MONTEVIDEO. ENVIADO ESPECIAL - Además de la intensidad de los trabajos físicos y de la importancia de los partidos amistosos que disputó, en Central la pretemporada se vivió a full en lo que tiene que ver con el mercado de pases, sobre todo con la novela que protagonizó Jaminton Campaz. Y sobre el final de la estadía aquí en Montevideo surgieron algunas novedades, a priori, positivas. Sin confirmaciones de por medio, la situación de Campaz y de Abel Hernández estarían lo suficientemente encaminadas como para que Miguel Ángel Russo tenga ya la próxima semana a ambos futbolistas trabajando en el predio de Arroyo Seco.
El vaivén en la información fue intenso y por momentos generó algo de tensión y hartazgo, incluso de parte de Russo, que llegó a declarar bastante fuerte en relación al tema Campaz.
Se insiste, no hay confirmaciones en ninguno de los dos casos, pero lo que se sabe de Campaz es que River, el club que se había metido en la discusión, ya dejó de terciar en la negociación, aparentemente porque el colombiano les habría confirmado que su intención era seguir en Central.
Ahora, ¿por qué en Central nadie se atreve a confirmar que el tumaqueño regresará a Arroyito? Porque esos “pequeños detalles” de los que se volvió a hablar son los detalles que siempre estuvieron arriba de la mesa y que de parte del jugador nunca pudieron ser resueltos.
Ya estaba claro que en Gremio no iba a jugar, pero Campaz se demoró mucho tiempo (en Central consideran que fue demasiado) para decidirse a volver a Central. En principio se trataría de un contrato por tres años, hasta diciembre de 2026.
Russo siempre fue claro respecto a sus pretensiones, pero en un determinado momento le marcó la cancha al colombiano. Este jueves pasado dijo que ya no hablaba más con el jugador y fue contundente cuando dijo: “si vuelve, él sabe que lo que tendrá que hacer”. La deducción es sencilla: se pondrá zapatillas y correrá durante un buen tiempo, hasta ponerse a tono desde lo físico porque no hizo pretemporada.
Más allá de eso, todo parece más encaminado que nunca para que Campaz retorne a Arroyito y le permita al técnico seguir contando con un futbolista capaz de marcar la diferencia, pero habrá que esperar al menos que el tumaqueño esté en Rosario para sentir mayor seguridad de que seguirá en Central.
En medio de la pretemporada se especuló también con que iba a haber un jugador que se iba a sumar a la delegación aquí en Montevideo, pero finalmente no sucedió. Es el caso de Abel Hernández, el centrodelantero que viene de jugar en Peñarol, por quien también hay buenas sensaciones respecto a la posibilidad de que se transforme en refuerzo, pero ninguna confirmación.
Este jugador también pareció estar a nada de arreglar y de repente las informaciones lo volvieron a poner lejos del canalla, hasta que aparecieron nuevamente fuertes versiones de que el acuerdo era prácticamente total y que sólo faltaba estampar la firma.
Esa complicación que surgió en el medio de la negociación fue estrictamente económica, supuestamente por una oferta superadora que Hernández tenía del fútbol turco. Pero hoy la sensación en Central es que el centrodelantero que Russo marcó como prioridad después de la charla que tuvo con el futbolista, tarde o temprano también se transformará en refuerzo canalla. Pero al igual que por Campaz, hay que esperar que se confirme su arribo.
Si todo sale como en Central tienen pensado, Miguel Russo mantendrá a Campaz y sumará al 9 que quiere. Se intentó por todos los medios que el técnico tuviera a ambos futbolistas al menos algunos días en la pretemporada, pero las cosas se dieron de esta manera. Igual, si se concretan ambas negociaciones el saldo será positivo.