"¿Quién no tendría miedo en una situación así?", se preguntó el secretario de Newell's, Claudio "Tiki" Martínez, quien la semana pasada sufrió una balacera intimidatoria en la puerta de su casa, en Rodríguez al 1600, precisamente donde esta tarde dos desconocidos armados amenazaron al policía apostado en ese lugar.
El dirigente dijo que quería "comprobar la veracidad de la información" y admitió temor por las amenazas, pese a que confía en que la provincia pueda dar pasos positivos en la persecución de los barrabravas.
"Una cosa es que baleen el frente en forma anónima y otra que se enfrenten con la Policía", sostuvo Martínez, quien aseguró que se enteró del episodio de hoy "por amigos que leyeron la noticia en algunos portales periodísticos".
Dijo que habló "con la fiscal, el Ministerio de Seguridad y mañana volveré a hacerlo para constatar la veracidad de esta información", además de subrayar que "la provincia está trabajando con el tema de los barrabravas en general, nos pidieron que tengamos paciencia".
"Antes las cuestiones de barras se dirimían en las tribunas, cuando llegamos los barras tenían tomado el club y hoy se ve distinta la situación", resaltó, y sostuvo que las medidas adoptadas en torno a la violencia en el fútbol no fueron exitosas. "Sin público visitante no se ha modificado nada y la dirigencia del fútbol argentino hoy es rehén de esta situación de violencia", precisó en diálogo con Canal 5.
Consultado sobre si sentía que hay un ensañamiento con su persona, sostuvo: "Soy referente de un grupo, yo enfrenté a Eduardo López durante 14 años, estuve en las noticias y hoy tal vez soy la persona más visible de esta comisión directiva junto a Bermúdez".
Dijo que va "a esperar un buen tiempo" para regresar a sus funciones en el club y respondió sobre si temía por su seguridad y la de su familia: "Por supuesto, ¿quien no tendría miedo en una situación así? He tenido muchísimo apoyo del club y todas las agrupaciones".