Los gimnasios deberán tener personal capacitado en RCP

El Concejo Municipal aprobó una ordenanza que establece la obligatoriedad para los gimnasios de la ciudad de contar con al menos una persona que sepa realizar maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) mientras los establecimientos se encuentren abiertos. Es decir que a lo largo del día siempre deberá haber alguien que conozca de este tipo de procedimiento, que salva miles de vidas, ante eventuales imprevistos que ocurran.

La iniciativa, que fue impulsada por el concejal Ariel Cozzoni (Unite), establece no sólo que los gimnasios deberán tener personal capacitado en realización de maniobras de RCP, sino que, además, deberán contar con conocimientos básicos sobre primeros auxilios.

En concreto, la flamante ordenanza prevé que mientras el establecimiento esté abierto y dando clases, tendrá que haber, al menos, una persona que sepa realizar maniobras de RCP para poder asistir a quien lo requiera.

Por su parte, la normativa contempla que los gimnasios deberán contar con un botiquín de primeros auxilios en un lugar visible y de fácil acceso, además de un espacio apto dedicado a la realización de ejercicios de flexibilidad.

Otra de las consideraciones de la nueva ordenanza es que insta a los gimnasios a contar con un contrato de cobertura de algún servicio de emergencias médicas, tanto para atención del personal como de asistentes al establecimiento.

Este servicio deberá establecer cobertura médica permanente y en el contrato con la prestadora se deberá exhibir cuál es el período de renovación del mismo.

En tanto, la normativa incluye entre sus artículos la obligatoriedad por parte de los gimnasios para que instalen al menos un dispenser de agua para los deportistas que practiquen actividades físicas en el establecimiento, teniendo en cuenta los calurosos días que marcan el verano rosarino.

Por último, la ordenanza remarca, como condición obligatoria, las disposiciones municipales y del Cuerpo Central de Bomberos con respecto a la prevención de incendios de acuerdo a las características de cada establecimiento y que los mismos cuenten con un disyuntor eléctrico.