La muerte del futbolista uruguayo Juan Izquierdo impacta al mundo del fútbol. El fallecimiento se produjo después de que se descompensara el jueves pasado durante el partido en el que Nacional visitó a San Paulo por los octavos de final de la Copa Libertadores. A minutos del final del encuentro, el defensor de 27 años cayó sobre la mitad de la cancha y debió ser trasladado de urgencia.
Todo había quedado en segundo plano, la derrota 2-0 de su equipo y la eliminación del torneo continental poco importaba ante la inmediatez del delicado estado de salud del jugador, quien ingresó al Hospital Israelita Albert Einstein “en paro cardíaco, de inicio indeterminado, secundario a una arritmia”.
Después de pelearla hasta donde el corazón se lo permitió, tras cinco días internado en Sao Paulo, el milagro no llegó y el joven futbolista falleció, lo que dejó en shock a propios y ajenos. Bolsos y manyas se unieron en la oración para pedir por la recuperación de Izquierdo, sin distinción de colores, así como también para despedirlo.
El fútbol uruguayo se unió para acompañar el dolor de su familia, que apenas unos días atrás había tenido la alegría de recibir a su segundo hijo Juan Felipe. Su esposa Selena y su otra hija Lucero, de 2 años, estuvieron en Sao Paulo haciendo fuerza por su recuperación, pero sufrieron la más grande de las tristezas.
“Con el más profundo dolor e impacto en nuestros corazones, el Club Nacional de Football comunica el fallecimiento de nuestro querido jugador Juan Izquierdo. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos, colegas y allegados. Todo Nacional está de luto por su pérdida irreparable. QEPD, Juan, estarás para siempre con nosotros”, comunicó el club a través de redes sociales y despidió al futbolista.
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Los comienzos de Juan Izquierdo
Juan Manuel Izquierdo Viana nació el 4 de julio de 1997 en Montevideo. Criado en el barrio de Nuevo París, en la zona oeste de la capital uruguaya, le dedicó su vida a la pelota desde sus comienzos, con una infancia alejada de los lujos pero con todos los recursos disponibles gracias al trabajo incansable de su familia.
Sus primeros pasos en las canchas los dio en el baby fútbol del humilde club San Francisco de Asís, hasta que empleados de las juveniles de Liverpool lo vieron jugar. Antes de debutar en primera, pausó su formación para trabajar con su padre durante un tiempo, pero fue incentivado por un amigo para sumarse a Cerro, donde se estrenó profesionalmente en 2018.
Su carrera profesional
Un año más tarde pasó a Peñarol, donde a pesar de disputar apenas un puñado de partidos fue campeón del Torneo Apertura 2019. Llegó a Montevideo Wanderers en 2020, con un paso breve por Atlético de San Luis de México en el medio, y tuvo una correcta participación hasta que se marchó a Nacional en 2022.
En el Bolso atravesó un año dramático en el que sufrió la muerte de su abuelo, se rompió la tibia y no pudo jugar más de tres partidos, pero vivió la gran alegría de la llegada de su primera hija y se consagró campeón del Clausura y del Campeonato Uruguayo. Partió hacia Liverpool, equipo en el que se formó pero no llegó a debutar, y tuvo un 2023 marcado por los éxitos, con los títulos de la Supercopa Uruguaya, del Torneo Intermedio, del Clausura y del Campeonato Uruguayo.
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Juan Izquierdo tuvo su etapa más exitosa en Liverpool de Uruguay durante el 2023.
Durante enero de este 2024, firmó su contrato con Nacional hasta diciembre de 2025, por lo que tendría revancha en el Tricolor después de un complicado paso dos años antes. Disputó 37 partidos y marcó un gol en la presente temporada, hasta que corrió su última pelota en el estadio Morumbí de Sao Paulo por Copa Libertadores.
Un fatídico episodio
A los 83 minutos del partido, cuando la serie ya estaba prácticamente definida en favor de Sao Paulo gracias a los goles del paraguayo Damián Bobadilla y el argentino Jonathan Calleri, Izquierdo esperaba el saque de meta del arquero rival cuando perdió el equilibrio y comenzó a trastabillar en la mitad de la cancha.
Intentó aguantar la caída con sus piernas mientras las mismas perdían firmeza, e incluso su compañero Leandro Lozano quiso detenerlo, pero el defensor se desplomó en el campo de juego. Rápidamente rivales, asistentes, árbitros y futbolistas de Nacional se acercaron para pedir ayuda, hasta que una ambulancia se lo llevó de urgencia. Los gestos cambiaron aunque el partido continuó, pero las fuerzas y la cabeza estaban con Juan, quien después de pelearla cinco días no pudo más.