Rendir online la última materia para recibirse es poco frecuente, aunque por estos días sea la norma. Y que la mesa de examen la conformen, además del titular de cátedra, un intendente, un decano y un jefe de trabajos prácticos varado a casi 12 mil kilómetros de Rosario lo hace menos frecuente aún. Victoria Cassani (24) se graduó ayer de abogada en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y a los nervios del último examen se sumó que el tribunal lo conformaron Pablo Javkin, el director de la facultad, Hernán Botta, el profesor Claudio Díaz, y Bruno Arpi, jefe de trabajos prácticos varado en la isla de Tasmania debido a pandemia.
Arpi fue a hacer un doctorado y a formar parte de un proyecto de investigación internacional, sin fecha de vuelta por el momento. De la cátedra B de derecho internacional público también forma parte la jefa de trabajos prácticos Gisela Bellitti.
A pesar de la “presión”, Victoria sacó un 9 y fue protagonista de una de las mesas de examen más curiosas en lo que va del aislamiento. “Ya sos una colega”, le dice Díaz a la joven mientras le muestra la nota escrita con fibrón, en número y letras, sobre una hoja. Todo, a través de Google Meet.
El retumbe inicial de sonidos de la transmisión, en una facultad completamente vacía, se fue acomodando en minutos. Antes de empezar, la alumna tuvo que mostrar el lugar donde se encontraba (para constatar que no hubiera nadie más) y su libreta a la cámara.
“La experiencia fue rara, pero los profes me hicieron sentir re cómoda para dar el examen de la mejor forma posible”, cuenta Victoria, unas horas después de recibirse de abogada. Y asegura: “Cuando vi al intendente, las cámaras, el decano, los profesores y ayudantes me puse algo nerviosa. Pero una vez que empecé a hablar, no pensé en quién estaba, sino en decir mi tema bien y contestar las preguntas”.
Victoria iba a rendir, presencial, en una mesa de abril. Pero la pandemia retrasó todo, algo que le permitió enfocarse sólo en estudiar: “Desde que empezó la cuarentena no tuve que ir a trabajar. Aproveché todas las mañanas y tardes para ir preparando la materia”. Admite que ayer se levantó a las 7 (el examen arrancó a las 10.05), “esperando que sea el momento para sacarme el peso de tener que rendir”.
Profesor e intendente
Javkin hace hincapié, después del examen, en cómo los métodos cambian y la adaptación que hay que hacer a los nuevos formatos. Y cuenta: “El examen estuvo muy bien. Ella arrancó con un tema sobre tratados internacionales, Claudio le hizo algunas preguntas sobre el tema, Hernán preguntó sobre derechos subjetivos de pueblos originarios, yo le pregunté sobre Naciones Unidas y órganos especializados, y Bruno le preguntó sobre derecho del mar”.
Derecho del mar suena tan específico que hay que irse hasta Hobart, capital del estado australiano de Tasmania, para consultarle al rosarino Bruno Arpi (34) sobre el tema. A casi 12 mil kilómetros, cuenta que se fue a Dinamarca en 2015 para hacer una maestría en derecho con especialización en el tema. Ayer fue uno de los docentes que tomó el examen, 13 horas adelantado al resto.
Está en la cátedra desde 2010; primero como ayudante alumno, luego como adscripto y, ahora, como jefe de trabajos prácticos. Hoy está en Oceanía, a donde fue a ampliar horizontes académicos.
“Formo parte de un proyecto de investigación financiado por el Consejo de Investigación Australiano sobre los cambios geopolíticos y el sistema del Tratado Antártico”, cuenta sobre el proyecto compuesto por especialistas de cuatro universidades australianas, de China, Noruega y Estados Unidos, entre otros países.
“Como los fondos son administrados por la Universidad de Tasmania, llegué a Hobart en febrero, donde realizo mi doctorado”, suma.
La idea de Bruno era volver para las fiestas de fin de año, pero la pandemia cambió los planes: “No tengo una fecha cierta de regreso. Por ahora es imposible proyectar cómo será la situación de acá a fin de año”.
Los docentes coinciden en que la modalidad online se impone más rápidamente de lo que se esperaba. “Hay muchas cosas que podés hacer. Creo que esto no viene a reemplazar la presencialidad, porque es irremplazable, sino que la complementa”, afirma Díaz.
Por su parte, el decano detalla que esta mesa “fue una de las tantas que hemos establecido para facilitar la culminación de los trayectos académicos de los estudiantes que estaban por recibirse. Se les da la posibilidad de rendir la última materia a quienes adeudan una sola asignatura para terminar la carrera”.
“La comunidad universitaria reconoce el esfuerzo de la facultad para sostener el acompañamiento pedagógico virtual a nuestros miles de estudiantes”, concluye.