Las últimas tormentas que cayeron furiosas sobre la región no sólo generaron anegamientos, caída de árboles o de postes de iluminación. También tuvieron un efecto colateral: en las empresas aseguradoras crecieron las consultas por pólizas, tanto para casas como para vehículos, que cubren emergencias climáticas. Según estimaciones del mercado, en el país, sólo dos de cada diez viviendas cuentan con un seguro.
En los últimos meses, las consultas para contratar pólizas para el hogar empiezan a hacerse más frecuentes en las oficinas de las aseguradoras. Se trata, explican los productores de seguros, de una situación conocida: las personas suelen demandar más seguros cuando las consecuencias de fenómenos climáticos llevan a primer plano la necesidad de proteger sus bienes.
Y en Rosario, las fuertes precipitaciones, sumadas a intensos vientos, son cada vez más frecuentes. También sus secuelas: durante la tormenta del martes 20 de mayo por la madrugada, con vientos que llegaron a 80 kilómetros por hora, los teléfonos de Protección Civil del municipio no dejaban de sonar: recibieron 39 reclamos por caídas de árboles; 21 a contingencias por cables cortados y columnas caídas o en riesgo, y 6 por anegamientos transitorios.
La mayor cantidad de pedidos de auxilio llegaron desde el distrito oeste de la ciudad, donde se generaron tres de cada diez llamados; en segundo lugar se ubicó el distrito centro, según los datos que difundió el municipio durante las primeras horas de ese día. Uno de los lugares donde el rigor de la tormenta se manifestó más crudo fue en la zona de la Terminal de ómnibus. En Alsina al 800, un enorme árbol se desplomó sobre dos automóviles, un Fiat Siena y un SUV, que estaban estacionados en la calle.
Apenas diez antes, otra tormenta torrencial se había despachado sobre Rosario con 110,3 milímetros de agua, en apenas seis horas, dejando momentáneamente anegadas varias zonas de la ciudad.
No obstante, las mayores consecuencias de esos fenómenos se vivieron en las ciudades de Zárate y Campana, al norte de la provincia de Buenos Aires, y en Vera, en el norte de la provincia de Santa Fe. En esta ciudad, de 23 mil habitantes, cayeron alrededor de 400 milímetros de agua en solo seis horas, lo que hizo colapsar el sistema pluvial y dejó un muerto, 1.600 viviendas bajo agua y una centena de evacuados, según datos oficiales.
>> Leer más: Vera se recupera tras el histórico temporal: "Esta vez fue la peor de todas"
"Tras la ocurrencia de fuertes tormentas. o eventos climáticos severos en la región, siempre hay un incremento notable en los pedidos de cotización y demanda de seguros. Pasó fundamentalmente en las zonas recientemente afectadas por inundaciones, como Bahía Blanca, Zárate o Campana, esta semana, en el norte de la provincia de Santa Fe. El problema es que muchas veces la preocupación llega tarde, recién cuando las personas son víctimas o testigos director de los daños que pueden causar estos temporales", explica Gabriel Espinosa, gerente del área de Incendio y Riesgos Varios de La Segunda.
Aun así, y pese al aumento de la demanda, todavía sigue siendo baja la cantidad de personas que tiene pólizas de seguro del hogar porque, a diferencia de los vehículos, no son obligatorios. En el país hay 18 millones de viviendas en el país y 550 mil empresas y, de acuerdo a estimaciones del mercado, el 80 % no cuenta con seguros que las resguarden de fenómenos climáticos extremos.
Para Espinosa "todavía falta conciencia de la necesidad de asegurar el patrimonio. La mayoría de las personas que tienen seguros es porque alquilan y tienen una exigencia de la inmobiliaria o cuando acceden a un préstamo para la compra de viviendas y el seguro es una exigencia que imponen los bancos".
caida de arbol04.jpg
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
¿Qué asegurar y cómo?
Los seguros de vivienda más comunes cubren la propiedad de incendios, robos y responsabilidad civil en caso de accidentes. Depende del tipo de póliza y la compañía que la ofrezca pueden incluir también los daños producidos por eventos climáticos, como granizo, fuertes vientos o inundaciones, ya sea en el edificio como en lo que está en su interior, como electrodomésticos o muebles. En otros casos, estos últimos se contratan como adicionales.
Los precios de los seguros de vivienda van en relación a la cobertura que se pretenda. La más básica puede arrancar desde los 3 mil pesos e incrementarse hasta diez o veinte veces más, de acuerdo siempre al valor de la propiedad y al capital asegurado. En este punto, Espinosa remarca la importancia no sólo de contar con un seguro, sino de "estar bien asegurado", que no es lo mismo.
Por eso, afirma, es "fundamental" contar con el asesoramiento de un productor de seguros. "Se pueden contratar las pólizas online, pero hay que tener claro las particularidades de la cobertura que se contrata, que las sumas aseguradas sean acordes a lo que hay en una vivienda y contar con una atención posventa para contar con un asesoramiento adecuado en caso de un siniestro".
El ejecutivo considera que los seguros para resguardar el patrimonio de los efectos climáticos adversos serán cada vez más necesarios. "El cambio climático llegó para quedarse y en la región hay cada vez más tormentas severas que se suceden en cualquier época del año. Es una realidad", dice.
>> Leer más: La tormenta en Rosario: ráfagas de 80 km/h, árboles caídos, cables cortados y anegamientos
Granizo, el más temido
En ese punto coincide Exequiel Arangio, Jefe de Comunicaciones, Marcas y Asuntos Corporativos de Grupo San Cristóbal. "Se están registrando situaciones muy graves y complejas en zonas donde no eran habituales o que estaban etiquetadas como de riesgo bajo", advierte y recuerda lo sucedido en la ciudad de Vera o en Zárate y Campana. "Se trata de eventos climáticos severos que generan un daño muy grande y es muy importante contar con un seguro que proteja los hogares, los autos, los comercios, emprendimientos y empresas", afirma.
También en esta compañía atendieron más consultas en las últimas semanas. "Cuando suceden situaciones climáticas con impacto de catástrofe la mayoría de las personas revisan sus coberturas", afirma y da como ejemplo lo sucedido después de la histórica granizada que tuvo como escenario a Rosario a fines de 2006. Desde entonces, dice, las coberturas de granizos están incluidas en las pólizas de autos más solicitadas.
Arangio aclara que la cobertura de daños por granizo o inundación "son adicionales de los seguros de hogar que deben incluirse explícitamente y, posiblemente por esa experiencia, es habitual que en Rosario y sus alrededores el granizo sea un adicional que suele contratarse en los seguros de hogar".
Para ejemplificar los daños que pueden generar las consecuencias de las inclemencias climáticas, el vocero de San Cristóbal recuerda que en Bahía Blanca la compañía estuvo atendiendo siniestros por más de 15 mil millones de pesos. En el caso de la granizada vivida en Rosario, se reportaron aproximadamente 400.000 vehículos dañados y numerosos daños en viviendas y en empresas de la región que sufrieron pérdidas en sus instalaciones y maquinarias.
"El costo de los efectos de una inundación o una granizada sobre un auto, una vivienda o una pequeña planta puede ser muy alto, el propósito del seguro es garantizar la reparación o reposición de ese patrimonio frente a imprevistos como pueden ser las consecuencias climáticas", apunta y recomienda buscar asesoramiento con un productor de seguros "para proteger adecuadamente el bienestar y patrimonio de las personas".