La verdad es a mí me costo mucho, en el sentido de alejarme de Racing, en donde habían pasado cosas muy fuertes tanto en lo deportivo como en lo personal. Y hacer el cambio de ciudad, tener que alejarme de mis amigos y mi familia, de mis hijos, y el hecho de ir a otra ciudad que si bien está cerca de Buenos Aires creo al principio lo sentí mucho. Pero desde el primer día que pisé Newell’s si bien había llegado con algunas molestias físicas siempre me hicieron sentir querido, un jugador importante y me dieron todas las condiciones para sólo ocuparme de entrar a la cancha y jugar, es decir, hacer lo que más amo.
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Cuerpo a cuerpo. Cristaldo no le escapa al sacrificio y disputa cada pelota con intensidad.
Sos un delantero apetecible y seguramente tuviste otras ofertas, ¿por qué terminaste eligiendo a Newell’s?
La verdad que sí. Tenía dos equipos de Buenos Aires, otro equipo de Rosario y otro de Córdoba. Querían que yo vaya a jugar ahí, pero creo que elegí Newell’s más que nada por el hecho de que Sebastián Peratta hacía un año y medio que me mostraba sus ganas y voluntad de que yo estuviera en Newell’s. Y eso para mí fue muy importante para decidirme a venir a este hermoso club. Cuando te demuestran el cariño y te hacen sentir valorable creo que todo se va dando de la mano. Eso para mí fue muy importante a la hora de decidirme para venir acá.
¿El otro equipo de Rosario que te quería era Central en este mismo mercado que te contrató Newell’s?
Sí. Pero Newell’s hace un año y medio que quería contratarme y siempre con ganas e intensidad de hacerme sentir querido. Eso fue lo que más me llamó la atención y ni hablar de lo que es club institucionalmente, de la manera que hoy está ordenado y todos los ídolos que tiene y la clase de jugadores que pasaron por este hermoso club.
El lunes último en la victoria ante Lanús hiciste tu primer gol con la camiseta de Newell’s. ¿Qué significó esa conquista?
La verdad que muy contento. Creo que el gol llegó en el momento justo, ya terminaba el primer tiempo y no habíamos hecho hasta ahí una buena primera etapa como nosotros nos habíamos planteado ante un rival muy difícil. Lanús es un equipo muy completo, el gol nos sirvió para ir al entretiempo con otras ganas y creo que lo demostramos después desde el minuto cero del segundo tiempo, en donde fuimos muy superiores y con mucha garra. Todos unidos logramos sacar un buen resultado de una cancha muy difícil.
En el gol fuiste a buscar la pelota al segundo palo y varios fueron a peinar al primero. ¿Es algo que se ensaya en la semana?
Es una jugada preparada. Tenemos grandes cabeceadores como Capasso, Cabral y Lema y un gran ejecutante como Maxi que pone la pelota justa. Y mi función es salir desde el arquero hasta el segundo palo para ver lo que entre, lo que sobre y quedó demostrado que una vez que pasa la pelota ahí hay que meterla como sea. Las posibilidades van a estar porque hay un gran ejecutante y grandes cabeceadores. La empujé con el pubis, el muslo, la verdad que en ese momento lo único que traté de hacer fue empujarla para que entre, que cruce la línea y luego salí gritando que era algo que tenía muchas ganas y más como se estaba dando el partido.
El gol es bueno para renovar la confianza, ¿lo necesitabas?
La verdad que el gol siempre es lindo. Hoy en día la manera de jugar que tenemos y la táctica que empleamos al ser todos un equipo unido, estar todos juntos, que empezamos la jugada por un lado y terminamos en el otro, creo que queda demostrado que no importa quién haga el gol, acá tiramos todos para el mismo lado, para el lado de Newell’s y queremos que sea lo mejor para el equipo. Los laterales hacen goles como Negri y Cacciabue, que pisan el área rival y Germán nos pide que lleguemos con mucha gente en ataque.
Venían de diez partidos sin ganar, ¿cómo fue el desahogo en el vestuario?
