Desde hace cinco años Ciencias Médicas, Económicas y Humanidades están instaladas en el podio de las facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) más elegidas por quienes terminan el secundario. Sin embargo, en el mismo periodo, las carreras relacionadas al universo de la informática vienen creciendo en cantidad de alumnos. En la Facultad de Ingeniería, la licenciatura en ciencias de la computación es una de las cinco con más ingresantes y la tecnicatura en inteligencia artificial, recientemente creada, ya suma unos 400 nuevos alumnos por año. La Universidad Tecnológica Nacional no escapa de este fenómeno: carrera de ingeniería en sistemas de la información es, lejos, la más demandada. Después de la pandemia casi duplicó su matrícula.
El crecimiento del interés por especialidades vinculadas al mundo de las tecnologías viene de la mano de políticas públicas destinadas a sumar estudiantes que puedan cubrir una demanda palpable en el mercado laboral y la expectativa de los jóvenes de insertarse rápidamente en el mercado de trabajo y con algún beneficio extra, como ofrecer servicios en empresas radicadas fuera del país y cobrar en dólares.
La actividad goza de buena prensa. En los últimos años, los medios de comunicación de todo el país le dedicaron varios informes con títulos como: "El boom de los programadores el trabajo que cada vez tiene más demanda desde el exterior", "“Se busca programador”: la carrera que explotó en la pandemia y aún sigue sin poder cubrir la demanda laboral" o "Por qué faltan tantos programadores (y cómo subsanarlo)".
Las estadísticas de las universidades públicas dan cuenta de un aumento en la elección de estas carreras. En la UNR la licenciatura en ciencias de la computación tiene un promedio de cien nuevos alumnos por año. Con una trayectoria mucho más corta que otras carreras más tradicionales, como ingeniería civil, electrónica o industrial, se ubicó en el quinto lugar entre las preferencias de los ingresantes a la Facultad de Ciencias Exactas durante el 2020, de acuerdo al último anuario disponible.
El año pasado, la facultad firmó un convenio con el Polo Tecnológico Rosario para impulsar una tecnicatura en inteligencia artificial, una carrera de tres años con un perfil focalizado en el ámbito laboral. Desde entonces, unos 400 estudiantes se inscriben por año. El número representa casi un cuarto de los nuevos alumnos de la facultad.
En la UTN, la carrera de ingeniería en sistemas de información ya tiene más de 30 años. Sin embargo, su matrícula tiene un crecimiento acelerado en los últimos cinco años. En 2018 los ingresantes fueron 661, el año pasado 1.203 personas comenzaron a cursar el primer año. Casi el doble.
Una nueva metáfora
"M'hijo el dotor" es el nombre de una obra teatral escrita en 1903 por Florencio Sánchez. Durante muchos años fue también la metáfora del ascenso social de las clases medias profesionales. Cambio de siglo mediante, la generación millenial podría ser la de "M'hijo el programador".
"Hay una demanda de profesionales verificada por las empresas de la zona respecto a la transformación digital que se viene dando en las empresas y todo lo que tiene que ver con la reconversión de lo que denominamos industrias 4.0", señala Graciela Utges, decana de la facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería de la UNR.
Este contexto, considera, suma atractivos para quienes están terminando la secundaria. "Esa demanda existe, nos pasa en las carreras de ingeniería y en ciencias de computación que nuestros alumnos tienen ofrecimientos laborales antes de recibirse, incluso a muchos les cuesta terminar la carrera por eso", señala la decana aunque aclara que estas elecciones tienen claramente además "una inclinación particular de los chicos" porque demandan "un nivel de profundidad importante, ya que se busca formar especialistas o desarrolladores, gente que va a trabajar en la punta del desarrollo informático", dice.
La licenciatura en ciencias de la computación que se dicta en Ingeniería tiene una duración de cinco años, con el objetivo de formar profesionales que pueden desarrollarse en el área de sistemas como en el campo de la investigación científica en computación. La tecnicatura en inteligencia artificial se extiende en dos años y medio, la formación hace foco en el diseño y desarrollo de sistemas de inteligencia artificial, la coordinación de equipos de trabajo y la dirección de emprendimientos de mediana escala.
