Por Hernán Lascano
Virginia Benedetto
Este enigmático caso es uno más que se acumula entre muchos legajos en el Organismo de Investigaciones de Rosario, cuyo denominador común son incidentes violentos que agrupan a ciudadanos colombianos en Rosario como agresores o víctimas, en brumosas circunstancias. Pero debajo de estos casos que son los más estridentes se analizan a personas de esa nacionalidad implicadas en negocios legales en la ciudad, pero que se mueven en un oscuro vaivén entre sus actividades lícitas y el campo del delito.
De ambos lados
Las actividades inscriptas que aparecen como pantalla son la venta de muebles y los préstamos de dinero en efectivo. Bajo esos rubros varios fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) atisban que se verifican compraventa de armas de fuego, negocios con estupefacientes y asesinatos por encargo. La impresión de los fiscales es que existen reclutadores que facilitan la radicación en Rosario de personas oriundas de Colombia con pasado delictivo. Se sabe porque hay casos repetidos en que éstas dan la misma dirección como primer domicilio (que suele ser Sucre 1265) o se presentan juntas para la realización de trámites (ver aparte).
Los implicados en asuntos ilegales son una fracción minoritaria de una comunidad que en Rosario hace un valioso aporte con su laboriosidad y su calidez. Los colombianos en su enorme mayoría trabajan y estudian. También se afligen por cargar con el estigma del narcotraficante o el sicario. Pero hay referencias de una minoría de personas involucradas en distintos delitos relacionados con violencia explícita o tenencia de armas, que preocupan a las autoridades del Ministerio de Seguridad por sus lazos con factores del delito local.
En los casos recientes de balaceras a domicilios relacionadas con jueces aparecen ciudadanos colombianos en el radar del MPA. Se chequeó también que gente esa nacionalidad con causas delictivas figuran en el listado de visitantes admitidos a miembros de Los Monos en la cárcel, como Gabriel Luis C. quien desde 2017 está detenido por tentativa de homicidio, o Víctor Sleyner A. de 25 años, alias "El Colombianito".
Brian Flores, que es sobrino de Ariel "Viejo" Cantero, está detenido hace dos semanas acusado de haber baleado la casa del juez Ismael Manfrín. El MPA lo tiene captado en una foto tomada el año pasado junto a dos colombianos, un par de primos llamados Daniel Stiven M. y el referido Víctor Sleyner A.
Este último fue detenido en 2014 sobre una moto con un arma de fuego de alto poder y recibió una condena en juicio abreviado. Tuvo también una acusación por robo y resistencia a la autoridad. Su última dirección es en avenida Aborígenes Argentinos al 4300 donde hay una nutrida colonia de residentes colombianos. La primera que dio al radicarse en Rosario fue la consabida Sucre 1265, altura no relevada en el sistema de Catastro, que pasa de 1263 a 1267. Los investigadores le atribuyen controlar un bunker de Avellaneda y Garibaldi en un domicilio que los primeros dicen es de Gabriel C., mencionado más arriba.
Victor Sleyner A., autorizado a visitar en prisión al "Viejo" Cantero, está sindicado como ideólogo del crimen de Nazareno Ciorda, ejecutado de cinco disparos desde una moto en Matienzo y Garay el pasado 24 de diciembre. Sus sicarios fueron, según el archivo del MPA, dos personas. Una de ellas apodada "Milhouse", que es también colombiano.
Muebles en cuotas
El 28 de junio al colombiano Jorge Andrés E. lo balearon en pasaje 2121 y 2126, en barrio Tío Rolo, zona sudoeste de la ciudad. Este muchacho es residente legal y vende muebles en cuotas, lo interceptaron desde una moto y lo hirieron a tiros. El mismo se presentó a declarar ante la fiscal del caso que los tiros no eran para él. Una especie de patrón repetido: tener trabajo, papeles en regla y quedar envuelto en un ataque a tiros por equivocacion.
Al negocio de venta de muebles también se dedicaba Gustavo Adolfo Segura Figueroa, asesinado a balazos en una moto cuando realizaba cobranzas en pasaje 1853 al 6300, muy cerca de Cullen y Seguí, en noviembre de 2014. Un disparó le atravesó la axila izquierda y otro le impactó en la cabeza. El caso nunca se esclareció. Su familia habló de un robo.
La venta de muebles por el sistema de goteo es una modalidad comercial distintiva en que incursionan colombianos. Se basa en la entrega de un artículo contra cobranzas en cuotas que pueden llegar a ser diarias, por bajos importes pero a plazos muy largos, lo que a veces decuplica el valor inicial del bien vendido. Este método, al igual que el préstamo informal de dinero, tiene una característica común: como el comprador no puede ofrecer garantías tiene que tener muy clara la conveniencia de no entrar en mora.
Uno de los que posee una fábrica familiar de muebles que consta en el órgano de investigación provincial es Monsalve R., con domicilio en Fisherton. Tiene alta como monotributista en junio de 2013. Está implicado en casos de robos de motos.
Por homicidio y armados
Hace dos meses dos jóvenes colombianos fueron detenidos en Machado al 5800 en contexto de la investigación del asesinato de los hermanos Jonathan y Ulises Funes. Los dos son residentes legales en Argentina. Se llaman Angi Vanesa R.E., de 23 años, y su esposo, Daniel Stiven F., de 22. En la casa les secuestraron dos armas: una escopeta calibre 12.70 y una pistola 9 milímetros con gran cantidad de municiones. También 300 gramos de cocaína fraccionada. Por la tenencia de armas ilegales están a punto de firmar un abreviado por una condena excarcelable porque en el MPA entienden que eso es posible por ser detenidos primarios, es decir, sin antecedentes.
En los cruces de llamadas del sistema IDos que manejan fiscales y que sincroniza información de inteligencia criminal, aparecen en tramas delictivas ciudadanos colombianos implicados en suministro de armas y manejos de dinero. También se evidencia en el sistema del MPA que en los entornos de bandas como Los Monos, Los Funes o los Ungaro hay enlaces colombianos, que en palabras de los fiscales comparten negocios y asesores legales.
víctima. El jueves en esta casa de Manuel Ugarte al 800 mataron a Joan Steven Grueso, colombiano de 23 años.