Newell's no tuvo un buen paso por Córdoba a una semana exacta de lo que será su debut en torneos oficiales en el segundo semestre. Porque la Lepra, en la soleada mañana de ayer en barrio Alberdi, jugó un flojo partido amistoso en la casa del pirata, mostró escaso juego asociado y entregó notorias deficiencias en el retroceso. Esta escuálida puesta en escena terminó condenando al equipo de Omar De Felippe a la derrota 2 a 1 frente a Belgrano, que sin brillar fue más pragmático y se terminó imponiendo con justicia. No es para dramatizar, pero el DT rojinegro tiene apenas siete días por delante para reacomodar las fichas, acoplar los refuerzos recién llegados y entregar una versión más competitiva que la que mostró ayer en la capital mediterránea.
Siempre los partidos sirven para sacar conclusiones y más los amistosos de pretemporada, en los que los entrenadores analizan el material con que cuentan de cara a la exigencia real. Y lo de Newell's ayer fue muy chato en líneas generales. No tanto porque Belgrano lo haya pasado por arriba, porque eso no ocurrió, pero sí porque a los rojinegros les costó hacer pie en el fondo, en el medio perdieron más divididas de las que ganaron y arriba tuvieron más arrestos individuales que llegadas mediante coordinaciones colectivas. Esto atentó contra las aspiraciones leprosas, más allá de que el celeste terminó torciendo la balanza producto del orden y la mayor ambición ofensiva.
La sensación es que la defensa está en plena etapa de ensamblado y por eso ayer entregó grietas entre los zagueros Fontanini y Varela, las que pusieron en aprietos al arquero Ibáñez. Encima Leandro Grimi sufrió una molestia muscular en el primer tiempo y debió ser reemplazado. La última línea hoy es un modelo para armar.
En el mediocampo, el doble cinco Hernán Bernardello y Braian Rivero alternó buenas y malas, careciendo de regularidad para dominar el círculo central y allí los volantes piratas fueron más aplicados. El Kiwi Rivero salvó la ropa con una buena aparición en el área rival para definir con un latigazo bajo que decretó el transitorio 1 a 1 en la etapa inicial. Por las bandas, a Joel Amoroso y Héctor Fértoli les costó horrores desbordar y entregaron soluciones a cuentagotas.
El mediapunta suelto fue Víctor Figueroa, que tuvo movilidad, fue prolijo y hasta sacó un disparo desde afuera que sacudió el caño derecho de Rigamonti. Fue de los más claros de Newell's en la etapa inicial, pero en el inicio del complemento recibió un golpe en la cara, que le valió cinco puntos de sutura en el labio y la salida de la cancha.
Y como único delantero estuvo Lisandro Cabrera, un juvenil de buen porte, atrevido, que se muestra como opción de pase, pero que todavía está tierno para el roce y debe aprender a lidiar con zagueros que le buscan los tobillos cada vez que recibe la pelota. Es una opción de recambio interesante, pero debe ir madurando para hacer pesar su técnica en la fricción de la primera división.
Así Newell's ayer se miró al espejo y el reflejo del cristal futbolístico fue el de un equipo que debe mejorar en todas las líneas. Que todavía no tiene una base que pueda ser catalogada como titular. Y que los refuerzos que aún se están sumando deberán acoplarse al grupo lo antes posible para que De Felippe tenga las herramientas adecuadas para potenciar un funcionamiento colectivo que aún está por debajo del rótulo de "confiable".
No fue la derrota la nota más preocupante de la mañana de ayer en Córdoba. Porque incluso fue escueta y hasta pudo haber sido empate, ya que Newell's dilapidó un par de chances claras para anotar. La deuda estuvo en la falta de sincronización que evidenció en líneas generales para imponer las condiciones de juego, en la fragilidad defensiva y en el escaso peso de los jugadores con vocación ofensiva para desequilibrar en el área de enfrente.
Todos temas que deberá analizar y corregir el DT en la cuenta regresiva del debut oficial en el semestre, que será el domingo que viene ante Defensores Unidos de Zárate, por Copa Argentina. Ante la solicitud periodística, ayer De Felippe omitió hacer declaraciones tras el partido mientras caminaba rumbo al micro que devolvió a Newell's a Rosario. Seguro que ya estaba focalizado en las medidas que tomará para levantar el nivel de juego de su equipo y esperando las flamantes incorporaciones con los brazos abiertos. La vigilia leprosa para jugar por los puntos ya comenzó.