Claudio "Chiqui" Tapia hizo ayer declaraciones que pueden ser interpretadas como tendientes a construir puentes. No es porque la situación en el fútbol argentino haya mejorado ni mucho menos, pero aquel que se precie de ser ungido como presidente de la AFA debe abocarse necesariamente a ello. Por eso, en la reunión que tendrá el martes con los clubes de primera apostaría a mostrarse conciliador, alzando la bandera de buscar los consensos. Mientras, Marcelo Tinelli, el que volvió a asomar la cabeza en su ambición de llegar al máximo cargo, hasta ahora sólo aunó voluntades en torno a los intereses de los clubes de primera. El gobierno, en tanto, volvió a dilatar y hacer bailar a todos a su ritmo. Dice desentenderse del fútbol pero no de su objetivo principal, que es incorporar las sociedades anónimas (SA). Y exige aprobación del nuevo estatuto para tal fin, presionando con la cuota incumplida de diciembre y la rescisión del contrato de Fútbol para Todos. Por eso, más allá de los dichos del presidente de Barracas Central y de que en algún momento se debe llegar a acuerdos mínimos, hoy la situación sigue empantanada y con el agregado de que los clubes ya disponen del borrador que envió la Fifa y que, como todo el mundo suponía, propone cambios sustanciales en dos puntos clave: lo dicho, se habilitan las SA y cambia sustancialmente la composición del órgano supremo que toma las decisiones, dándole prácticamente el poder a la primera.
Respecto al primer punto, el estatuto actual dice en su artículo 4º titulado "Miembros de la asociación", en su apartado 1º, que "son miembros y forman parte de la AFA las instituciones admitidas en su seno como afiliadas, las cuales tienen amplia autonomía económica-financiera, jurídica y funcional, debiendo, para mantenerse como tales, dar cumplimiento expreso a lo establecido en este estatuto y en los reglamentos, y a las leyes vigentes de aplicación en asociaciones civiles". Claramente, los clubes deben ser asociaciones civiles, sus actividades son sin fines de lucro y su objeto debe ser de bien común, conveniente al pueblo, es decir a las comunidades a la que pertenecen.
En cambio, el nuevo estatuto bajado por la Fifa y cuyas correcciones o sugerencias deben ser respondidas hasta el 6 de febrero, deja un vacío en su artículo 10º, "Miembros y admisión", donde sólo se refiere a toda "persona jurídica", eliminando que deben dar cumplimento expreso a las leyes vigentes de aplicación en asociaciones civiles. Por lo tanto, pueden ser una sociedad anónima, que es una sociedad mercantil, cualquiera sea su objeto y por lo tanto no tiene en cuenta el bien común en absoluto. "Toda persona jurídica que desee convertirse en miembro de la AFA presentará una solicitud por escrito ante la secretaría general", dice en el inciso 2º.
Y en el artículo 18º, titulado "Estatus de los clubes, ligas, asociaciones regionales y otras agrupaciones de clubes", en su inciso 3, agrega que "en todo caso, ninguna persona física o jurídica (incluidas las empresas matrices y filiales incluidas) controlará más de un club o agrupación si esto atenta contra el juego limpio en cualquier partido o competición". Claramente, este ítem deja abierta la posibilidad de que una empresa controle un club y sólo prohíbe que tenga más de uno. Por si alguna duda cabe, las sociedades anónimas tendrán su lugar en el nuevo mapa del fútbol argentino si el nuevo estatuto es aprobado.
El órgano supremo
Si el nuevo estatuto propuesto deja abierta la posibilidad al ingreso de las sociedades anónimas, también de aprobarse cambiará el mapa de poder de las decisiones dentro de la misma AFA. Con el estatuto vigente, la asamblea es el órgano supremo de las decisiones y está compuesto por 75 representantes. La primera división es la que tiene a todos los clubes representados (actualmente 30) pero no detenta el poder porque el resto de los votos está dividido entre las restantes categorías del ascenso, incluido el fútbol del interior a través del Federal A y el Consejo Federal.
El borrador propuesto mantiene el nombre de "asamblea" (pese a que se iba a cambiar por el de "congreso") y, aún con reglamento a definir, en su artículo 22º ("Delegados y votos") dice que estará conformada por 46 delegados de acuerdo a la siguiente distribución: 22 de primera (en el actual son 30), 5 de la B Nacional (hoy 12, 6 directamente afiliados y 6 indirectamente), 4 de la Primera B (10), 2 de la Primera C (6), 1 de la Primera D (5), 1 del Torneo Federal A (2), 5 por el llamado Fútbol Federal (10), 1 por el fútbol femenino, 1 por el futsal, 1 por el fútbol playa, 1 por los árbitros, 1 por los entrenadores y 1 por los jugadores.
