La Justicia Federal de Rosario cuenta desde agosto de 2016 con un predio para construir un edificio que concentrará toda la actividad del fuero en la ciudad, pero su ejecución depende de una decisión política que viene demorada. Aunque en los tribunales federales creen que una sede única "sin dudas" agilizaría muchos trámites en ese fuero, por ahora sólo hay gestiones ante el Consejo de la Magistratura para impulsar su construcción cuanto antes. El proyecto tiene el apoyo de los legisladores nacionales locales, pero nada hace pensar que vaya a comenzar este año.
El Centro Judicial de Rosario concentrará todas las actividades del fuero federal en la ciudad, que hoy están desparramadas en cuatro sedes. Permitirá por lo tanto que la Cámara Federal, los tres tribunales orales, los juzgados de primera instancia tanto penales como civiles y comerciales, y hasta una alcaidía, funcionen en el mismo lugar.
Eso hará posible ahorrar dinero y ganar tiempo en un fuero que desde hace años está colapsado por la cantidad de causas y los problemas edilicios.
La idea de construir una sede que centralice toda la actividad de la Justicia Federal local tiene casi veinte años y los trámites para comprar un terreno adecuado comenzaron hace más de diez. Incluso hay un proyecto elaborado por arquitectos del propio Poder Judicial de la Nación y el Presupuesto Nacional hasta contempla partidas destinadas a su construcción. Pero por ahora nada indica que vaya a construirse, al menos en lo inmediato.
En el país sólo dos ciudades cuentan con edificios que centralizan toda la actividad de la Justicia Federal: Córdoba y Mendoza. Ni siquiera en Buenos Aires existe un lugar así y allí, como en Rosario, los distintos organismos funcionan en edificios diferentes y alejados. El efecto más negativo, entre tantos otros, es que muchos trámites se retrasan o se hacen más engorrosos por la distancia entre los distintos despachos y las demoras que eso acarrea.
"Contar con un edificio donde funcionen la Cámara Federal, los tribunales orales y los juzgados de primera instancia nos ayudaría mucho a brindar un mejor servicio de Justicia", dijo a La Capital el presidente de la Cámara, Guillermo Toledo. Su afirmación es avalada por la inmensa mayoría de los integrantes del fuero.
Cómo funciona ahora
En Rosario actualmente las actividades de la Justicia Federal se reparten en cuatro sedes:
• En Oroño al 900 funcionan los juzgados penales de primera instancia y dos de los tres tribunales orales (el tercero fue creado en 2010 pero aún no está activo porque el Ejecutivo nacional no designó a sus integrantes). Es un edificio inadecuado y con un costo de mantenimiento muy alto. Además es patrimonio histórico y por lo tanto no permite nuevas intervenciones, por ejemplo para ampliarlo.
• En Entre Ríos al 500 está la sede de la Cámara Federal de Apelaciones. El organismo ocupa la planta baja y los dos primeros pisos de una torre de más de diez. Ese sector fue diseñado para que allí funcionara un banco y según sus ocupantes es poco funcional. Además, hace rato quedó chico .
• En Entre Ríos al 700 funcionan los juzgados civiles y comerciales de primera instancia. Es un edificio alquilado y tampoco está preparado para albergar a los jueces y sus colaboradores.
• En Santa Fe y San Martín está el archivo. Es el edificio que albergó al ex Banco Nacional de Desarrollo (Banade). Allí se guardan más de 200 mil expedientes, algunos de ellos del siglo XIX. Tiene un gran valor histórico, pero está muy deteriorado.
Según magistrados, funcionarios y empleados, ninguna de estas sedes está preparada para la actividad judicial. Además, todas quedaron chicas frente a inmenso número de causas que se hacen reventar las oficinas judiciales de expedientes a la espera de una resolución.
Frente a ese déficit, que según las fuentes consultadas por este diario atenta de diversas maneras contra la calidad, rapidez y eficacia de los procesos judiciales, lo mejor sería construir un edificio pensado y diseñado para ser sede de la Cámara Federal, los tribunales orales y los juzgados de primera instancia, y que además permita ampliaciones en el futuro. En Rosario hay un antecedente de este tipo, que es la facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina.
Para lograr el propósito, el Poder Judicial de la Nación ya adquirió un terreno. Se trata de un predio de unos 18 mil metros cuadrados ubicados en la calle Canning, a metros de la avenida Alberdi y a cuadras del shopping Alto Rosario. El lote fue adquirido hace un par de años y escriturado a nombre del Poder Judicial de la Nación en agosto de 2016. Para los operadores judiciales ofrece una gran ventaja: su extensión no sólo permitiría la construcción del edificio ya proyectado sino que además dejará abierta la posibilidad de futuras ampliaciones.
El terreno perteneció a la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif). Está situado al lado de un edificio perteneciente al Ministerio de Educación de Santa Fe y es bastante más grande que otros que había ofrecido el Municipio a la Justicia Federal. Aunque no queda en el centro, se ubica en una zona bien conectada y de más fácil acceso que las cuatro sedes actuales.
Lo harían en etapas
El proyecto técnico del edificio está listo. Lo elaboraron arquitectos del propio Poder Judicial de la Nación hace unos cuatro años y contempla que allí funcionen todos los organismos de la Justicia Federal. Incluso tendría un lugar para alojar a los detenidos acusados de delitos penales y contaría con una sucursal del Banco de la Nación. Su construcción se haría por etapas y la primera en mudarse allí sería la Cámara de Apelaciones.
Hace un par de años, los autores del proyecto vinieron a Rosario y lo exhibieron ante los operadores de la Justicia Federal local con lujo de detalles. "A todos nos pareció una solución definitiva para mucho de los problemas edilicios que hoy los aquejan", confió el presidente de la Cámara.
"El problema es que es difícil hacer algo en la Justicia Federal en el interior del país", se quejó uno de los voceros consultados por este diario. Según la fuente, el centralismo porteño no alcanza a entender la dimensión y el volumen de los procesos que se tramitan en Rosario y eso retrasa las decisiones. "Para los porteños somos todos iguales, tanto nuestros juzgados como los de provincias o ciudades más pequeñas", agregó el mismo portavoz.
La paradoja es que el Presupuesto Nacional destina desde hace años partidas para la construcción de este centro judicial. En la Cámara no saben a dónde va ese dinero, pero lo que está claro es que no es al destino que le da la ley. En Rosario, tantos magistrados como funcionarios y empleados creen que es por una mirada desdeñosa del poder central hacia el interior. Y también por la burocracia.