La Secretaría de Planeamiento y Urbanismo de la Municipalidad de Roldán está estudiando solicitudes para la radicación de nuevos barrios mientras trabaja en el ordenamiento de obras. De acuerdo a un reciente decreto municipal, se exigirá la colocación de carteles con la información de cada construcción particular.
Graciela Garate, secretaría del área, detalló que formalmente hay cuatro expedientes ingresados “solicitando uso conforme de suelo pero en realidad corresponderían a tres barrios ya que dos parcelas que están pegadas, aunque son de distintos propietarios, para nosotros representan una misma urbanización”. Solo uno de esos trámites fue presentado después del 10 de diciembre, fecha en que comenzó a gobernar la ciudad la nueva gestión radical.
Los barrios abiertos que quieren instalarse están dentro de lo que el Plan Estratégico Urbano Territorial de la ciudad de Roldán definió como “suelo urbano, área de ensanche o completamiento prioritario”. Garate, mencionó que hubo un par de consultas más de otros desarrolladores pero “están en etapa muy preliminar”. Esos barrios también estarían ubicados dentro del área aprobada por el plan estratégico.
La secretaria detalló que a partir de la ordenanza que aprobó el nuevo Plan estratégico Urbano en el 2020, han empezado a ingresar trámites de desarrolladores que quieren instalarse dentro de esos vacíos que están pegados a los barrios existentes de la trama urbana. En consecuencia, esas urbanizaciones contarían con servicios existentes o servirían para terminar de dotar a la zona de algunos que le faltan.
A modo de ejemplo citó el sector ubicado entre la ruta A-012 y calle San Sebastián, al norte de la ex ruta 9, que hoy en día no tiene agua potable. Dos de esos barrios estarían en ese radio y su radicación podría permitir dotar con ese servicio a una zona más extendida. Por lo que se sabe, uno de estos proyectos es en una parcela de 3.8 hectáreas conocida en Roldán como el Castillo porque en ese predio había una construcción de esas características conocida como “el castillo de los japoneses”.
Este lote se encuentra dentro del barrio El Troncal que tiene doble ingreso por ex ruta 9 y la A-012. Es un solo predio que limita al norte con calle Tilcara lindante a las vías del ferrocarril y que deberá ser loteado con sus respectivas calles para transformarse en barrio abierto. También como loteo de completamiento urbano, se presentó otro desarrollo cercano.
En este caso se trata de un predio de 3.1 hectáreas dentro de barrio Cotos de la Alameda ubicado en calle Fiambalá y Tilcara. Los desarrolladores de ambos proyectos son los mismos inversores que constituyeron un fideicomiso. El tercero de los barrios que busca aterrizar en Roldán es de dimensiones mayores y su ubicación está por A-012, lindera al barrio Las Tardes. “Los estamos analizando y fijando criterios que queremos se conviertan en hoja de ruta para la evaluación de todas la solicitudes”, precisó la funcionaria.
Obras sin declarar
Por otra parte, resaltó que en la localidad “hay más obras en ejecución que las declaradas”. En esa línea, detalló que en lo que va del 2022 se solicitaron 16 permisos de obras y en 2021 se registraron 1.151. En ambos casos incluyen demoliciones, obras nuevas, regularizaciones y obras nuevas más regularizaciones.
“La información con la que contamos es muy precaria ya que la gestión anterior no cargaba datos con lo cual no hay estadísticas. Estamos en el proceso de modificar esta situación pero es una tarea que demanda tiempo”, afirmó Garate y remarcó que “esos números no son reflejo verdadero de lo que se está construyendo porque muchas obras no se declaran”.
Días pasados, la Municipalidad adhirió a una normativa que determina que será obligatoria la exhibición del cartel de obra según los requisitos dispuestos por el Decreto Provincial 1732/08. “El objetivo es transparentar las construcciones que se ejecutan y saber quienes son todos los actores que intervienen”, recalcó Garate
La secretaria que es arquitecta, explicó que en alguna obras están los carteles correctos pero en otras usan los publicitarios que regalan los colegios profesionales “que no brindan información detallada como por ejemplo quién es el propietario o desarrollador, qué tareas cumple el profesional, si hay algún técnico de seguridad porque las obra lo demanda, o quién hace la dirección de la obra, entre otras precisiones”.
La secretaria mencionó que “hay cierto enojo por el costo del cartel pero éste no es prohibitivo ya que sale unos 1200 pesos. Esta información, que debe ser pública, es importante para la municipalidad pero también para los vecinos”. En tal sentido, mencionó la relevancia de contar con los datos al recordar que “recientemente hemos tenido algunos incidentes menores como un escape de gas en una demolición y es importante tener rápidamente el nombre del profesional y del técnico en seguridad".
En el cartel debe figurar el número de permiso de edificación, el uso previsto, los datos catastrales e indicadores urbanísticos, superficie del terreno, índice de edificación mínima, superficie mínima y máxima en metros cuadrados, superficie completa para índice, alturas mínima y máxima, entre otros.
Dicho cartel no debe contener abreviaturas, inscripciones, iniciales o siglas ambiguas, nombres de personas sin especificación de función, ni leyendas que se presten a confusión. A las obras en ejecución se les otorgará un plazo de treinta días hábiles para su adecuación a las exigencias de la resolución.