En la nueva concepción formativa rojinegra, que comenzó con la asunción de Martín Mackey como director general hace un año, la reserva dejó de depender del director técnico de la primera, dejó de ser ese espacio en el que se descargaban a los que no tenían lugar en el equipo superior. Y esto es lo que se priorizó con la designación de Bidoglio en el lugar que quedó vacante por la partida de Juan Pablo Vojvoda a Defensa y Justicia. Es que él justamente estaba ocupando el puesto de coordinador de las inferiores y conoce bien a los pibes con los que Newell's debe contar para el recambio a corto, mediano y largo plazo, porque "el gran objetivo es formar a los jugadores para que lleguen a primera, a la elite nacional e internacional", dijo el DT de 49 años que desde 2010 a 2015 estuvo en la divisiones juveniles y regresó tras un breve paso por Colón.
Junto a la cancha principal de las inferiores, en el predio de Bella Vista, Bidoglio charló con Ovación y luego pisó el muy bien cuidado campo de juego para la producción fotográfica junto al escudo rojinegro, el que también defendió como futbolista en las categorías menores hasta la reserva, allá por 1987, hace apenas 30 años.
A la mañana se había reunido con el Chocho Llop y su ayudante Jorge Gabrich, con el que "estuve hablando, comentándole y poniéndome a disposición de ellos, pensando en lo mejor para Newell's".
"El trato con ellos es espectacular, ya demostraron que miran mucho a las divisiones juveniles, nos piden todas las semanas jugadores o equipos para hacer fútbol", comentó con la tranquilidad de llegar a "este hermoso desafío que me toca afrontar, con el respaldo de la estructura de todas nuestras inferiores".
Vojvoda dejó una vara alta al frente de la reserva, con la que salió campeón en 2016 y tercero en el torneo pasado. "Obviamente que a todos nos gusta salir campeón, lo que pretendemos es que eso sea como consecuencia de trabajo, con una línea de juego y promocionando jugadores a la primera división, de lo contrario no sirve", sentenció.
"Hoy los directivos apuntalan mucho a este proyecto. El club necesita vender jugadores para equilibrar la economía y debemos abocarnos a eso a corto plazo. Y por mi visión desde el punto de vista que vengo coordinando puedo decir que los que llegaron a primera son muy buenos jugadores, hay que tenerles confianza y tenemos también reemplazantes para cuando ellos sean transferidos", anticipó sin rodeos.
Claro que prefirió "no dar nombres para no molestar a ninguno de los chicos que no mencione", aunque no tuvo inconvenientes para referirse al más claro ejemplo de la actualidad leprosa: la aparición de Enzo Cabrera.
"Llop nos pidió un equipo para hacer fútbol con la primera y ahí jugó Cabrera. El pibe la rompió. Como lo hizo siempre en su categoría (la 5ª de AFA), y enseguida nos preguntó por él. Lo sorprendió. Y por eso lo sumó al plantel. Un orgullo que se la jugó en este momento por un jugador de juveniles. Obvio que le faltan partidos, rodaje y pasar la etapa de consolidación, pero ya venía demostrando que estaba para cosas superiores", contó el ex jugador que realizó una gran carrera en Venezuela, al punto de jugar en la selección vinotinto, de la que hasta fue capitán.
En su reserva también aparecerán constantemente jugadores juveniles con gran proyección y no serán siempre los mismos porque "pretendemos tener una buena rotación, no un equipo fijo, queremos darles posibilidades a todos para que se muestren y sean tenidos en cuenta. Hoy la reserva se nutre de los chicos de la 4ª, 5ª y 6ª, también de la primera local de la Rosarina (entrenan junto a los de cuarta). Y con el ejemplo de Cabrera todos los chicos sienten que tienen posibilidades".
¿Y los que fueron superados por un jugador más chico? "También saben que pueden tener su chance en cualquier momento. Se ven cerca, que tienen posibilidades y eso es una motivación extra. Después depende de los momentos, de los gustos de cada técnico, de las necesidades del primer equipo. Ellos saben que deben estar preparados en lo funcional, técnico, táctico, nutricional y psicológico, como los preparamos. Obviamente, también se necesita que la gente tenga paciencia. Vamos por buen camino", aseguró.
También cada técnico que llega al paso previo a dirigir en primera división, a esa reserva que puede proyectarlos como pasó con Vojvoda y su partida, o que en un lapso pueda abrirle la entrada a la elite, tiene en su mente el mañana, y Bidoglio no dejó dudas al plantear que "sinceramente ni lo pienso. No tengo que apartarme de este objetivo. Debo mirar para abajo y no para arriba. Mi cabeza está planificando el partido del martes con Vélez. En ver cómo responden en cada categoría que los chicos jueguen el viernes (frente a Olimpo, en Bahía Blanca) para después citarlos y armar el equipo".
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