Para el momento que vive Central cada paso es una prueba de fuego. Suele ser aconsejable que en medio de una doble competencia, la mente se abstraiga para despejar el panorama y que cada capítulo tenga una carga en sí mismo, pero el Kily debe lograr algo importante: que su equipo no pierda ritmo de competencia, sin producir una sobrecarga que dificulte el andar en lo que parece, al menos por estos días, el gran objetivo de la Copa Sudamericana. La visita de esta tarde a Gimnasia (a las 18.45 y con arbitraje de Ariel Penel) servirá para seguir creciendo y buscar afianzamiento, pero también para apuntalar lo que fue la victoria ante Vélez y que todo eso apuntale lo otro. Algo así como una especie de retroalimentación, para que la copa no nuble la vista ni distraiga por completo y que ese anhelo copero no estanque las intenciones en el torneo local.
Es cierto que la carrera en la Liga Profesional es más larga, que puede haber tiempo suficiente para recomponerse, pero cuanto más grande sea el terreno que se pierda en el arranque, mayores serán las dificultades para recomponerse. Desde ese lado se entiende la postura del Kily de poner casi todo, aunque ello no implique un análisis pormenorizado de lo que resulta conveniente para que los riesgos no sean pronunciados.
El gran enemigo que tiene Central hoy frente a sus narices es la falta de recambio o al menos la escasez de fichas como para que ese recambio no pueda ser más vigoroso, sin resquebrajar la estructura. Lo intentó el técnico en la primera fecha, ante Godoy Cruz, cuando al equipo no le fue para nada bien. Y no sólo desde el resultado, sino en lo que tiene que ver con la fisonomía misma.
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Caraglio será nuevamente titular en el Central del Kily.
Leonardo Vincenti / La Capital
Ese plantel corto, justo es lo que lleva a Central al terreno de las incógnitas permanentes. Hasta aquí tuvo un gran aliado: el resultado. Es que, se sabe, en la medida que los mismos aparezcan cualquier contratiempo puede ser disimulado. Por ejemplo: en el partido ante Vélez el cansancio que se le notó a Central tuvo un maquillaje perfecto con el gol de Vecchio en una de las últimas jugadas.
Pero ese 1-0 agónico fue lo que puso a Central sobre la ruta nuevamente después del derrape en Mendoza. Y es el resultado a partir del cual el Kily sienta la confianza suficiente como para darles rodaje a los mismos once, sin poner en marcha, en principio, ningún tipo de recambio, algo que sin dudas en las próximas fechas sucederá, previo al partido de ida por los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
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La encrucijada de ver qué se hacía en este partido fue resuelta por la apetencia de protagonismo. Por eso el Kily mantendrá la base del equipo que viene de ganarle a Vélez, sin demasiados miramientos sobre el achaque físico que eso puede producir. Es que hay un tiempo prudencial por delante para priorizar el descanso con el fin de no entregar ventajas cuando llegue el momento de la competencia internacional. Ahora, el estudio de la situación existió y por la cabeza del entrenador se cruzó la posibilidad de variar algunas piezas más, pero la decisión fue esta, la de apostar una ficha más por los jugadores que el técnico considera titulares.
Lo concreto es que no se resigna el protagonismo que pueda lograr fronteras hacia adentro y para alcanzarlo cada situación que se le presente debe ser aprovechada. Aquel traspié en Mendoza fue rápidamente subsanado con la victoria, costosa y trabajada por cierto, frente a Vélez y ese partido del pasado domingo es de lo que intentará valerse hoy el equipo del Kily González.
Hoy será tiempo de un viaje a La Plata para enfrentar a un Gimnasia que aún no ganó en el torneo y que representará una apuesta de parte del entrenador. Porque frente al escenario del ajetreo de la doble competencia la decisión fue ir con todo, o prácticamente lo mejor que tiene a mano. Mantenerse lo más acomodado posible en la Liga Profesional significará también un fenómeno de retroalimentación para cuando toque calzarse el traje internacional.
Josué Ayala se metió en la lista de concentrados
Ya es todo un dato el hecho de que el Kily haya decidido jugar con los mismos y no rotar y esa postura de respaldo se vio también en la lista de concentrados, que es prácticamente la misma que la del partido ante Vélez. La novedad saliente es la aparición de Josué Ayala por Mauricio Maslosvki, que atajó el martes en reserva. El DT convocó a 21 futbolistas y además de los once que se presumen titulares figuran: Ayala, Nicolás Ferreyra, Fernando Torrent, Nahuel Franco, Mateo Tanlongo, Francesco Lo Celso, Lautaro Giaccone, Alan Marinelli, Ignacio Russo y Alejo Veliz.