La Justicia ordenó este miércoles que uno de los imputados por protagonizar la picada fatal en avenida del Rosario y Ayacucho el 20 de marzo, en la que murieron en el acto Valentino (8) y David Pizzorno (42), continúe en prisión preventiva bajo la carátula de homicidio simple con dolo eventual con lesiones gravísimas en concurso ideal y en calidad de coautor.
Se trata de Pablo M., cuya defensa solicitó la libertad y, en su defecto, la morigeración de prisión domiciliaria. Sin embargo, los fiscales Walter Jurado y Valeria Piazza Iglesias se opusieron a esa solicitud y exigieron que el imputado continúe cumpliendo la prisión con modalidad efectiva.
De esa manera, el Juez de Primera Instancia Rodrigo Becerra tuvo por formalizada la audiencia imputativa y resolvió hacer lugar al pedido de la Fiscalía. El hombre seguirá en prisión preventiva efectiva hasta la audiencia preliminar la juicio.
El episodio ocurrió el sábado 20 de marzo, a las 00.05, en la zona de avenida del Rosario y Ayacucho. Pablo M. había cenado con un grupo de amigos y se propuso correr una picada a bordo de su Renault Sandero junto a Germán S, otro de los imputados el pasado 10 de mayo por el doble homicidio simple y que conducía un Citröen C4.
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De acuerdo a las pericias constatadas por la Fiscalía, el auto que conducía Pablo M. se desplazaba en sentido este-oeste a una velocidad de 132 km/h y al llegar a la intersección de Ayacucho, sin accionar los frenos y con el semáforo en rojo intermitente, rozó el Citröen C3 conducido por David Pizorno (43 años), maniobra que le provocó un violento giro y pérdida de control del mismo.
Además, los fiscales concluyeron que, conjuntamente con Germán S., provocaron el fallecimiento Valentino Pizorno (8 años) y de David Pizorno, y le provocaron lesiones graves por politraumatismos de Cintia Díaz, madre y esposa de ambos, quien luego de permanecer internada logró recuperarse.
La Fiscalía sostuvo que el imputado actuó con dolo eventual al desplazarse a alta velocidad en una intersección transitada por peatones y sin frenar en ningún momento al cruzar Ayacucho, puesto que hizo caso omiso a la intermitencia de dicho semáforo.
Los acusados por la picada fatal
Pablo M. y Germán S. son dos amigos de la infancia que fueron al colegio Cristo Rey y jugaban al fútbol juntos en un equipo amateur. Antes de correr la picada fatal que le costaría la vida el sábado pasado a David Pizorno, su pequeño hijo Valentino y que dejara gravemente herida a su esposa Cintia, los dos salían de cenar en una cancha de paddle con otros ex compañeros de la escuela. No tenían antecedentes penales y sus exámenes de alcoholemia y narcolemia dieron negativos.
Germán S. manejaba el Renault Sandero negro que impactó de frente el auto de la familia Pizorno. Es contador, trabaja en una importante empresa de medicina prepaga y también sería prestamista. Tiene dos hijas pequeñas, una de las cuales tiene una discapacidad y por la que hace algunos años inició una campaña solidaria en redes sociales para costear onerosos tratamientos médicos en el exterior. Es fanático de River y solía viajar con la filial rosarina al Monumental.
Pablo M. conducía el Citroën C4 blanco con dos sillas de niño en el asiento trasero. El muchacho trabaja en una repartición pública provincial, tiene dos hijas y un bebé en camino, ya que su pareja está embarazada, y era vecino del barrio donde se desató la tragedia.