Partido discreto de Central. Demasiado discreto. Con ambivalencias en un juego que lo mostró distraído en el inicio y más compensado después, pero careció de la claridad necesaria para marcar la diferencia. Y así, toda la expectativa que había dar un salto de calidad no pudo ser. Porque si bien es cierto que el equipo del Kily manejó más tiempo y mejor la pelota, cuando la tuvo no supo qué hacer con ella. Lo bueno fue haberse repuesto después de haber estado en desventaja. Lo malo, no haber podido usufructuar ese dominio, por más chiquito que haya sido, que ejerció. Y el empate 1-1 pareció lo más justo en el barrio de Saavedra.
El partido que Central salió a jugar fue acorde a la hora del mismo, la de la siesta. Sólo desde ese lado se entiende el hecho de que le haya costado tanto meterse en juego al equipo del Kily, que intentó hacer circular la pelota, pero con demasiada liviandad. Por eso todo lo jugaba allá en el fondo, entre Almada, Avila y Fatura Broun, sin cambio de ritmo. Apenas un desborde de Torrent que Almada no llegó a conectar de cabeza fue lo que mostró Central en ese inicio de un primer tiempo al que Platense se acomodó mejor.
El tridente de tres cuatros, comandado por Bertolo, sorteaba con facilidad la línea de Ojeda y Desábato (a los pocos minutos ya había sido amonestado) y eso le empezó a complicar la vida a los del fondo, que tampoco mostraban seguridad. Fue el propio Bertolo el que lo tuvo a los 13’ pero Broun se lo impidió. No obstante, el calamar sintió que si aceleraba podía lastimar y fue con mayor decisión.
Fue así que llegó el pelotazo del fondo, el mal cálculo de Avila y la gran asistencia de Curuchet (por encima de Almada) para Tissera, quien con un remate cruzado dejó sin chances a Broun. ¿Central? Poquito, casi nada, apenas un equipo con algunas jugadas, pero sin juego.
Paradójicamente después del gol de Platense se vio lo mejor de Central. Porque Blanco empezó a trepar más, Infantino se conectó y el resto acompañó. Un centro bajo, hacia atrás, de Infantino lo encontró a Zabala solo, pero el remate se fue apenas desviado. A los pocos minutos lo tuvo Almada de cabeza (tras un córner de Zabala), hasta que llegó ese centro de Blanco que Ojeda dominó a medias y la aparición letal de Gamba, fusilando al otro Ojeda, el arquero de Platense.
¡GOL DEL CANALLA! Lucas Gamba | Platense vs. Rosario Central (1-1) | Fecha 17-Torneo de la Liga 2021
Ahí cambió definitivamente el juego. Central se hizo duelo de la pelota, empezó a rotar más, a cubrir mejor los espacios y a ganar las divididas. En definitiva a dominar, pero le faltó la cuota de la profundidad. La pudo tener en algunas contras pero las resoluciones no fueron las adecuadas.
La tónica del complemento fue la misma, con Central manejando mejor el balón, pero sin el juego que le permitiera generar peligro. Es que los traslados eran lentos, anunciados y sin sorpresa. Pese a ese dominio, leve pero dominio al fin, fue Platense el que avisó primero con una corrida de Curuchet frente a la cual Avila falló en el cierre, pero otra vez aparecieron las manos salvadoras de Broun.
Con ese andar cansino a Central le alcanzó para un centro bajo hacia atrás de Blanco que Zabala no pudo conectar con firmeza, una arremetida de Gamba por derecha que no terminó en nada y un remate muy desviado de Ruben (Dupuy ingresaba solo en el segundo palo).
Todo eso ya era con Vecchio y el Pupi Ferreyra en cancha. Con ellos intentó ser más agresivo y que las asociaciones tuvieran otra magnitud, pero nunca pudo encontrarle la vuelta a un partido que tuvo casi siempre controlado, pero que no pudo meterse en el bolsillo.