Fue muy bueno porque más allá de que uno esté jugando o no, tenemos un grupo muy lindo, muy unido, donde los más grandes son los que nos guían, y creo que ganar después de tanto tiempo fue muy esperado por todos, desde todo el personal que trabaja en cada sector del club, fue único porque todos estaban esperando este triunfo y nos lo merecíamos porque trabajamos mucho para lograrlo.
¿Qué técnicos te fueron marcando y siendo tus referentes a lo largo de tu carrera hasta llegar a Newell’s?
La verdad es que tuve muchos técnicos en mi carrera. Desde que empecé a tener noción de lo que es el fútbol desde lo táctico para mí el primero que me marcó fue Ricardo Gareca, que me dirigió en Vélez y Palmeiras, que más allá de que todos lo conocen como profesional quiero marcar que es una gran persona, que sabe un montón y siempre le voy a estar agradecido. En mi último tiempo en Racing tuve a Seba Beccacece, que la verdad que desde lo táctico para mí fue uno de los mejores entrenadores que tuve e incluso me despertó las ganas de ser entrenador el día de mañana por toda su pasión, por todo lo que sabe de fútbol y por cómo ama al fútbol. Te hacía ver el fútbol de otra manera, con otra claridad, eso me encantó y me fascinó de él. Y además el entrenador que también tuve en Racing que fue el que me devolvió las ganas de volver a jugar al fútbol fue el Chacho Coudet, la verdad es que él apostó conmigo, me llamó por teléfono y me dijo que me iba a volver a colocar en el mundo fútbol después de estar yo seis meses parado y me dio las ganas y la confianza de nuevo para seguir haciendo este hermoso deporte y siempre le voy a estar agradecido. Me dio la segunda oportunidad en el fútbol y gracias a él hoy después de que empecé en Racing en lo deportivo siempre fui para adelante.
¿En esos seis meses de parate que tuviste en ese momento pensaste que ya no querías seguir jugando?
Sí. Había pasado por un tema de depresión y había dejado seis meses el fútbol y la verdad es que el Chacho me dio la segunda oportunidad, me devolvió las ganas y me puso en un hermoso club como es Racing.
Sin abundar en cuestiones personales, a veces se piensa que para el futbolista la vida es más sencilla y se pondera la idolatría, pero no es tan así. A veces el jugador también necesita ayuda y contás que este fue tu caso.
Todo el mundo piensa que el jugador de fútbol vive en otro planeta y que somos máquinas, que nos enchufamos y nos desenchufamos y la verdad es que no. Porque todos somos seres humanos, todos sentimos, vivimos, tenemos familiares, amigos, podemos tener un mal día, una mala tarde, un mal entrenamiento, hasta un mal partido y nunca lo vamos a hacer con la intención de perder o de querer errar un gol. Nosotros sabemos muy bien que la gente es muy pasional con el fútbol y a veces va a desahogarse a la cancha. Pero los futbolistas y más hoy en día por el ritmo de vida que llevamos tenemos que estar muy bien acompañados desde el sentido psicológico.
¿Seguramente por lo que decís te habrá conmovido la decisión extrema que tomó el Morro García que no pudo encontrar otra salida?
La verdad es que sí. A mí me afectó mucho porque también pasé por ese momento y la verdad que fue muy chocante. Me veía reflejado en él. En momentos grises, oscuros, cuando pasé por esa etapa y la verdad que fue muy triste que termine así. Creo que más allá de que él defienda otros colores, somos todos seres humanos y vinimos a la tierra a ser felices. Que pase por un momento de su vida tan oscuro es muy triste por el hecho de lo que somos como sociedad también. A lo que llega una persona por el hecho del fútbol.
Igual el fútbol a vos te abrió una puerta de salida para salir adelante.
Gracias a Dios encontré una persona que es la que me guía, que es mi psicóloga, que la amo, que es mi amor platónico, que fue la que me salvó la vida. Y después la fuerza de mis hijos, mi familia, mis amigos, que a veces no lo vemos, somos tan egocéntricos que sólo pensamos en nosotros y no vemos el sufrimiento de los demás. Voy aprendiendo lo que es vivir.
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Cristaldo forcejea con los defensores rivales.
Volvamos a la pelota. ¿Habías jugado alguna vez con tanta responsabilidad de marca a lo largo de tu carrera?
