La reciente edición de Mercedes Sosa. La Mami pone a consideración del público una semblanza de la mayor voz femenina de América de los últimos 50 años. El autor del libro, publicado recientemente por Planeta, es nada menos que Fabián Matus, hijo de la cantante, a quien acompañó a lo largo de buena parte de su carrera, quien contó con la colaboración de Maby Sosa.
El libro incluye algunas observaciones críticas sobre algunas facetas de la personalidad de Mercedes que no consiguen apartarlo totalmente del panegírico ,y con ello, sitúa el trabajo en el estante de las obras de consulta para quien busca las apostillas íntimas, los apuntes de bambalinas y las revelaciones que sólo pueden hacer quienes se encuentran en el entorno más cercano de los protagonistas.
Fabián Matus vivió junto a su madre durísimos momentos, como el del exilio, por citar uno de los más dramáticos. Con ella debió partir de la Argentina cuando todas las puertas se cerraron para la gran cantora y las amenazas pasaron del dicho al hecho. Así, siendo apenas un niño, debió acompañar a su madre a Europa, una tierra en la que sólo era conocida por los músicos y su arte aún no había conquistado al público ecuménico que logró conseguir después. Por entonces, aquel niño debió enfrentar la soledad del artista que sobrellevaba su madre, y sumarla a su propia soledad. Ese dato es crucial a la hora de juzgar su visión sobre la historia de Mercedes y su rol como hijo, y como representante artístico y asistente permanente de su mamá.
Quien busque una biografía acabada sobre Mercedes Sosa no la hallará en este libro. Sí encontrará una mirada muy cercana sobre la vida privada de la cantante, sobre sus afectos familiares y algunas circunstancias de su vida desconocidas para el gran público.
Tras dos prólogos, uno de Lino Patalano y el otro, excepcional, de Alvaro Rufiner, la obra se desarrolla en doce capítulos a los que antecede un prefacio y luego avanza a lo largo de un accidentado camino que comienza con lo que el autor denomina "Primera gira", cuando él aún era un niño, y luego se interna en un derrotero entrecortado que se detiene en anécdotas de la querida Negra en los escenarios, sus preferencias y sus opiniones, así como sus relaciones con los músicos que la acompañaron en distintas épocas, y también sus relaciones familiares, fundamentalmente con su mamá. Los testimonios alternan los de técnicos como Jorge Portugués Da Silva y Juan Quaranta con los de periodistas como Ricardo Salton, el stage manager Luis Garuti y algunos de los principales músicos que acompañaron a la Negra a lo largo de su carrera, como Colacho Brizuela, Rubén Lobo, Carlos Genoni, Popi Spatocco y Beatriz Muñoz, su profesora de canto y corista. Otros que sumaron sus impresiones sobre la artista fueron Gloriana y Paula, las hijas de Armando Tejada Gómez y el músico Horacio Molina. Del entorno familiar se incluyen entrevistas a Chichí y Cacho Sosa, hermanos de Mercedes, y sus nietos Araceli y Agustín Matos. Esta amplia convocatoria convierte a la obra en una serie de evocaciones tan anárquica como reveladora, y también funciona como catarsis personal del autor quien, en no pocos pasajes, se convierte en protagonista de la narración.
Mercedes Sosa. La Mami elude un recorrido cronológico exhaustivo sobre la vida y la obra de la cantante tucumana y, en cambio, apunta a impresiones individuales que pretenden armar un mosaico que presente el costado menos conocido de la figura popular.
Paralelamente el libro reúne, como un tesoro muy valioso, una cantidad importante de fotografías íntimas de la cantante tomadas en distintas épocas de su carrera en las que aparece junto a colegas y familiares, que se convierten en uno de los mayores aportes para los seguidores de Mercedes Sosa que se asomarán así a las escenas protagonizadas por la tucumana fuera de los grandes tablados, esos territorios que le permitieron ser conocida en el mundo y ganarse una admiración largamente justificada por su perdurable talento.