Boca arranca el segundo semestre de manera oficial. El campeón del fútbol argentino debutará esta noche ante Gimnasia y Tiro de Salta en la Copa Argentina, que representa el último título que puede atrapar este año mientras calienta motores para su gran objetivo: la Copa Libertadores 2018.
El plantel xeneize se entrenó ayer por la mañana en el complejo Pedro Pompilio, antes de viajar a Formosa para enfrentar a los salteños, en partido que se jugará desde las 21.10 en el estadio municipal de la capital provincial.
La formación a disponer por el técnico Guillermo Barros Schelotto había quedado prácticamente confirmada en el trabajo táctico del sábado y es la misma que comenzó el amistoso frente a Banfield, el pasado martes, en Salta.
Es decir que los once son: Agustín Rossi; Leonardo Jara, Paolo Goltz, Lisandro Magallán, Frank Fabra; Fernando Gago, Wilmar Barrios, Pablo Pérez; Cristián Pavón, Darío Benedetto y Edwin Cardona.
La lista de 20 para viajar la completan Guillermo Sara, Gino Peruzzi, Santiago Vergini, Fernando Zuqui, Julián Chicco, Agustín Bouzat, Cristián Ezpinoza, Walter Bou y Andrés Chavez.
Permanece en Buenos Aires Juan Manuel Insaurralde que, según se aguarda, en la semana que se inicia podrá reintegrarse a los entrenamientos a la par del grupo. El chaqueño, operado en mayo pasado por un desprendimiento parcial en el aductor derecho, cumplió satisfactoriamente con la pretemporada en Ciudad del Este pero después acusó una molestia sobre la cicatriz, por lo cual a lo largo de los últimos días trabajó de manera diferenciada.
Otro de los que no viaja es Junior Benítez, que presenta una lumbalgia por la cual se lo viene preservando, a la espera de que pueda estar a disposición del entrenador para el inicio del campeonato, el 27 de agosto, ante Olimpo, en la Bombonera.
Boca es el máximo ganador de la Copa Argentina con tres títulos: ganó la primera en 1969 y décadas más tarde, cuando la competencia se regularizó, festejó en 2012 y 2015. El año pasado quedó eliminado por Central, rival al que había vencido en la final 2015, favorecido por un polémico arbitraje de Ceballos.
River