El pasado y los colores tejen en el fútbol vínculos que se eternizan. Y Newell’s ha logrado construir un imán de atracción para aquellos que escuchan la dirección de su sentir, para quienes practican ese sentido de pertenencia con acciones concretas.
En la mañana de la jornada de ayer, el que se apareció por Bella Vista fue Maxi Rodríguez, otro auténtico símbolo de la gloria rojinegra, que se acercó para saludar al Gringo Heinze y a sus excompañeros.
La visita se dio en el turno matutino, en el medio de los exigentes trabajos de pretemporada que está liderando Heinze, ahora como cabeza del nuevo cuerpo técnico.
A pesar del calor insoportable que está ofreciendo el mes de enero en la región, y de la intensidad que suele meterle el Gringo a esta etapa de preparación, la llegada de la Fiera logró parar todo. Al menos por unos minutos.
Maxi saludó muy afectuosamente al Gringo y le deseó lo mejor en este nuevo desafío que se animó a afrontar al comando del plantel leproso. Hubo abrazos, risas, bromas, y se dispararon inevitablemente muchos recuerdos. Todo con los colores rojo y negro como canalizadores y propagadores de tanto afecto y tanta alegría.
Luego se acercaron los empleados del club y también Pablo Pérez, quien se está poniendo a punto físicamente para tratar de estar disponible cuando se inicie el torneo local.
Ahí, en medio de los campos de entrenamiento del predio leproso, estos tres campeones del inolvidable ciclo del Tata Martino en 2013, se prestaron a fotos que luego fueron multiplicadas con la complicidad de las redes sociales del club.
Así, La Fiera pasó a saludar, como también lo hicieron antes Nacho Scocco y Pomelo Mateo. De esa manera, estos productos de la cantera rojinegra le otorgaron al Gringo emotivos gestos de apoyo y acompañamiento. Ese halo y esas raíces envuelven y destacan algunos de los rasgos más distintivos de esta nueva etapa.