Por Fabrina Donato
Un violento homicidio de un abuelo conmocionó a los vecinos de la tranquila localidad de Díaz, que ayer decidieron salir a la calle y manifestarse en la comisaría para exigir justicia. Hubo dos citas, una a las 10 de la mañana y otra a las 17. Las autoridades policiales recibieron a los habitantes y les garantizaron que "la investigación está avanzada". Hubo varios allanamientos y hay una mujer de la localidad detenida.
Lelio Mario Máximo Chiliutti tenía 82 años y vivía solo en la esquina de calle San Luis y Lhemans en la pequeña localidad del departamento San Jerónimo, ubicada a 90 kilómetros al norte de Rosario.
El viernes a la tarde, un hombre que levanta quinielas, como sucede en los pueblos, lo visitó para ofrecerle la jugada. La puerta estaba abierta. El visitante ingresó y se encontró con la escena. El panorama era desgarrador: el abuelo se encontraba inmerso en un charco de sangre sin vida. Su casa estaba revuelta y a pocos centímetros del cuerpo había un martillo.
Las versiones comenzaron a correr con fuerza y en paralelo el Ministerio Público de la Acusación, bajo las directivas del fiscal Marcelo Nessier, ordenó la llegada de la Policía de Investigaciones (PDI), cuyos efectivos tomaron las huellas de la escena del crimen. Luego, la médica forense confirmó el deceso y los bomberos zapadores de Santa Fe retiraron el cuerpo que fue enviado a autopsia. También acudieron altos mandos de la Unidad Regional XV.
Conocía a la visita
De acuerdo a las primeras informaciones oficiales "Lele", como era conocido el anciano, abrió la puerta y dejó la llave en el mismo sitio de siempre. Síntoma de que conocía a la visita. No había nada roto desde afuera, y la llave permanecía colgada. Qué sucedió dentro de la vivienda es lo que se trata de establecer.
La primera pericia realizada por la médica forense determinó que el anciano murió entre las cuatro y las seis de la madrugada, coincidente con un vecino camionero que salía de viaje y escuchó un grito a las 5.30. Jamás se imaginó que el abuelo corría peligro.
Las declaraciones de los allegados arrojaron el faltante de electrodomésticos y la hipótesis de robo cobró valor.
Asimismo, hay quienes confirmaron que la víctima había cobrado la jubilación y el aguinaldo en los últimos días, y hasta que había ganado algunos billetes en la quiniela. Todo es objeto de investigación.
Indignación
Ayer, a las diez de la mañana, el gris de la garúa otoñal daba el contexto justo para la indignación de la comunidad que salió a la calle y acudió de forma masiva a la comisaría a pedir explicaciones. En paralelo los efectivos policiales eran convocados a realizar diligencias del caso. Tiempo después, hablaron con los presentes. También estuvo el jefe de la comuna, Juan José González.
Horas después, se realizaron otros procedimientos y se detuvo a una mujer. Así lo confirmó el jefe de Orden Público de la Unidad Regional XV, Claudio Prieto, al frente de la comunidad en la convocatoria de las 17: "Se hicieron múltiples requisas domiciliarias, se practicó un allanamiento con resultado positivo, tenemos una persona aprehendida con vinculaciones al hecho y se secuestró material importante para la causa. Podemos decir que esta persona tiene un grado de participación en este hecho".
Los vecinos aplaudieron, se mostraron pacíficos pero activos, no faltaron los aplausos y el ruido de las ollas sonar. "Justicia" fue la palabra repetida, la que conmocionados sentían que les hacía falta. La indignación, el miedo y la fatalidad se apropiaron de la tranquilidad del pueblo de 2 mil habitantes. No faltaron quienes se comprometieron a seguir el paso a paso de la investigación y designaron a cuatro representantes para que tengan una vinculación constante con las autoridades.
Testimonios
Con carteles y fotos de "Lele" hubo muchas historias, recuerdos y ojos mojados. Verónica, vecina de Lelio en diálogo con LaCapital, describió: "Eramos muy cercanos, él crió a mi hija y siempre nos ayudó. Era muy buena persona, ayudaba a todos y no tenía problemas con nadie, no sé por qué le pagaron con esto". Por su parte, Liliana siguió: "Era muy buena persona, no le falta el respeto a nadie, era muy querido y muy cariñoso". Y enfatizó: "Vamos a pedir justicia y no vamos a parar, acá no tiene familia pero nosotros somos su familia".
El presidente comunal, Juan José González, se sumó al pedido: "Nadie es dueño de la vida ajena. Nadie. Lele, un habitante de nuestro pueblo, descansará en paz solo cuando se haga justicia. Voy a exigir que se llegue hasta las últimas consecuencias".