. Mi sobrina estuvo con el papá, porque mi hermana estaba trabajando. Mi cuñado iba a terminar su turno y la iban a buscar a mi hermana que estaba trabajando. A mi hermana le arrebataron la mitad de su vida. No sé cómo se levantará. Creo que sus hijas serán los pilares donde se apoyará", señalaron.
Leoncio Bermúdez, quien trabajaba en el destacamento del Hospital Provincial, fue asesinado el martes poco antes de las 21.30 cuando tuvo que intervenir ante la irrupción de dos hombres armados que ingresaron al nosocomio para rescatar a Gabriel Guillermo Lencina, un preso de la cárcel de Piñero que estaba a punto de recibir el alta médica tras ser tratado por un cuadro de tuberculosis.
Los delincuentes primero se enfrentaron a tiros y golpes con los agentes del Servicio Penitenciario que custodiaban a Lencina, pero como obtuvieron éxito decidieron retirarse corriendo. Cuando llegaron a la puerta de la guardia se cruzaron con Bermúdez, quien literalmente fue fusilado con un balazo en la cabeza. Los homicidas huyeron en un auto que los esperaba sobre calle 1º de Mayo.