La casona de Pichincha 105 que busca recuperar el brillo edilicio que tuvo cuando se levantó a principios del siglo XX esconde decenas de historias en una ciudad signada en esos años por un crecimiento y desarrollo exponencial, pero también por las historias familiares, las tramas delictivas y la violencia que la acompañaron. Detrás del mostrador del prostíbulo "El Elegante", en la esquina de la ex Riccheri y Jujuy estaba Sara Gutgold, hermana Natan, uno de los dueños de la entonces llamada "casa de citas", esposa de otro de los propietarios (Pincus Helfer) y parte de lo que incluso algunas investigaciones sobre la Pichincha prostibularia denominan el "clan Gutgold".
Ambos, de acuerdo a las investigaciones, fueron parte de la red delictiva Zwi Migdal y están, al igual que Sara, enterrados en el cementerio de Granadero Baigorria, que el año pasado abrió sus puertas por primera vez a recorridos históricos guiados. La familia es parte de la historia de aquella esquina donde incluso en el inicio de la Década Infame y cuando se iniciaba el ocaso de la prostitución reglamentada en la ciudad fue el epicentro de una huelga de prostitutas que se expandió a otras casonas de la zona en protesta por los precios que justamente estos propietarios les cobraban por los alquileres de las habitaciones.
La construcción de 600 metros cuadrados típica de la época, con patio central y dormitorios en los alrededores, se levantó como prostíbulo en 1914 y, como tal, funcionó hasta 1932, cuando en Rosario las normativas de la prostitución reglamentada fueron derogadas. Ya desde 1916, Sara estaba al frente del que no era el único prostíbulo que su familia tenía.
Eran tiempos donde el crecimiento de la ciudad era desmesurado, en desarrollo y cantidad de habitantes. Y así lo muestran los datos censales de aquellos años: la ciudad que venía de tener 112.461 habitantes para 1900, en 1910 ya contabilizaba 192.278 y para 1926 el número se había duplicado a 407.000.
El diario La Nación, por entonces, afirmaba ya entrada la década del 20 que en 20 años Rosario había triplicado su población, duplicado su comercio y, además, el puerto, que en ese momento ya ocupaba el segundo lugar en el mundo por el monto de sus operaciones en grano, resultaba estrecho.
Un negocio familiar
En ese contexto, los Gutgold se asentaron como muchas otras familias en la zona de Pichincha, desde 1914 y hasta 1932, parte de la zonificación establecida para el funcionamiento de los prostíbulos de acuerdo a la normativa vigente.
De hecho, Natan Gutgold fue dueño "El Elegante", en la esquina de Pichincha 105, pero también del burdel "Gloria", que estaba a solo una cuadra, en Pichincha 89.
Gutgold estaba casado con Anita Perman quien, desde 1917 también regenteó los "negocios" de la familia que, como señala la historiadora María Luisa Múgica, "seguramente compartía con su cuñada Sara" quien, antes de ser regenta, también había sido prostituta para luego casarse con Helfer.
A su vez, Bernardo Gutgold se desempeñaba en el negocio como "peón de mostrador" del "Gloria". En su prontuario policial de 1921 se indica que su mujer Lea Gutgold y sus hijos Sara y Abraham estaban domiciliados también en Pichincha 89, que es la dirección del "Gloria". Fue en el 1930, tras la huelga, que los Gutgold vendieron la propiedad a a Lázaro Zilberstein y Abraham Shoh.
Durante los años que estuvieron al frente del negocio, además de regente de la casona, Sara permaneció casada con Helfer, socio de Natan en la propiedad del burdel. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Mabel Borga y Laura Resta para su libro "Pichincha y después. El ocaso prostibular", Helfer era recocido por "su rol en la organización Zwi Migdal", también conocida con el nombre de "La Varsovia" , ligada al tráfico de mujeres desde los países de Europa del este a la ciudad.
Incluso el texto señala que tanto Helfer como Gutgold habían sido acusados de proxenetas con documentación falsa en la ciudad de Santa Fe, un dato que se releva además de las primeras investigaciones del escritor Rafael Ielpi.
La vida legal
Recién para 1933, abolida la etapa reglamentarista de la prostitución en la ciudad y con varios prontuarios en su haber, Sara se presentó en la policía justamente para pedir que retiren la vigilancia que pesaba sobre su esposo por "mantenido".
En su exposición, dijo estar "bien retirada en absoluto de las actividades que prohíbe la ordenanza (en alusión a la prostitución abolida a partir del 1º de enero de ese año) y agregó: "He decidido reconstruir mi existencia comenzando por lo fundamental: vivir con mi legítimo esposo".
Allí mismo, y como lo consigna Múgica en su investigación, para demostrar que Helfer no era "un mantenido" la mujer dio cuenta de sus actividades en los últimos nueve años e incluso detalló que había comprado cuatro ómnibus por valor de 100 mil pesos 1924, que luego les fueron embargados, y que en 1932 se asoció con el dueño de un frigorífico en un emprendimiento de huevos que ella calificó como "muy satisfactorio".
Citada por la policía en 1933 para dar cuenta de sus medios de subsistencia, Sara presentó títulos de propiedad de una finca que tenían en alquiler por un monto de 400 pesos y el contrato de compra-venta de huevos.
Sus tumbas en Baigorria
Tanto la mujer como su hermano y su su esposo están enterrados en el cementerio de Granadero Baigorria, y así lo afirma la investigación de Borga y Resta sobre las 144 tumbas del predio donde se pueden encontrar a tratantes de blancas vinculados a prostíbulos rosarinos, tanto de la Zwi Migdal como de Aquenasum, otra organización delictiva que fue un desprendimiento de la anterior.
Y más aún, Borga detalla que Pincus Helfer fue uno de las personas que en junio de 1953 participó de las reuniones para la compra de los terrenos de la Unión Hebraica en Granadero Baigorria donde se instaló el cementerio. E incluso en el 59 firmó documentos como presidente de esa entidad.
También así lo consigna Viviana Waisman, quien desde hace varios años investiga específicamente las tumbas de este predio, que no es más que una escisión del cementerio de la comunidad. Entre sus datos, así como el libro de Borga, confirma que Sara Gutgold fue enterrada allí el 6 de octubre de 1959, a los 71 años.
A dos tumbas, está David Gutgold quien, de acuerdo a las investigaciones, se presume que podría ser Natan ya que en más de una oportunidad se realizaban cambios de identidades. "Tu cuñado y hermana, Pincus y Sara", se lee en la tumba del 10 de mayo de 1957. Pincus también fue enterrado en el lugar tras su fallecimiento, a los 79 años, en junio de 1962.