Inés Arrondo tiene la esencia de Leona, porque esa es la marca indeleble que tienen todas las jugadoras de la camada fundacional de un equipo de hockey que escribió la historia más grande que se pueda escribir en el deporte. Pero también tiene un fuerte compromiso con la causa. La causa en este caso es la presidencia de Alberto Fernández, quien asumirá el 10 de diciembre y en la cual Arrondo estará en la Secretaría de Deportes de la Nación. Cuando esto se concrete, también se convertirá en la primera mujer en ocupar ese cargo para el que sonaban nombres estridentes. Sin embargo, la elegida de Alberto era ella. Y terminó siendo. Entregada al servicio de los equipos deportivos que integró, esta vez lo hará desde otro lugar y como parte de un camino en la gestión pública que inició hace unos 10 años en su ciudad natal. A priori este es el compromiso más transcendental.
Quizás el rostro de Inés, quien trabajará bajo el paraguas del Ministerio de Deportes y Turismo que comandaría Matías Lammens, no sea una de las caras más famosas entre las que se recuerden de Las Leonas. Porque si una constante tuvo en su carrera, fue la del perfil bajo. Aunque no por eso menos activo. De hecho, fue la autora de uno de los goles más importantes del seleccionado. En 2002, cuando Las Leonas ganaron su primer Mundial en Australia, ella convirtió el gol argentino que abrió el partido tras un jugadón de Luciana Aymar. Para quienes gustan de los datos de color: Inés también diseñó a la primera Leona que el equipo lució en la camiseta. En el seleccionado albiceleste jugó desde 1997 a 2005, ganó dos medallas olímpicas, el citado título ecuménico y más torneos internacionales. Se fue a jugar a España y volvió a Las Leonas en 2009, un año más tarde, les dijo adiós. Se retiró y volvió a Mar del Plata, donde despuntó algo más del vicio en su club de origen, Universitario.
Así, un repaso fugaz por la carrera deportiva de la ex volante polifuncional, creativa y habilidosa como pocas, sirve como disparador para entender lo que vino después. Cuando dejó de jugar en la selección Inés Arrondo sintió un quiebre. Qué hacer a partir de ahora. Qué hacer en un sentido significativo, amplio de representación. Cómo plasmar algo semejante a eso que había sentido por años, que era representar al país. Y de punta a punta. Fue entonces cuando encontró en la función pública de Mar del Plata un lugar bajo la órbita de la Secretaría de Deportes de La Feliz. Lo primero que hizo fue incursionar en el relevamiento de los clubes de barrio, iniciar gestiones y adelantarse a lo que varios hicieron después, armar un programa con perspectiva de género (anterior al movimiento Ni Una Menos) ante la falta notoria de oportunidades para las mujeres en el deporte. En este sentido el hockey fue apenas la herramienta, la excusa.
Aquellos años de la ex Leona en la gestión conllevaron a su vez un necesario desarrollo territorial (había barrios en los que evidentemente el deporte como herramienta de inclusión no tenía lugar), con esquemas de capacitaciones y desarrollo de estructuras acordes. Con el tiempo, la llegada a esos barrios se duplicó y no sólo fue una oportunidad para las niñas sino también para sus mamás. Palabras más, palabras menos, el tan mentado y necesario desarrollo comunitario, porque ni el hockey ni otra disciplina pueden desembarcar de la misma manera en todos lados. Se insertan en un contexto que debe entenderse.
El PJ es el espacio político con el que Arrondo se identificó siempre. Para ella es ahí donde converge su mirada con la de un sector que cree en la apertura de posibilidades para todos y todas. La función pública fue la chance de hacer desde adentro, de involucrarse. De tener de nuevo un sentido de pertenencia, tan fuerte como el que tenía cuando formaba parte de Las Leonas. Con este nombramiento como secretaria de Deportes, de alguna manera cierra el círculo de haber convivido con todas las estructuras. Porque siendo una nena, a Inés Arrondo nadie le dijo qué tenía que hacer. Fue ella solita la que conoció el deporte en una placita del barrio Caisamar, donde creció. Hizo atletismo, tenis y hockey, jugó a nivel municipal, luego en el club y tiempo después le llegó la posibilidad de representar primero a Mar del Plata y después a Argentina. Luego también compitió para senadora provincial y en el último tiempo acompañó a cada candidato y candidata del Frente de Todos. De hecho, estuvo muy de cerca el cierre de campaña de Axel Kicillof, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en su ciudad.
Lo dicho. El de Inés Arrondo es un nombre que puede no sonar rápidamente cuando se habla de Las Leonas. Porque la mayor parte de los caminos los surcó en silencio y lejos de las fotos. Y así es como ahora, a los 42 años, esta mamá de dos varones y en pareja con Juan e hija de arquitectos, afrontará uno de los compromisos más transcendentales. Es ex atleta, condición que tanto se reclamaba para este sector, conoce como nadie las necesidades de los deportistas (y mucho las de los deportistas del interior), pero además tiene conciencia de clase y compromiso. Inés Arrondo es la elegida de Alberto para la Secretaría de Deportes de la Nación y cierta sorpresa en el Gabinete. También la primera mujer que ocupará este cargo. Nada más y nada menos. El 10 de diciembre iniciará su partido.