La Asamblea de Trabajadores por la Salud Colectiva sostiene que los casos positivos en Rosario serían más que los que se informaron públicamente. Según datos recabados por los profesionales, esto se debe a demoras en la carga en el sistema, pero también en lo que tardan los resultados de los hisopados.
Desde el Ministerio de Salud provincial reconocieron demoras en la carga de datos, aunque la redujeron a pocos días. De hecho, la directora de Epidemiología, Carolina Cudós, admitió a La Capital que se reunió con los distintos efectores para tener una mayor coordinación con los informes. “Logramos que se encargue más gente de la carga diaria para agilizar y ser más precisos con el reporte de los casos, porque nosotros queremos informarle a la gente la realidad”, aseguró la funcionaria.
Por su parte, Ricardo Cordone, integrante de la organización y médico generalista del centro de salud “Casiano Casas”, destacó que los profesionales están “profundamente preocupados. La cantidad de casos no está bajando, sino todo lo contrario”, manifestó. Los trabajadores afirman que hay una doble demora que genera un subregistro de positivos, tanto en la carga como en la lectura. Una es porque tardan en cargar el diagnóstico clínico de los pacientes por la gran cantidad de trabajo que tienen, y la otra es porque los bioquímicos, que también están muy ocupados, demoran en dar el resultado de los hisopados.
La cifra es el resultado de un paneo interno que realizaron para ver cómo se estaba efectuando la carga y el diagnóstico de pacientes en los diferentes efectores de salud, que hoy se hace de tres maneras. Una es con el hisopado; la otra es con la pérdida del olfato y el gusto, un síntoma inequívoco del Covid que no provoca ninguna otra enfermedad; y la tercera son los pacientes con síntomas respiratorios que tienen contacto estrecho con un caso positivo. Esta estrategia, que se viene aplicando hace 3 semanas y ya se usó para el dengue, significó el paso de hacer una confirmación por análisis al diagnóstico clínico que se hace en toda pandemia para acelerar los tiempos.
480 hisopados diarios
Por un lado, sostienen que hay una demora de entre 8 y 10 días para saber si los hisopados son positivos, que en algunos llega hasta 15. “En el centro de salud hacemos 10 por día, y son 48 centros municipales. O sea que hay un acumulado de 480 hisopados diarios promedio. En 10 días son 4.800 hisopados y hoy tenemos entre un 50 por ciento de positividad, por lo que son 2.400 positivos que están esperando ser leídos por el bioquímico”, explicó. A todo esto hay que sumarle “la demora de hasta 4 o 5 días que a veces se toma el 0800 para visitar a la persona con síntomas. En el centro de salud aparece mucha gente diciendo que nunca pasaron”, sindicó.
Luego, apuntaron, en cada centro barrial se atienden en promedio cinco personas por día que tienen pérdida de olfato y gusto, o fueron contacto estrecho. Si bien ese diagnóstico es inmediato y no está demorado, sí se tarda la carga en el sistema. “Los médicos no tenemos tiempo para cargarlo. De los 5, capaz hoy cargo 2 y mañana 3”, admite Cordone. Aunque es sencillo —consiste en pasar una planilla a una computadora— lo posponen para poder seguir atendiendo gente como prioridad. Esto genera un subregistro importante en la carga, que antes no tenía lugar porque había menos casos, que calculan elevaría un 50 por ciento las cifras actuales.
Pérdida de legitimidad social
El integrante de la Asamblea de Trabajadores por la Salud Colectiva analizó que la precisión de los datos “no impacta en la evolución de la pandemia, sino en el comportamiento de la gente y en la necesidad de tomar decisiones mas drásticas respecto de las restricciones”. Por eso, desde la organización han mantenido reuniones con el municipio y con el gobierno provincial en las que pidieron que “toquen el botón rojo” para entrar en “una fase de aislamiento selectivo e intermitente” que permita detener los contagios.
“Estas demoras en las cargas de datos están reconocidas por las autoridades. Lo paradójico es que los funcionarios tienen un diagnóstico coincidente con nosotros, pero a la hora de tomar decisiones aparecen las discrepancias. Cuando el gobernante dice que sabe que tiene que hacer lo que decimos nosotros pero no tiene la legitimidad social para llevarlo a cabo, estamos en un problema”, advirtió. Y lanzó: “La legitimidad social la vas a tener cuando tengas la información real arriba de la mesa”.
Para el profesional, se necesita que las autoridades municipales y provinciales “recuperen el rol fundamental de cohesión social que debe tener el Estado en una situación de catástrofe como la que estamos viviendo. La sociedad necesita una conducción clara. No podemos decir que no se pueden imponer restricciones porque la gente no las va a cumplir. Los casos no bajan porque el aislamiento no se está cumpliendo”, remarcó el docente de la Universidad Nacional de Rosario.