Pocas personas se detienen a pensar que muchas veces, con poco, se puede hacer muy feliz a alguien. “Nosotros venimos a dar un granito de arena y nos llevamos una montaña de amor” destacó Sebastián Bosch, ex jugador, entrenador de Gimnasia y Esgrima, dirigente y parte del staff de San Agustín XV, rugby inclusivo, proyecto que hoy cumple su primer año de vida.
La pandemia llegó con ínfulas, pero no pudo torcerle el brazo al proyecto San Agustín XV que sigue más vigente que nunca, ya que tiene un staff que no se achica en las paradas difíciles y muestra cotidianamente su espíritu gladiador.
¿Después de un año en San Agustín cuál es la primera conclusión que sacan?
Creo que muchos padres con sus hijos encontraron un lugar de inclusión. Hoy nos damos cuenta que este tipo de espacios no abundan y que muchas veces hasta son discriminados, conocemos muchos casos. Acá todos son pares. El chico es feliz y eso no tiene precio.
¿Y a título personal?
Soy un agradecido por todos los momentos hermosos que pude disfrutar en este deporte. En la actualidad, sinceramente mi energía está puesta en devolver algo de todo lo que recibí y mi objetivo, al igual que el de todos los que hacemos San Agustín es ver crecer este proyecto, disfrutar mucho el progreso de los chicos y sobretodo compartir su felicidad y la de sus papás.
Hace un año y medio, estaban de reunión en reunión con la gente de Pumpas XV, se fueron a Tucumán para hablar con Cardenales y a Mendoza con los Cuyis, y ellos les decían: “arranquen que sobre la marcha van a ir aprendiendo”. Hoy, cuando recordás ese momento, ¿Qué se te viene a la cabeza?
Que tenían mucha razón..... cuando comenzamos teníamos muchas dudas, desconocimiento y hasta temores...después a medida que empezás a averiguar y a conocer la problemática que atraviesan los padres....que son muchas!!!! te encontrás con otra realidad, hay mucha gente que se acerca....que quiere aportar...que quiere colaborar. Cuando la sociedad ve que estás creando un espacio para alguien que lo necesita y que se trabaja desde el corazón es muy solidaria, colabora y te llueven los ofrecimientos.
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Por la pandemia los chicos tuvieron que cambiar de escenario pero hacen los mismos ejercicios por zoom.
¿La situación sanitaria en cuanto influyó?
El coronavirus/Covid hizo que se modificara la forma de trabajo ya que lo que antes se hacía en el estadio Jorge Newbery ahora se hace a través de una plataforma digital. Si bien teníamos la autorización para trabajar, preferimos preservar la salud de los chicos. Nos tuvimos que reacomodar pero la experiencia salió bien ya que pudimos replicar lo que hacíamos en la cancha a través de la computadora. Hacemos dos turnos, el primero con los chicos más pequeños y el segundo con los más grandes. El entrenamiento en sí mismo no difiere mucho de lo que hacíamos en el Estadio Municipal: primero se hace una entrada en calor, donde en el caso de los más pequeños hacemos un baile; luego se hacen tres estaciones que consisten en hacer el try, un ejercicio de pase y tackle a la bolsa, y finalizamos con el Tercer Tiempo donde cada uno de los chicos se prepara una merienda, abrimos los micrófonos e interactuamos todos.
Este año aumentaban la apuesta. ¿En qué quedó?
Los proyectos que teníamos para este año quedaron postergados para cuando todo esto pase, no caducan. La idea para este año era empezar a ir a distintos eventos de rugby en los distintos clubes de la ciudad, traer los Pumpas XV y ver la posibilidad de hacer un viaje corto en algún lugar cercano a Rosario para que tengan una nueva experiencia.
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Los integrantes del staff de San Agustín XV siguen de cerca a todos los chicos.
Contactos de interés
La redes sociales son buenas aliadas para dar difusión a este magistral proyecto. Por eso, las personas interesadas en contactarse con los referentes de San Agustín XV tienen diferentes canales para hacerlo. Pueden comunicarse por Instagram: @SanAgustinXV; Facebook:San Agustin; Twitter: @SanAgustinXV; YouTube: San Agustín XV - Rugby Inclusivo o llamando al número 3416960549 para una mayor información.
“Es un sueño hecho realidad”
A un año de la primera práctica de San Agustín, la mejor evaluación corre por cuenta de los padres. A ellos se les preguntó ¿Qué significa para ustedes San Agustín? y las respuestas fueron unánimes. Reproducir todas sería repetir conceptos similares. Por eso tomando una de ellas se puede tener una idea cabal de lo que representa este proyecto que hoy, 20 de septiembre, cumple un año de vida.
“Lo primero que pienso es que es un sueño hecho realidad. Desde muy chiquito, cuando él empezaba a ser independiente y escuchaba a otras mamás que decían “llevé a mi hijo a fútbol, a tenis, a natación, a karate, mientras yo buscaba espacios donde él pueda desarrollarse desde los físico, desde lo motor, hacer un deporte y en realidad no encontré un lugar donde él esté (a mi manera de ver como mamá) completamente incluido. Hasta que llegó a nuestras vidas San Agustín”, destacó María Laura, la mamá de Luciano de 10 años.
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"Ponemos un granito de arena y nos devuelven una montaña de amor". Una frase que resume el espíritu de San Agustín XV
“Nos convocaron. Fue un viernes a las cuatro de la tarde en el Estadio Municipal y ahí fuimos. Nos recibieron con los brazos abiertos. Y digo que es un sueño hecho realidad porque hoy vemos cómo se desarrolla como persona en un espacio social, más allá de la escuela, del centro educativo donde va y más allá de su terapia. Ahí puede ver que hay otros niños que pueden tener dificultades también y que esas dificultades pueden superarse con personas que los ayudan, que les dan confianza, que los valoran y potencian sus actitudes. Hay que estar ahí cada viernes para ver lo que se siente. Ver las sonrisas de los chicos, cómo corren, cómo se esfuerzan y cómo se ponen contentos cuando le salen los ejercicios que los entrenadores les proponen. Es un proyecto muy serio pero sobre un espacio de pertenencia”, prosiguió la mamá.
“Y San Agustín es eso: es un grupo de personas maravillosas, un proyecto en el que varios ex rugbiers se juntaron para ayudar a los demás. Salió esto y salió muy bien. Un día estas personas se sacaron las camisetas de los clubes y se pusieron la camiseta del amor y la empatía. San Agustín es como una gran familia, donde todos son parte”, concluyó visiblemente emocionada.