A pesar de hallarse en una de las zonas agrícolas más ricas de la provincia de
Santa Fe, con una producción promedio anual de casi 2 millones de quintales de granos, este pueblo
de 3.800 habitantes ubicado en el departamento San Martín no dispone de gas natural y tampoco
cuenta con los accesos pavimentados necesarios para unirlo a los grandes centros urbanos de la
región.
Los susanenses no asumen esa realidad pasivamente sino todo
lo contrario; cada una de las comisiones que condujeron la comuna se ocupó siempre de hacerle
recordar a las autoridades provinciales que "el desarrollo vial y las obras básicas de
infraestructura no están completas en María Susana".
Quien primero hizo notar esta situación a La Capital
fue el presidente comunal, Norberto Antici, un justicialista del Frente para la Victoria que asumió
el pasado 10 de diciembre. El jefe comunal opinó que "es inconcebible que una colonia tan rica como
ésta no tenga gas, el agua sea mala, y encima faltan rutas para sacar la producción".
En efecto, para llegar a María Susana desde Rosario hay que
transitar inexorablemente por caminos de tierra. Se debe llegar hasta Bouquet y desde allí tomar un
camino alternativo, o bien transitar hasta El Trébol y tomar por la ruta 40-S, la que tampoco está
pavimentada. El único camino asfaltado con que cuenta esta población la comunica con Piamonte.
"Nosotros dependemos mucho de Rosario. Una salida al
problema sería asfaltar la ruta 20 hasta la nacional 9. Se hacen gestiones al respecto, no obstante
no son tenidas en cuenta", explicó Antici, mientras recorría las calles del radio urbano en las que
predominan las camionetas y los equipos rurales.
"Que no llueva", tal es el comentario recibido tanto de
parte de vecinos como de empresarios de María Susana cunado caen dos gotas y quedan aislados. Una
fábrica de muebles, recuperada por los trabajadores tras la crisis del 2001 bajo la figura de una
cooperativa, Cotasul, también debe sortear enormes dificultades cada vez que debe llegar el camión
con materia prima como aglomerado.
"Hay que esperar que no llueva", confió el secretario de
esta cooperativa obrera, Ricardo Striglio. Al mostrar algunas piezas para los amoblamientos de
oficina que produce, Striglio ironizó: "Todo esto lo compramos en Rosario y cada vez la tenemos más
lejos".
El dirigente añadió que la empresa está produciendo con los
ocho socios que quedaron tras la crisis del establecimiento, que cuando estaba en manos de sus
propietarios originales, la familia Porta contaba con más de 50 operarios. "También creemos que es
necesario contar con una escuela técnica para capacitar a nuestros jóvenes", comentó.
Además de Cotasul, existen otras fábricas de muebles, como
Ferrecal Living y Tapicería Líder, que colocan su producción en varias provincias. Debe recordarse
que María Susana fue un importante polo de producción de este rubro hasta los años 90.
Los responsables de algunas de estas empresas expresaron
que durante los años 70 y 80 había en la localidad unos sesenta talleres y fábricas que daban
trabajo a cientos de personas. "Por suerte, muchos de esos operarios volcaron su capacidad laboral
al campo. De todos modos, hay mano de obra especializada en el rubro muebles", resaltó Striglio,
mientras que el presidente comunal Antici añadió que no hay en el pueblo familias en situación de
indigencia.
Pintoresco. De todas maneras, el viajero que llega por primera vez al poblado se
ve sorprendido por la prolijidad y el orden reinantes. Predominan en muchas de sus calles
principales, imponentes chalés, automóviles último modelo y camionetas importadas, todo producto de
los altos precios que alcanzaron los commodities.
Hace pocas semanas se sancionó una nueva reglamentación de
tránsito para que algunas calles principales tengan circulación en doble mano. También se dictaron
nuevas pautas referidas al estacionamiento, que los susanenses cumplen al pie de la letra.
El pueblo cuenta con escuela primaria, secundaria y jardín
de infantes y son las cooperativas las que distribuyen los principales servicios. Entre otras
numerosas entidades sobresalen un centro cultural, y una gigantesca planta de acopio de cereal que
pertenece a otra cooperativa llamada Federal María Susana.
Entre otros planes, el presidente comunal Antici proyecta
una playa de estacionamiento para camiones con el fin "de sacarlos de la circulación en el pueblo".
Los trabajos, ya iniciados se cumplen en un predio lindero a una planta de silos y, al decir del
jefe comunal, se terminarán en los próximos sesenta días.
Un particular trazado distingue a María Susana de otros
pueblos de la zona. Con un diseño de diagonales, el casco urbano tiene la forma de un triángulo.
Así, pese a contar con pocas manzanas, orientarse no resulta sencillo.
Un nombre. El trazado del ferrocarril marcó el comienzo de la historia de María
Susana. Según un libro del historiador local Rogelio Galante, fue Pablo Recagno, el fundador del
poblado y quién entregó tierras al ferrocarril destinadas a la estación.
Recagno sólo puso como condición que tanto la estación de
trenes como el pueblo llevasen el nombre de su hija María Susana, y la fundación tuvo lugar en
1911. Recagno nació en Rosario en 1861 y al radicarse en el lugar, puso en marcha un negocio de
ramos generales que llegó a distribuir productos por toda la zona.
En 1912 se crea la estafeta postal; en 1913 se instala el
primer teléfono y 2 años después se crean la escuela primaria, la Caja Nacional de Ahorro Postal y
el cine. La primera comisión de fomento comenzó a funcionar en 1918.