Rosario Central está en la búsqueda de otro delantero. La llegada de Sebastián Ribas no alcanza. Y hay un porqué en la lectura que hace Diego Cocca. Son los apenas 16 goles convertidos en la última Superliga, sobre 26 partidos. Es el hecho que, encima, los tres principales artilleros de la temporada pasada tampoco estarán en cancha. Por eso el entrenador quiere a Lucas Gamba y el club de Arroyito no baja los brazos para conseguirlo. El gran problema es el dinero. Hubo un acercamiento, pero todavía están lejos y, además, hay otros interesados con más billetera.
Contando toda la temporada pasada, es decir, Superliga, Copa Argentina, Copa Libertadores y Supercopa Argentina, Central mejoró un poco esa pobre proporción del campeonato local. Marcó 37 goles en 41 partidos, pero siempre a menos de uno por encuentro. Además de ellos, los máximos goleadores fueron Fernando Zampedri (9) y Germán Herrera (7). Uno no podrá jugar por un tiempo prolongado por la lesión y operación de tobillo. El otro ya colgó los botines. Mientras que Washington Camacho (3) ya no viste más la camiseta auriazul. El que también convirtió 3 fue Claudio Riaño, con menos encuentros porque llegó en enero a Arroyito: los dos a Sol de Mayo de Viedma y el último en Copa Libertadores ante Libertad, que a Central le dio el único triunfo de local del semestre.
Por eso la necesidad imperiosa de Cocca de reforzar ese sector de la cancha, en una temporada clave donde la lucha va a estar en la tabla del promedio. Por ahora tiene a Riaño y Ribas como 9 bien definido, y encima el ex Patronato viene arrastrando una molestia en el gemelo derecho y se perdió el amistoso del miércoles último ante Fénix. Difícilmente llegue al último, mañana ante el recién ascendido Arsenal. Y por afuera, o más suelto, el único disponible es Maximiliano Lovera, que en conferencia de prensa expresó que se siente en realidad como un enganche. En ese sentido, Gamba reúne todas las condiciones que necesita el entrenador, pero hacen falta más charlas.
En un principio, Huracán se puso firme en que sólo se desprenderá del jugador si llega una oferta por el ciento por ciento del pase, que cotizó en 3 millones de dólares. Esa es la cláusula de rescisión del delantero, de 32 años. Pero en las últimas horas habría una chance de negociar por la mitad de la ficha, es decir 1,5 millón de dólares. Central podría acercarse al millón y por eso hay una diferencia de medio millón que sigue pareciendo importante para las pretensiones de uno y las posibilidades de otro. Además, la dirigencia del Globo maneja la oferta de un club de Azerbaiyán, el Qarabag, que sí estaría dispuesto a desembolsar lo pedido en Parque Patricios, pero debe superar la instancia de la segunda ronda de clasificación de la Champions League.
En Central temen que ocurra lo mismo que con Cristian Chávez, por quien hubo muchas conversaciones y al final se fue a Independiente. Además sigue siendo una operación difícil y por eso la dirigencia negocia por otros nombres.
En tanto, Cocca también busca un volante creativo, ya que hoy Néstor Ortigoza viene de atrás. Y prácticamente ya no hay chances de contar con el jugador argentino de Deportivo La Coruña Federico Cartabia. Pese a que el club de la segunda división está dispuesto a cederlo, tampoco a cualquier costo.
Por ahora, Cocca prácticamente jugó siempre con Lovera y Riaño arriba. Ribas entró en el segundo tiempo ante Unión del sábado pasado pero su molestia física lo condicionó. Y otras opciones no tiene a mano, más allá de que Central firmó recientemente el primer contrato de Jerónimo Rodríguez, delantero que juega más bien por afuera, lo mismo que Franco Sarco. Eso sí, los dos hoy titulares convirtieron en la pretemporada, un dato positivo para el técnico. Lovera marcó en los 1-0 a Fénix y Argentino, último y primer amistoso. Y Riaño hizo el primero en el 2-1 a Sportivo Las Parejas. El DT quiere igual estar más pertrechado.