Newell’s terminó jugando en Mar del Plata con seis juveniles: Tomás Jacob, Martín Luciano, Marcelo Esponda, Marco Campagnaro, Guillermo Balzi y Nazareno Funez. El DT interino Adrián Coria se las jugó por ellos. Las bajas por lesión también llevaron a esta situación de tenerlos en cuenta. Todos ellos, en mayor o menor medida, estuvieron a la altura de lo que se jugaba. Mostraron compromiso y ganas. Con los de la cantera rojinegra se edificó un nuevo triunfo.
Ninguno de los juveniles que se presentaron en el José María Minella desde el comienzo o durante el partido son considerados titulares, si bien algunos de ellos, a medida que fue transcurriendo el actual torneo, y por el tema de las ausencias, fueron sumando minutos. El doble cinco que se debió armar ayer es una muestra acabada de esa realidad en la que es necesario ir remendando la formación.
Sin Juan Sforza, suspendido por una fecha, ni el lesionado Julián Fernández, jugaron Esponda, en su segundo encuentro en primera, y Campagnaro, que debió cumplir una función desconocida. El balance de ambos al final del encuentro fue satisfactorio. Y si cumplieron se debió a la predisposición y actitud, conteniendo en el medio y asegurando una circulación prolija.
La misma disposición que en otro sector de la cancha tuvieron las marcadores de punta Tomás Jacob y Martín Luciano, con algo mayor de roce que sus compañeros surgidos de las inferiores del club, pero todavía también muy jóvenes. La prioridad de ambos fue defender y en ese aspecto no le dieron la más mínima ventaja a los rivales.
Otro que fue titular, Brian Aguirre, llegaba de una destacada actuación en el triunfo contra Gimnasia y volvió a moverse con atrevimiento, aunque su influencia fue mucho menor y lo reemplazaron.
Balzi ingresó en el segundo tiempo, luego de cumplir las dos fechas de sanción, y jugó con decisión, tratando de progresar con pelota al pie, aunque le faltó resolver mejor. Lo mismo que intentó Funez cuando entró para jugar de nueve, aunque no siempre le haya salido. Nunca bajó los brazos, como tampoco los otros jóvenes. Cada uno aportó para la victoria.