Todavía no hay fijada una fecha para volver a los entrenamientos de manera colectiva. Menos para el inicio del torneo. Lo que sí sobresale en el borrador de AFA y la Liga Profesional es un esquema de torneo relámpago que puede cobrar vida si la pandemia deja de avanzar. Ahí sí se reactivaría la industria futbolera. Sería para fin de septiembre, pero todo está sujeto a cómo siga el tema del Covid-19 en nuestro país. Más allá del posible arranque, lo concreto es que las autoridades de Central tienen en mente ejecutar un plan en lo inmediato. Y es reordenar a la tropa para que el Kily González trabaje con 28 profesionales, tal cual adelantó Ovación. Por eso, desde hoy irán reconfigurando el plantel en pos de reubicar en el plazo de las dos próximas semanas a algunos jugadores y de rescindir con otros. Y en medio de este contexto sobresale la fecha de vencimiento que se le presenta a Marco Ruben. Porque la dirigencia y el propio técnico quieren que el atacante tome una determinación. Si el 9 decide dejar el fútbol, el entrenador ya tiene en mente varios apellidos para reemplazarlo.
Cristian González cuenta con cinco arqueros: Jeremías Ledesma (27 años), Josué Ayala (32), Marcelo Miño (22), Juan Pablo Romero (22) y Mauricio Maslovsky (20). Si el capitán es transferido como todos esperan en Arroyito, es muy factible que llegue otra cara para competir mano a mano con el ex Temperley, quien hace dos años que no ataja.
La última línea está integrada por 10 profesionales: cinco laterales y cinco zagueros centrales. Los que se desempeñan por las bandas son Damián Martínez (30 años), Emanuel Brítez (28 años), Lautaro Blanco (21), Joan Mazzaco (20) y, quien tiene todos los boletos para emigrar, Rodrigo González (20).
Mientras que los centrales son: Diego Novaretti (35), Joaquín Laso (30), Cristian González (24), Facundo Almada (22) y Agustín Irazoque (20). Como dato extra hay que resaltar que la directiva y cuerpo técnico tienen como meta a corto plazo terminar el contrato con el uruguayo González, quien tiene vínculo hasta diciembre. Dependerá esencialmente de una buena acción del charrúa, que a su vez está buscando club porque quiere tener rodaje.
En la línea del mediocampo también hay una variada población. Sobre todo en materia de funcionalidad individual. La lista es extensa y figuran: Diego Zabala (28 años), Fabián Rinaudo (33), Joaquín Pereyra (21), Rodrigo Villagra (19), Ciro Rius (31), Federico Martínez (24), Alan Marinelli (21), Francesco Lo Celso (20), Joel López Pissano (23), Jerónimo Rodríguez (22), Luciano Ferreyra (18), Leonel Rivas (20), Gino Infantino (17), Emmanuel Ojeda (22), Mateo Tanlongo (16), Rafael Sangiovani (22).
El marco teórico indica en la previa que Mateo Tanlongo, Jerónimo Rodríguez, Luciano Ferreyra, Rafael Sangiovani, Leonel Rivas y Gino Infantino estarán más enfocados en reserva. Claro que una vez que arranque la competencia, y estén afilados, no habrá que descartar que el entrenador los promocione y muestre al universo canalla en el primer equipo.
Si bien Andrés Lioi (23) y Diego Becker (22) no están en el club, lo concreto es que los derechos aún pertenecen a Central. También es verdad que ambos seguirán fuera del radar de Arroyito porque ya saben que el Kily no los tendrá en cuenta para la campaña que se avecina, por lo cual ambos están buscando nuevos horizontes.
En la misma sintonía está Ciro Rius (ver página 3). Más allá de las posibles bajas inminentes y juveniles abocados en la reserva hay que suscribir que a la línea del mediocampo podría agregarse un conocido de la casa como el experimentado Emiliano Vecchio (ver página 3)
Con respecto a la ofensiva hay que destacar que por el momento están firmes Lucas Gamba (33 años), Luca Martínez Dupuy (19) e Ignacio Russo (19 ). Un pasito más atrás vienen Rodrigo Pasquini (20) y Franco Sarco (19), quienes estarán más abocados a la reserva.
A este sector le quedan dos cupos por cubrir en la lista de 28 profesionales que pretende entrenar a diario el Kily González, una vez que se levante la cuarentena o bien las autoridades sanitarias habiliten a los clubes mediante la Secretaría de Turismo y Deportes de la Nación.
Ruben debe definirse
Una vacante es para Marco Ruben, claro está. Aunque en este contexto, y a juzgar porque la idea del club es depurar a la tropa en las próximas dos semanas, al delantero se le presenta una fecha límite. En la misma sintonía se mostró el entrenador en la entrevista exclusiva que ayer publicó Ovación. “Necesito que tome una decisión y quiero que Marco esté. Lo conozco como jugador y como persona. En su momento yo era capitán y él era pibe, ahora él es capitán y yo el técnico, por eso digo que nos conocemos. Es una decisión de él, pero necesito saberla”, afirmó el Kily González sobre Ruben.
Luego le puso un manto de piedad al tema. “¿Cómo no voy a necesitar a Ruben? Es el último ídolo que tiene el club y hasta la gente está ansiosa. Esa es la palabra, estoy ansioso por saber qué decisión va a tomar. El representante dijo que tenemos la libertad para buscar otro nueve, pero pará, el 9 es Ruben”.
Por lo tanto, ahora más que nunca Marco Ruben deberá definir qué hará finalmente de su carrera deportiva porque Central necesita una respuesta a la brevedad para reorganizarse y enfocarse solo en entrenar. En caso que el 9 decida colgar los botines, el Kily tiene en carpeta a varios nombres para suplirlo.
Lavezzi tiene un lugar
Por último, la restante plaza en la delantera está reservada. Tiene nombre y apellido. Y es para Ezequiel Lavezzi, tal cual anticipó en exclusiva este medio. El Pocho está en Francia. Mientras disfruta de las vacaciones tras anunciar en diciembre pasado el retiro de la actividad, Pocho a la vez está tratando de dejar atrás una dolencia en la rodilla derecha. No obstante, alimenta a diario el sueño que hasta hace un par de semanas parecía irreal.
Lo hace cumpliendo una rutina de entrenamiento como además tiene planificado una consulta en España con un especialista para determinar si puede cumplirle el anhelo a toda su familia de verlo con la camiseta que los Lavezzi llevan en el corazón.
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A eso hay que sumarle que tras la explosiva repercusión mediática que tomaron diferentes posteos que hizo su hermano Diego en redes sociales, Pocho pidió calma a nivel interno para no levantar más polvareda.
Toda la familia tiene en claro cuál es el objetivo de Ezequiel. El núcleo íntimo sabe muy bien cómo terminará esta historia. Hasta el Kily González lo sabe, pese a que públicamente bajará los decibeles y se sumará al argumento que expresan los Lavezzi o reales amigos del ex delantero de la selección nacional cuando se los consulta. Por las dudas, en Central tiene un lugar asegurado. Llegado el caso, sólo firmará el formulario protocolar para luego sí poner en órbita el movimiento marketinero que genera su figura.