El escritor Mario Vargas Llosa abrió ayer en Rosario una serie de seminarios internacionales organizados por la Fundación Libertad sobre el peligro de los populismos en América latina. "Uno de los dramas de la política es la falta de participación", remarcó anoche a sala llena en el teatro Auditorio Fundación. El referente político contó cómo se decidió a participar como candidato presidencial de su país (Perú) y pidió defender al liberalismo "a cara descubierta".
Paralelamente, se desarrolló un acto de repudio en la plaza Pringles, a tres cuadras y media de donde se desarrollaba la exposición del premio Nobel de literatura. Al principio, la atención estuvo centrada en ese espacio ya que en 2008 (la última vez que Vargas Llosa visitó Rosario) 150 manifestantes con banderas de Cuba, Venezuela y la cara del Che Guevara agredieron con palos, piedras y bombas de pintura el colectivo que lo trasladaba junto a gran parte de los expositores hacia el parque de España.
En rigor, tanto la sede de la fundación organizadora como el teatro estuvieron custodiados por la policía y, mientras se desarrollaba, el encuentro inaugural se cortó el tránsito en Córdoba y Mitre.
Sin embargo, en esta oportunidad los presentes en la plaza del Paseo del Siglo se quedaron en el lugar expresando a viva voz proclamas contra la presencia del ex candidato presidencial y el resto de los invitados que fueron convocados en el marco de las actividades por el primer cuarto de siglo de la fundación. Se trató, además, una tímida protesta con muy escasa concurrencia, música y una murga en el escenario de la plaza céntrica.
Es la cuarta vez que Vargas Llosa visita Rosario, "pero la primera que lo hace como premio Nobel de literatura", dijo el presidente de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni.
La conferencia contó con la participación (con preguntas y reflexiones) del escritor Marcos Aguinis y del filósofo Alejandro Rozitchner.
En la apertura, el concejal Diego Giuliano (Encuentro por Rosario), le entregó a Vargas Llosa el diploma de visitante distinguido que aprobó el cuerpo.
Así, el escritor valoró el espíritu de amistad que rige esta ciudad y dijo que lo conmovía la declaración basada en el diálogo que "permite encontrar soluciones eficaces", sostuvo.
Al abrir su alocución, se refirió a los temas que titularon la charla: la literatura y la democracia, dos términos que consideró "vinculados, ya que la cultura es un ingrediente fundamental de la democracia. Ayuda a atenuar la violencia y puede dar batalla contra la explotación , los abusos y las injusticias".
Con el teatro lleno, habló también de la política y su ingreso a esta actividad. "Fue durante el primer gobierno del ex presidente peruano Alan García, a partir de la nacionalización del sistema financiero", rememoró.
Así, contó cómo se iniciaron las manifestaciones contra esta decisión, cuestionamientos que fueron creciendo. "Muchos nos acompañaron y finalmente nació la idea de ser candidato presidencial", puso de manifiesto.
Entre otras cuestiones, eso lo llevó a abundar sobre la política y fue allí cuando habló de la necesidad de intervenir. "Uno de los dramas de la política es la falta de participación. Los liberales tenemos la obligación de incentivar a los jóvenes a participar. No hay otra manera de promover un cambio que empujando a la gente decente", subrayó Vargas Llosa.
Uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, no dudó en defender al liberalismo. En este punto, tras la reflexión de Aguinis ("este concepto ha sufrido una desnaturalización y se dice que los liberales son insensibles"), el referente peruano instó a "defender al liberalismo a cara descubierta". Y siguió: "Por eso soy liberal. Podemos coexistir en el otro".
Además habló duramente sobre la actualidad en Cuba y advirtió que “el anacronismo de Cuba no puede durar eternamente, está dando sus últimas bocanadas“, “así como también pasará en Venezuela gracias al liberalismo, que está ganándole al chavismo”, disparó en torno a lo que sucede la muerte de Hugo Chávez.
En esta sintonía, Vargas Llosa fue taxativo: "Es el modo de que se termine la violencia en América latina y de concretar los sueños".
Distinción
En la apertura de la conferencia de ayer, el concejal Diego Giuliano le entregó a Mario Vargas Llosa el diploma de visitante distinguido. A la hora de argumentar la decisión del cuerpo (que tuvo algunos rechazos) enarboló la “libertad del disenso y de expresión”, además del “mérito trascendente de un escritor genial de estos tiempos”.