A pesar de las restricciones de la veda electoral, este domingo se llevó a cabo una gran fiesta clandestina en el sur rosarino. Fuentes oficiales remarcaron que el club anfitrión ya había sido clausurado en tres oportunidades y figura en una causa penal por este tipo de eventos.
El secretario de Control y Convivencia, Diego Herrera, confirmó el desalojo a las 4.30 de la mañana por una denuncia desde Olegario Víctor Andrade al 1900. A partir del reclamo, las autoridades comprobaron que el encuentro iba a realizarse en otro lugar, pero los organizadores cambiaron la dirección a último momento.
La Municipalidad y la policía ordenaron el desalojo de unas 200 personas en el Club Argenper. De esta manera constataron la segunda violación de clausura en inmediaciones del barrio Uriburu y La Guardia, así como el incumplimiento de la veda por las elecciones provinciales.
¿Cómo se armó la fiesta clandestina?
Los encargados del operativo de control habían detectado la convocatoria a la fiesta clandestina a través de redes sociales. En ese momento se comunicaron con quienes hicieron la invitación, pero la notificación no surtió efecto.
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El evento contaba con la venta de alcohol sin permiso legal.
Foto: Secretaría de Control y Convivencia.
Los organizadores decidieron trasladarse a un galpón ubicado sobre Buenos Aires al 6000. Este sitio fue clausurado por la Municipalidad de Rosario a principios de marzo, cuando se llevó a cabo un evento no autorizado con unas 400 personas.
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Finalmente, la fiesta clandestina cambió de domicilio por segunda vez y se puso en marcha dentro del Club Argenper. Sin embargo, los vecinos empezaron a quejarse por ruidos molestos durante la noche y los asistentes terminaron yéndose de forma pacífica tras la llegada de la policía.
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La Municipalidad puso la faja de clausura antes del amanecer.
Foto: Secretaría de Control y Convivencia.
Entre otras infracciones, la Secretaría de Control y Convivencia confirmó que los organizadores estaban vendiendo alcohol con un listado de precios. También contrataron a un DJ y una banda que estaba tocando justo cuando llegaron los inspectores. El personal a cargo del operativo secuestró los equipos de música y las bebidas. Por último, notificaron al Ministerio Público de la Acusación (MPA) sobre la clausura y la denuncia.