Casos como el de Mauro Zárate-Vélez hubo muchos. Del sentimiento del hincha afectado cuando el ídolo del club decide elegir otro destino, seducido por un mejor contrato o una mejor vidriera. Los hay parecidos, como el de Javier Pinola, que fue insultado en el Gigante de Arroyito hace poco. Más atrás, se podría mencionar el del Ogro Fabbiani en Newell's. Dos jugadores que resurgieron en el fútbol rosarino y eligieron las luces de River antes que cumplir con sus compromisos, de palabra o de contrato, en la ciudad. Allá por los 80 a Ricardo Gareca y Oscar Ruggeri se los trató también de traidores por pasar de la Ribera a Núñez, y así otros tantos. Lo distintivo de esta situación es que el propio protagonista sigue echando nafta al fuego y lejos de tratar de calmar los ánimos los exaspera, tenga o no la razón o parte de ella en esta historia. Al punto que hasta su hermano, también famoso en Liniers, lo crucificó. Ex compañeros lo volvieron a apuntar y el que juega con la 19 xeneize respondió también sin importar las consecuencias. Un culebrón.
Para el hincha de Vélez, Zárate es un traidor. Volvió a Liniers como un héroe y él le juró amor eterno hasta que Boca vino decidido a buscarlo. Como será que tanto lo querían, que hasta Gabriel Heinze sufrió aprietes de los hinchas cuando consideraba que debía ir al banco. Pero todo cambió cuando de la noche a la mañana se fue al equipo entonces dirigido por el Mellizo Barros Schelotto.
Eso sí, Zárate no le esquivó al bulto cuando el capricho del fixture de esta Copa Superliga lo hizo volver a Liniers. Pidió jugar y soportó una catarata de insultos, carteles agraviantes y demás. Su desquite, a la vista de todos, fue el exagerado festejo en el grito de gol en la definición por penales, con beso al escudo inclusive, los cuernitos en cada remate de sus ex compañeros y la declaración pos partido para la TV: "Pasó el equipo grande".
La primera respuesta llegó de su propio hermano mayor, el Roly Zárate, ídolo en Vélez, que en sus estados de whatsapp puso dos frases inequívocas respecto al destinatario: "Lo más triste de la traición es que nunca proviene de tus enemigos". Y: "La sangre te hace pariente, la lealtad te hace familia".
Y así siguió durante el día. El ex presidente velezano, Raúl Gámez, lo trató de "boludito" y el histórico Fabián Cubero acotó que "es un chico caprichoso", "vendió humo cuando llegó y faltó a su palabra", "una persona totalmente desagradecida y maleducada" y, para que no queden dudas de su pensamiento: "No le da la cabeza". Durísimo.
Claro que lejos de bancarse la nueva embestida después de lo que generó con su grito desaforado en la Bombonera, Zárate eligió el programa de Andy Kusnetzoff, Perros de la Calle, para que leyeran al aire este whatsapp: "Lo que me hicieron en el Amalfitani no me lo olvido. Después de jugar siempre gratis, de volver a pelear el descenso cuando nadie quería volver y yo llamaba a todos uno por uno para regresar. Aparte de dejar 28 millones de dólares por mis ventas", se descargó.
Pero sus dichos no convencieron a nadie en el mundo Vélez, al punto que cuatro agrupaciones opositoras pidieron que Zárate sea declarado persona no grata y se le prohíba el ingreso a la institución. El presidente fortinero, Sergio Rapisarda, dijo que tratará el tema en comisión.
Entre tanta pálida, el que salió a bancar a Zárate fue Ruggeri, que le pasó lo mismo en el 84: "El pibe se desahogó. Yo gano el partido y los mando a la concha de su madre". Sí. Dio para todo.
La otra polémica que también sigue
A la eterna polémica de Mauro Zárate le siguió otra ayer: la del penal claro de Mas a Laso al final del primer tiempo que Espinoza ignoró. La cuenta oficial del club Paranaense, próximo rival de Boca en la Libertadores, tuiteó: “Te entiendo, Vélez”. Eso se llama abrir el paraguas.
Y luego de todo, entrenó
Después de su día de furia, Mauro Zárate entrenó ayer a la tardecita en el complejo Pedro Pompilio. Claro, no sólo él, sino todo el plantel, ya que mañana mismo (18.45) visitará a Argentinos Juniors en La Paternal, en el partido de ida de la semifinal de la Copa Superliga. Sin tiempo para descansar, Gustavo Alfaro ya planea ese partido, que podría tener la novedad del retorno de Darío Benedetto y tendrá que ver el técnico quién reemplazará al suspendido Carlos Izquierdoz, expulsado el jueves a la noche ante Vélez.
Zárate, que jugó los 90 minutos, y los titulares que derrotaron al equipo de Gabriel Heinze por penales, en realidad sólo estuvieron en el gimnasio del complejo, haciendo tareas regenerativas y seguramente hoy tampoco se moverán demasiado en vistas de la inminencia del cotejo ante el Bicho.
En cambio Benedetto, que no jugó la ida ante Vélez pero sí lo hizo durante 35 minutos en la revancha, sí realizó tareas de cancha y hasta convirtió dos goles, por lo que podría ser una opción desde el arranque en lugar de Carlos Tevez, que jugó 84 minutos y podría tener descanso.
El que aún no está disponible es Wanchope Abila, desgarrado en la ida ante Vélez. Ayer trabajo diferenciado, con algunas pasadas pero es un hecho que no será arriesgado.
En tanto, para reemplazar a Izquierdoz, lo más probable es que Junior Alonso siga en el equipo y que entre Frank Fabra para jugar por izquierda delante de Mas, por lo que Alfaro volvería a proponer un 4-3-3 en lugar del inédito 5-2-3 que paró en la Bombonera. Hoy el entrenador seguramente decidirá a los once, de acuerdo también a la recuperación que vea de su extenuado plantel.