Es decir, si bien la 1ª sigue sin tener el poder absoluto, pasó de tener el 40% de los votos a casi la mitad, el 48%, mientras que el resto de las categorías baja sustancialmente su representatividad. La BN tenía el 16% y ahora el 10,8%. La B tenía el 13,3% y ahora el 8,7%. La C tenía el 8% y ahora el 4,34%. La D tenía el 6,66% y ahora el 2,17%. El Federal A tenía el 2,66% y ahora el 2,17%. Y el Consejo Federal tenía el 13,3% y bajó al 10,8%. Además, y eso seguramente no podrá negociarse, el fútbol femenino, el futsal y el fútbol playa tendrían por primera vez un representante, algo que se sabía, pero sorprendió que también los jueces, los técnicos y los futbolistas también tengan derecho a voto en el nuevo estatuto.
Queda claro en el nuevo estatuto que la primera ganaría muchos casilleros y haría retroceder a todo el ascenso, algo que seguramente no será aceptado por los clubes más abroquelados que nunca bajo el ala de Chiqui Tapia. Por ejemplo, la D pasa a estar igualado en las decisiones al fútbol femenino o al futsal o al fútbol playa. O a los árbitros, DT o jugadores.
Eso sí, el borrador enviado a los clubes aclara en letras subrayadas: "Nota: esta composición es una sugerencia de la Fifa y la Conmebol. La composición final deberá ser discutida y consensuada por los miembros de AFA". Lo que no queda claro es qué pasará si no se llega a un acuerdo como todo hace suponer. ¿La Fifa se animará a imponerlo? Este punto hasta parece más crítico que el de las sociedades anónimas.
El comité ejecutivo
El borrador del estatuto también sugiere cambios en la composición del comité ejecutivo (CE), que también es de mucha importancia pero menos que la asamblea. Es que el CE es el brazo ejecutor de lo que dicte aquella. En su artículo 33º quiere llevarlo a 15 miembros, con la aclaración de que uno debe ser una mujer y quedaría así: un presidente y dos vice, 4 miembros de primera, 3 del resto de las categorías (BN, B, C y D), 1 del FA y el Consejo y 4 miembros ordinarios, y será la asamblea las que los elegirá. El actual está integrado por 44: los 30 clubes de primera, 3 de la BN, 2 de la B, 2 de la C, 2 de la D, 2 del Federal A y 3 del Consejo.
Otras preocupaciones
Otros ítems que preocupan se refieren al artículo 15º, inciso 1º, en que se explicita la posible expulsión "si incumple sus obligaciones financieras con la AFA, de conformidad con lo establecido en la regulación pertinente". En un régimen donde las sociedades anónimas tengan cabida, y por lo tanto sus leyes, puede ser letal para muchos clubes.
El borrador que hizo circular el comité interventor de la AFA a todos los clubes les informa que deben presentar los comentarios individualmente, en hoja con membrete y firma del presidente y enviarlo a una casilla de mail, algo que las instituciones del ascenso no harán, ya que seguramente consensuarán por divisional y hasta puede ser que emitan una resolución conjunta.
La semana próxima debían estar empezados todos los campeonatos y eso no ocurrirá, por lo que se supone que los días por venir serán ahora sí definitivos para saber si rodará la pelota o bien el fútbol argentino estallará en pedazos. La plata adeudada por el gobierno no está, como tampoco la de la rescisión de FPT y la supeditó a la aprobación de un estatuto nuevo que seguramente generará más divisiones.
El gobierno también supeditó el desembolso a la aprobación de la superliga o liga profesional de fútbol, como la llamó el jueves último, que curiosamente no está incluida en el nuevo estatuto que mandó la Fifa pero sí en el viejo (artículo 19 bis) y fue aprobada por todo el ascenso, menos el presidente la Asociación Rosarina, Mario Giammaría. Pero está aprobada la conformación y no su estatuto, que necesita sí o sí del aval de los clubes de la B Nacional, disconformes con el reparto del dinero de los futuros ingresos de TV.
Por eso el rompecabezas parece muy difícil de armar, cruzado por intereses y mezclas que cuestan entender. Por ejemplo, que Daniel Angelici, afín a Mauricio Macri, esté abroquelado con Chiqui Tapia y Hugo Moyano que en teoría encarnan lo opuesto. O que Pablo Toviggino, aliado también del presidente de Barracas Central (vice de ese club y presidente del Consejo Federal), integre la Comisión Normalizadora afín al gobierno. El rechazo a Tinelli en el primer caso y el miembro opositor en la CN argumentan el fenómeno, parte de un tablero que de alguna forma deberá ensamblar para que el fútbol arranque y no desbarranque.