Básquet: Argentina mejoró su juego y sus chances, le ganó 85-68 a Australia
Con una actuación determinante de Emanuel Ginóbili, muy buenas tareas de Luis Scola y Carlos
Delfino, y momentos de un correcto trabajo en conjunto, el seleccionado argentino de básquetbol
consiguió hoy su primer triunfo en los Juegos Olímpicos de Beijing al derrotar a Australia por
85-68. Con un triunfo y una caída, la selección nacional ahora deberá enfrentar a Croacia, el
jueves a las 11.15 (hora argentina).
12 de agosto 2008 · 12:55hs
Beijing.- Con una actuación determinante de Emanuel Ginóbili, muy buenas tareas de
Luis Scola y Carlos Delfino, y momentos de un correcto trabajo en conjunto, el seleccionado
argentino de básquetbol consiguió hoy su primer triunfo en los Juegos Olímpicos de Beijing al
derrotar a Australia por 85-68.
"'Manu" fue el goleador argentino, con 21 puntos (16 de ellos en el segundo tiempo), mientras
que Scola y Delfino convirtieron 17 y 14 tantos, respectivamente. Pero más allá de la frialdad de
los números, los tres jugaron en un buen nivel, con una característica importante: Scola fue
fundamental en los primeros 20 minutos, en tanto que Ginóbili y Delfino fueron determinantes en la
segunda mitad. Es decir hubo repartos de roles en todo momento, hoy no se dependió sólo de alguien
determinado. Así, Argentina, que llegó a Beijing para la defensa del oro olímpico conseguido en
Atenas, se recuperó tras la derrota del debut ante Lituania.
Los primeros ocho minutos del equipo dirigido por Sergio Hernández fueron arrolladores. Defensa
asfixiante (destacándose especialmente Andrés Nocioni) y una estupenda tarea de Scola (9) y
Fabricio Oberto (6), fueron las claves para borrar de la cancha a Australia. Esa superioridad se
trasladó al resultado, en el que la Argentina llegó a sacar 18 puntos de ventaja (23-5), pero en
los últimos dos minutos el juego del equipo entró en una nebulosa y obligó a Hernández a pedir
minuto. Ese quedó se trasladó al segundo cuarto. La defensa ya no fue tan asfixiante, se perdió
calidad en ataque y cuando Hernández recurrió al banco de suplentes, sólo Carlos Delfino le brindó
una respuesta positiva.
Australia aprovechó el quedo argentino con algunas conversiones de Newley y Mills (ingresó como
suplente), en tanto que Andrew Bogut, su jugador más importante, fue bien controlado por los
internos argentinos. La Argentina recuperó el control del juego en la segunda mitad del segundo
cuarto, cuando Ginóbili tomó contacto más seguido con el balón, y Scola y Oberto volvieron a ser
importantes en ataque. Esto le permitió irse al descanso con una ventaja de 10 puntos (39-29), que
se debió más errores propios que aciertos ajenos.
Al regreso los papeles se trastocaron: la Argentina se mostró como un equipo confundido, y
Australia, con David Andersen, como principal abanderado comenzó a acortar la distancia, y se puso
a 8 abajo (48-33). Pero a partir de entonces (3 minutos del tercer cuarto), Argentina recuperó la
intensidad del juego, defensivamente se volvió a anular al rival, Scola levantó nuevamente su
nivel, y Ginóbili continuó siendo el encargado de marcar los ritmos del equipo. De golpe, la
Argentina se puso 50-35 y Australia, en la que sólo se destacaba Mills (terminó siendo el goleador
del partido con 22 puntos) y seguía ausente Bogur, no encontraba la forma de mantenerse en
partido.
Esta superioridad argentina se extendió hasta los 3 del final, en base a la excelente tarea de
Ginóbili, quien no sólo fue el goleador, sino que también asistió, en ciertas ocasiones hasta con
algún lujo, a sus compañeros para que convirtiesen. Pero durante ese período, Ginóbili no estuvo
solo, su mejor lugarteniente fue Delfino, quien tuvo un segundo tiempo de gran nivel, no sólo
convirtiendo, sino también siendo muy aplicado en la marca. Sin embargo, cuando el partido ya
estaba liquidado, 74-54, el equipo volvió a desconcentrarse por unos minutos y Australia metió un
parcial de 10 a 0. Pero fue sólo una brisa, la Argentina volvió a ponerse seria y en un abrir y
cerrar de ojos llevó la diferencia a 16 (80-64).Lo poco que siguió, sólo sirvió para que Argentina
terminara de redondear un triunfo cómodo, que ayudará a esperar el trascendental choque contra
Croacia del próximo jueves, mirando el torneo desde otra perspectiva.