Central definió, lo supo aguantar y se trajo tres puntos de oro en su excursión a Córdoba

Central tenía como objetivo sumar la mayor cantidad de puntos posibles. Si era posible, como pregona su DT Miguel Angel Russo, hacerlo jugando de la misma manera de local que de visitante. Y el clásico pareció haber marcado un corte. Si bien venía de una racha de cuatro partidos sin perder, con el clásico no sólo ganó "el" partido sino que extendió la seguidilla. Y llegó a Córdoba pensando en quebrar aquella racha de casi 31 años sin lograr una victoria después de hacerlo en el clásico. Y lo logró. Sin brillo, con el uniforme de fajina puesto, acosado y ahogado por momentos por su rival, pero se llevó tres puntos que le dan aire puro. De esos dorados, para atesorar.  

En el arranque, Central no pareció el mismo de hace cinco días cuando dio el gran golpe en el clásico. Quizás se asemejó hasta el final más a la versión de los partidos donde conseguía derrotas o empates. Impreciso con la pelota, dubitativo, sin profundidad. Pero se despertó sobre el final. Y con todas las luces.

Un bombazo de Carrera a los 4' puso el alerta. Recién 8 minutos más tarde los canallas tuvieron su primera chance —una de las pocas de esa etapa— cuando Encina remató cruzado y su disparo se desvió en Aveldaño al córner.

Los de Russo tuvieron un pico de entusiasmo después de los 15' donde pareció que recuperaba el pie futbolístico que no había mostrado desde el arranque. Con Encina como emblema por derecha —por el otro sector ni Carrizo y mucho menos Lagos aparecían como alternativas válidas—, Central iba ante un Belgrano que se mostraba mejor parado con los encuentros Carrera-Pereyra o las llegadas de Teté  González o Farré.

A Lagos le costaba horrores tener una buena relación con la pelota y por su sector el ataque canalla se diluía. Del otro lado Belgrano ahogaba las trepadas de los laterales y Encina estaba demasiado solo. Entonces, Central apeló muchas veces a la pelota dividida, donde casi siempre perdió.

Entre idas y venidas, el Pirata comenzó a generar las mejores llegadas. A los 20' el Teté buscó el segundo palo de Caranta y la pelota se fue cerca. Dos minutos más tarde Farré llegó sin marcas por el medio y otra vez el arquero tapó muy bien abajo. A los 30' Teté tuvo otro remate a su disposición pero la definición no fue limpia.

Central estaba más preocupado por salir de su letargo y ver cómo marcar a Belgrano que por  intentar generar fútbol limpio. Recién a los 33' Carrizo buscó sorprender a Olave y su definición se fue cerca del palo izquierdo del golero pirata.

Y en los minutos finales Central pareció reaccionar y generó todo lo que le había costado conseguir en los 40 minutos anteriores. Porque el toque de atención fue el bombazo de Medina entrando por derecha los 42', que Olave puso en el córner. Y enseguida la jugada preferida de Carrizo —ingreso de izquierda al medio para su mejor perfil— para que otra vez el arquero de Belgrano debiera esforzarse.

Y cuando todo parecía condenado al 0 a 0, Ferrari recuperó una pelota por su sector y colocó la quinta, levantó el centro medido para un Luna que entró como en el living de su casa y metió el cabezazo para vencer al bueno de Olave.

Justo para los de Russo por la levantada del final y porque supo en pocos minutos revertir la imagen que no había podido mostrar previamente.

Era previsible y hasta beneficioso para el partido que Belgrano lo fuera a buscar en el complemento. Y a pesar de sus arranques, Central pareció más aplomado a pesar de que le costaba hacerse del balón.

Ya no se mostró tan preciso Encina, Lagos siguió sin mostrarse como alternativa y el que aparecía como una buena posibilidad era Carrizo con su movilidad.

Aveldaño avisó a los 2' pero 4 minutos después fue Olave el que mandó al córner un tiro libre de Delgado. Belgrano presionaba sin orden y Central no se desesperaba.

A los 12' Caranta —la gran figura del partido— le tapó un buen cabezazo al Picante Pereyra y a los 16' el uno resolvió bien otra vez ante Aveldaño. Belgrano iba una y otra vez, le faltaba justeza en el toquen final. Central se defendía, aguantaba el resultado con uñas y dientes.

El canalla al menos no se desordenaba a pesar de pasar zozobra. No tenía la posesión y Belgrano le cortaba cualquier posibilidad.

A los 35' Caranta redondeó su gran actuación  tapando la definición de una jugada triangulada que quiso definir Affranchino. Y Belgrano tampoco llegar a la igualdad con ese cabezazo del Picante a los 38' que se fue besando el palo izquierdo.

Central se llevó una victoria de esas donde hubo que laburar mucho, donde algunos coneptos no pudieron implementarse, donde la tenencia de la pelota no siempre quiso decir demasiado. Pero rompió una racha de más de 30 años sin ganar después del clásico y sumó su segundo triunfo consecutivo y su sexto partido sin perder. Para este Central es el premio al esfuerzo y a la confianza.