Más de 200 kilos de basura producto del trabajo de 100 voluntarios fue el saldo de la última jornada de recolección de residuos en la costa del río Paraná, llevada adelante por el colectivo Más Río Menos Basura. De lo clasificado, más del 60% del peso son materiales plásticos. Además, se recolectaron unas 11 mil colillas de cigarrillos sólo en los tres lugares donde se desarrolló la actividad: Costa Alta, la Rambla Catalunya, el camping municipal y la reserva natural de la Defensa Isla Martín Fierro, frente a Fray Luis Beltrán.
La recolección se llevó a cabo en noviembre del año pasado, cuando se llenaron siete contenedores de basura. Si bien representa un menor volumen en comparación al 2022, cuando se completaron 12 contenedores, el motivo se debe a que el cambio de condiciones climáticas -de una sequía intensa que duró tres años a las lluvias casi constantes en las principales zonas de aporte de agua al río Paraná- originó que mucha de esa basura se fuera con la corriente. Según explicaron desde el Taller Ecologista, esos residuos terminan contaminando los humedales, las zonas costeras e incluso llegan al mar, lo que dificulta aún más la posibilidad de retirarlos del ecosistema.
Una vez clasificados los casi 200 kilos de basura, los encargados de la jornada pesan cada conjunto de materiales recolectados. De este procedimiento, surgió la primera advertencia: el 60% del peso total de los residuos se lo llevaron los plásticos, con predominancia de botellas, bolsas y envoltorios de plástico y sorbetes. Estos últimos están prohibidos en la ciudad desde hace más de tres años por la ordenanza 10.158.
Plásticos, el gran problema
Dentro del rubro plásticos, desde Más Río Menos Basura observaron que la mayor cantidad de elementos encontrados fueron botellas (36,7%), un elemento que suele ser reciclable.
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Los sorbetes de plástico fueron uno de los elementos más recolectados del río, a pesar de que rige una prohibición de expendio en la ciudad.
Foto: gentileza Taller Ecologista
Cabe remarcar esta cuestión porque con una correcta separación de residuos se podría lograr que las mismas se reciclen para convertirse en otro elemento, en vez de terminar en el relleno sanitario o, peor, en el río.
A las botellas le siguen los envolotorios y bolsas, con un 22%. Los sorbetes, por su parte, fueron más de 1.000 a pesar de que rige la prohibición para su expendio en la ciudad.
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Miles de colillas de cigarrillos
Una de las particularidades de esta edición de recolección de residuos en el río fue el conteo de colillas de cigarrillos. En total, se recolectaron unas 11 mil unidades de un elemento que es altamente contaminante y que se juntaron, principalmente, en la zona de la Rambla Catalunya.
Desde el Taller Ecologista señalaron que hay una ordenanza (10.125) que prohíbe fumar en espacios costeros, con algunas excepciones: "Este dato pone en evidencia que hacen falta acciones de difusión y control para lograr el cumplimiento de esta normativa".