Nunca había jugado en esta posición de retroceder. Es una posición para mí nueva. Es un desgaste físico terrible que no estuve nunca acostumbrado, pero creo que el hecho de jugar ahí y ver el sacrificio que hacen mis compañeros me motiva. Con Maxi con 40 años que baja a defender y sube a atacar como si fuese un joven de 20 años, eso también te da ganas de seguir. Como corre Cacciabue, Negri, Pablo Pérez, sí o sí te contagian el sentimiento y eso me ayuda a poder seguir corriendo y haciendo lo que dice Germán, que quiere que seamos un grupo unido dentro de la cancha.
El sábado reciben a Patronato, ¿mirás la tabla de posiciones para ver si pueden arrimarse a los cuatro de arriba para clasificar o es casi imposible?
Si me decías antes del partido de Lanús no miraba la tabla porque simplemente quería ganar y poder festejarlo y poder darnos esta alegría a nosotros y la gente de Newell’s también. Pero hoy si bien hay muchos equipos adelante tampoco lo vemos muy lejano, estamos a seis puntos (de Boca) y quedan cuatro partidos por jugar. Acá lo principal es poder seguir creciendo como equipo. Y ahora se viene una seguidilla importante con la Copa Sudamericana. Buscamos afianzarnos para ser cada vez más sólidos y jodidos para los rivales, que ya nos dicen que somos complicados y no quieren jugar contra Newell’s.
El martes arranca la Sudamericana en Brasil ante Goianiense, ¿cuál es el objetivo copero?
Estamos en un grupo complicado para todos. Hoy Newell’s es un equipo jodido y estamos todos parejos en la Sudamericana. Representamos a Newell’s y hay que dejar al equipo siempre bien parado. El gran objetivo es clasificar primero para poder pasar de fase.
Se viene el clásico a inicios de mayo, sabes que ese partido para la ciudad es muy especial y llegar a hacer un gol es entrar en la historia del club. ¿Ya lo palpitás?
La gente de Newell’s es muy pasional y desde el primer día te marcan que hay que ganar en la fecha doce. Hasta en el supermercado cuando no veníamos ganado me decían que no importaban los resultados y que querían ganar en la fecha doce (risas). Eso se empieza a vivir si bien nosotros vamos partido a partido y fecha a fecha, pero en el inconsciente te queda grabada esa fecha y también sueño con hacer un gran partido y veo cosas positivas para ese día. Creo mucho en la ley de atracción, en las energías del universo y sé que nos va a ir bien. Ya voy planteando en mi cabeza que ese día nos va salir todo redondito.
¿De dónde viene el apodo Churry?
Mis abuelos desde chiquito nos ponían apodos poco comunes a todos los nietos. Y me tocó el de Churrasco y no me gustaba y le fui diciendo que me cambien el apodo a Churry, que quedaba por lo menos más simpático.
Tenés contrato hasta diciembre, ¿te gustaría seguir en Newell’s?
Si bien me focalizo mucho en el día a día yo creo mucho también en el momento donde estoy, cómo me siento y estoy muy adaptado a la ciudad, al club y quiero y tengo ganas de continuar acá, porque la verdad que es un proyecto que tiene mucho por delante. Si bien es un préstamo de un año hay una opción de compra. Y a medida que pasen los partidos y los meses me sentiré todavía mejor. Este cariño es difícil encontrarlo tan rápido en un lugar nuevo y quiero aprovecharlo y disfrutarlo al máximo.
¿Cómo es Burgos en el día a día?
A Burgos no se le escapa nada. Quiere que estemos al ciento por ciento con el equipo. El nos da un gran ejemplo viviendo en Bella Vista, está todo el día pendiente de Newell’s. Sus ganas de trabajar y triunfar son impresionantes. Es un ícono del fútbol por todo lo que fue como jugador, después como ayudante y hoy lo que es como entrenador. El primer día que lo vi fue como chocante (risas) por ser tan grandote y tan serio y la verdad es que tenerlo como entrenador en el día a día es algo muy lindo.
¿Un sueño para lo que viene?
Me gustaría seguir creciendo en lo personal como jugador y como persona y me gustaría poder ganar algo con Newell’s desde lo colectivo. Poder quedar en la historia de este club.