Fenómeno pospandemia
La carrera de ingeniería en sistemas de Información, de la UTN, forma profesionales que se ocupan "del diseño, implementación, organización y control de la información requerida por organismos públicos y privados", según se define en el plan de estudios. Eduardo Amar está al frente del departamento de sistemas de la facultad de Rosario y es también uno de los primeros graduados en la carrera que comenzó a dictarse a finales de los 80.
"La matrícula empezó a crecer hace unos años. Pero, a partir de la pandemia subió en forma notable", dice. Como sucedió en la mayoría de los ingresos en las carreras de ingeniería, señala Amar, los ingresos se habían achatado, por eso hasta hubo planes nacionales de motivación para generar ingenieros en el país. Pero fue durante la pandemia, cuando la inscripción a la carrera de ingeniería en sistemas se disparó.
"Los primeros que empezaron a trabajar desde la casa fueron los empleados de sistemas y en paralelo vino toda la movida de la gente que se muda a vivir a Funes, Roldán, Pueblo Esther. Eso motivo bastante. También lo hizo la situación económica del país. Juega fuerte la idea de trabajar en el exterior, lo que permite un ingreso más alto, ya que se cobra en dólares", explica Amar.
Y suma que algunas características del trabajo que se adaptan mejor a la expectativa de los jóvenes. "El empleo en sistemas tiene la característica que, en líneas generales, se trabaja por objetivo no por cumplimiento de horario, no importa espacio ni la hora, lo que importa es el resultado. Eso se ajusta a una cuestión filosófica en relación a los jóvenes que valoran mucho el poder administrar sus tiempos y espacios. Creo que es muy atractivo para ellos".
También las privadas
La Universidad Austral lanzó hace dos años una tecnicatura en programación, de dos años y medio de cursado. La primera edición completó el cupo de inscriptos y las consultas para el próximo ciclo lectivo vienen en aumento. El alumnado es mixto, dice la decana de la universidad, Ana Galiano, están quienes tienen la carrera como primera opción después de terminar el secundario, pero también quienes ya son profesionales o llevan años en el mercado laboral y quieren reorientar sus carreras.
El año pasado, a esa oferta se sumó en 2021 la licenciatura en negocios digitales y este año se convirtió en la carrera que más inscriptos tiene en la universidad. Es una carrera de cinco años que indaga en la faz tecnológica del desarrollo oportunidades de negocios. "El interés generado fue muy grande, al punto de que el año pasado tuvimos que cerrar la inscripción anticipadamente", comenta Galiano.
En este caso, señala, la totalidad de los alumnos "son chicos que terminan el secundario, a quienes les interesa mucho el mundo de los negocios, pero les interesa como el mundo de la economía está atravesado por las tecnologías y cómo esto va a impactar a la hora de su desarrollo profesional, de acá a cuatro o cinco años", explica.
Sortear las dificultades del secundario
En general, quienes se acercan a las universidades públicas a estudiar carreras relacionadas con el campo de la informática son jóvenes recién egresados del secundario, los varones son mayoría y en un gran porcentaje llegan de localidades vecinas a Rosario (en la UTN representan más del 60 por ciento, en la UNR son la mitad). Las dos universidades tienen cursos introductorios a las carreras que incluyen el dictado de algunas materias nodales, como matemáticas, y de preparación para la vida universitaria.
Según destacan en ambas facultades, la currícula de la escuela media no contribuye a formar vocaciones relacionadas con estas disciplinas. "Generalmente, cuando los chicos ingresan a la carrera nos encontramos que no tienen contenidos mínimos en matemática y de física que demanda la carrera. Por eso hacemos un cursillo de ingreso donde se desarrollan estos temas", señala el director de la carrera de Sistemas, Eduardo Amar.
La decana de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNR coincide. "Los chicos y chicas que terminan la secundaria no tienen un conocimiento claro de las alternativas que ofrecen las carreras científico tecnológicas. Notamos que la transición entre el nivel medio y la universidad se les hace difícil porque les falta una formación de base que el secundario probablemente debería proveer", advierte Graciela Utges y acota que "la universidad pública tiene la responsabilidad de hacer las cosas para que los chicos puedan hacer esa transición de al mejor manera. Si queremos una universidad para todos y el nivel que brindan las escuelas secundarias no es parejo, tenemos que tomar ese desafío para que los chicos no se sientan frustrados si tienen carencias de formación.