El fútbol tiene una dinámica y una coyuntura específica que convierte a cada momento en único e irrepetible. Siempre las comparaciones son odiosas si se realizan exclusivamente a partir de las estadísticas y los números duros. Y además un juego que siempre depende de la inteligencia de los jugadores jamás se puede circunscribir a las matemáticas. Hecha esta aclaración de principios en el arranque vale la pena analizar cómo es la productividad del ciclo de Diego Osella, que a pesar de los defectos que aún el equipo debe pulir en cuanto al juego, está claro que la curva de efectividad se puede catalogar como satisfactoria, siempre sin tirar manteca al techo. Este proceso supera la eficacia de los últimos entrenadores que pasaron por en el club del Parque. En los 19 partidos que lleva dirigidos el actual DT rojinegro atesoró el 47 por ciento de los puntos (ver infografía).
El fútbol es un juego imposible de mensurar con números en cuanto a lo que son las virtudes tácticas o el funcionamiento individual y colectivo de los jugadores, pero la realidad indica que son las matemáticas y la eficacia en la cosecha de puntos después de jugarse cada fecha lo que avala la continuidad de los proyectos. Y es aquí donde Diego Osella, que se hizo cargo de un equipo que arrastraba urgencias de los últimos años y venía golpeado anímica y futbolísticamente, al menos logró enderezar el rumbo y encontrar una línea de flotación que está claro se debe potenciar.
Lo concreto es que Diego Osella paulatinamente a lo largo de su gestión fue enderezando la debacle. El DT ya dirigió 19 partidos a Newell's (un torneo completo de los recientes Apertura o Clausura) y sacó 27 puntos, uno menos de los que pretendía el actual presidente Eduardo Bermúdez cuando en la época que se disputaban esos campeonatos hablaba de conseguir "un colchón de 28 puntos por torneo".
Hay que decir que desde los números lo que está haciendo Osella supera a sus antecesores Gustavo Raggio, Américo Rubén Gallego y Lucas Bernardi, todos técnicos que dirigieron una cantidad considerable de partidos, ya que además hubo procesos más cortos como los interinatos de Ricardo Lunari, Carlos Picerni y Juan Pablo Vojvoda.
Antes de todos estos entrenadores estuvo el ciclo de Alfredo Berti, quien sacó el 47,74 por ciento de los puntos, en lo que fue el primer sucesor de la brillante gestión de Gerardo Martino, cuyo punto culminante fue el título de 2013.
En consecuencia hay que valorar el trabajo de Osella desde la eficacia con los puntos, ya que cuando un equipo entra en una curva descendente a lo largo de los años las consecuencias pueden ser irreparables en lo deportivo. Es más, en este inicio del torneo, Newell's (11 puntos) marcha como escolta del líder Estudiantes (13 unidades). También hay que decir que Newell's tiene muchísimo para mejorar en cuanto al juego y esto es un hecho que hasta los propios protagonistas lo reconocen, sean jugadores o integrantes del cuerpo técnico.
Está bien y es aceptable que haya críticas y se le exija a Newell's que tenga una regularidad mayor en cuanto al juego que no siempre logra plasmar en los partidos, pero esto no debe tapar que los números son positivos y que deben apuntar las mejorías que faltan para que desde el funcionamiento la Lepra también se ponga el traje de equipo protagonista.