Desde el momento en que Víctor Salazar vio la roja en cancha de Vélez, las miradas se posaron sobre Paulo Ferrari como el reemplazante natural para el partido del sábado, contra Patronato. Salvo que Eduardo Coudet decida alterar el orden natural y que, por ejemplo, se la juegue con una línea de tres. Pero la presencia del Loncho por sí sola no dice nada. Sería una más en su larga historia vistiendo la camiseta de Central. Lo que cuenta en este momento es que el del sábado será el partido número 500 del defensor entre inferiores, reserva y primera. “La verdad que sabía nada, no llevo bien con los números”, le dijo el Loncho ayer a Ovación.
Ferrari fue el primer jugador en la semana en tomar contacto con la prensa. Quizá por la intuición colectiva de que la chance se le iba a presentar. “Obviamente todavía no sé nada y vamos a esperar, pero ojalá me toque. Yo estoy con la ilusión de cada semana de jugar cada partido. Por supuesto si me toca, trataré de hacerlo bien”, razonó uno de los principales referentes del plantel canalla hace ya algunos días, cuando no sabía que el DT iba a apostar por él en la práctica de fútbol, como sucedió ayer (ver página 4).
Y justamente este inicio de torneo lo toma en un momento especial, jugando más de lo que tal vez pensaba. Es que arrancó entre los once porque Salazar debía cumplir una fecha de suspensión y lo hizo de buena forma. Fue uno de los puntos más altos, al menos más regulares, en el encuentro contra Defensa y Justicia. Tuvo que conformarse con ocupar un lugar en el banco por Copa Argentina (ante Atlético de Rafaela) y ni siquiera estuvo entre los concentrados en Liniers.
Detrás de esos 499 partidos que hoy tiene sobre el lomo hay un sinfín de historias para Ferrari. Desde aquel debut en 9ª división, en marzo de 1996, bajo la conducción de José Di Leo y Jorge García, pasando por su aparición en primera de la mano de Juan José López, en 2001. Hasta su retorno (tras el paso por River) en uno de los momentos más complejos de la historia canalla, con el equipo inmerso en la B Nacional. Vino por el llamado de Juan Antonio Pizzi. Y de ahí en más siguió dentro de la casa que lo formó y lo parió futbolísticamente.
Quizá hoy no recuerde todas esas cosas. Seguramente lo hará el sábado, si es que hay algún reconocimiento por parte del club, o directamente una vez que decida ponerle fin a su carrera futbolística.
Y por eso mismo su discurso está puesto en lo que, intuye, sucederá contra Patronato, pero siempre tomando como referencia lo que pasó en Vélez. “Por supuesto que el grupo está dolido por lo que fue el partido, porque a nadie le gusta perder. De todas formas tenemos tiempo para trabajar e intentar corregir. Hay una linda posibilidad ahora de local para volver a ganar y no perder más puntos”, destacó el Loncho, quien como viejo luchador entiende que “las críticas se hacen puertas hacia adentro”, en relación con los errores que evidenció el equipo en Liniers. De allí su reflexión sobre que “en lo personal es difícil hablar de lo que pasó porque no me tocó jugar, pero trataremos de recuperar lo que hicimos en el primer partido, contra Defensa, y también en el torneo pasado, para ser un equipo agresivo, que no te deja respirar, que es sólido y presiona en todos lados”.
“Yo estoy diez puntos. Me siento muy bien y ya pasó mucho tiempo de la lesión. A veces cuesta volver al ritmo que uno pretende, pero con Defensa estuve bien y si me toca de nuevo espero hacer lo mismo”, destacó Ferrari, para quien es una “exageración” que se haga tanto foco en los errores defensivos, sobre todo después de lo acontecido en cancha de Vélez, que hizo que las necesidades de Central se potencien el sábado pero que lejos están de generar, a su criterio, un mal clima. “La gente de Central ya demostró infinidad de veces que apoya en los momentos más complicados. Siempre bancó a muerte al equipo y en esos malos momentos fue el sustento de la institución. Bajo ningún punto de vista podrá haber otro clima que el de siempre, que es apoyar al equipo”, razonó Ferrari.
Allá lejos en el tiempo
En inferiores de AFA, el primer partido en Central fue hace más de 20 años y fue un clásico. El 02/03/1996 la 9ª de Central, dirigida por la dupla José Di Leo y Jorge García, igualó 0 a 0 con Newell’s en el Gigante. De la formación canalla sólo el Loncho llegó a primera: José Luis Zarza; Martín Nóbile, Juan Manuel Gómez, Carlos María Alegre y Paulo Ferrari; Ezequiel Giardina, Carlos Andrés Peralta, Martín Alejandro Rodríguez y Juan José Gómez (Luis Alberto Ledesma) Sebastián Puntano (Juan Pablo Acurso) y Osvaldo Aquilano.
En reserva
En reserva, el debut fue el 13/05/2011, también en el Gigante, ante Unión 1-1. El gol lo hizo Mauro Cetto. El equipo: Campestrini; Marcelo Argañaraz, Grabowski, Cetto y Talamonti; Aquino (Flores Coronel), De Alberto, Correa (Ferrari) y Mariano Gonzalez; Cámpora y Pierucci. DT: José Di Leo.
En primera
En primera, el estreno se produjo de la mano de Juan José López, el 03/11/2001 ante Independiente (L) 1-1 (César Delgado). Los auriazules formaron con: Tombolini; Diema, Muñoz Mustafá, Daniel Díaz y Ferrari; Hernán Encina, Erroz (75’ Arias), Daniel Quinteros (46’ Marcelo Quinteros) y Lucas Correa (57’ Luciano De Bruno); Delgado y Pizzi.