El primer piso de La Toma (Tucumán 1349) se pobló ayer por la tarde de amantes de los jueguitos "retro" de Arcade con el uso de consolas y pantallas de diseño vintage. Fue la excusa perfecta para reunir a decenas de adherentes a Hackfun Rosario, un grupo de apasionados por las compus y la industria del entretenimiento que todos los miércoles apuntalan un proyecto solidario: reciben PCs viejas, las acondicionan y luego las donan a escuelas, bibliotecas populares, organizaciones sociales y entidades barriales.
En la penumbra donde aparecían flashes de las pantallas, en medio de la euforia, gritos y caras de concentración; allí estaban los participantes del encuentro del cuarto aniversario de Hackfun Rosario y la mejor manera de celebrarlo fue con un Arcade que incluyó consolas retro, emuladores y Lan Party.
Seteados para jugar había de todo para reencontrarse con la adolescencia y la niñez de 20 años atrás. Hubo propuestas como la Commodore 64, Family Game, Sega Génesis y compus en red para jugar a aquellos emblemáticos "fichines" que se encontraban en los ambientes de los "ciber".
"Es una comunidad abierta que se junta para hacer cosas relacionadas con la tecnología, con el arte, el diseño, cosas divertidas. Pero, más allá de todo, el proyecto más relevante pasa por ser solidarios", comentó a La Capital Martín Vukovic, uno de los organizadores de esta organización que funciona como una célula rosarina de Cibercirujas nacional.
El objetivo es concreto: reciben compus en desuso, las arreglan, acondicionan, les instalan software libre y linux, y luego las donan a escuelas, comedores comunitarios, bibliotecas populares, y hasta estudiantes de pocos recursos que necesitan una PC para terminar sus estudios.
El impacto social de esta misión solidaria ha sido formidable. Incluso ya hay lista de espera. ¿Cómo hay que hacer para contactarse? Simple. Ingresando a www.hackfunrosario.com, o bien en sus redes como Twitter, Instagram y Telegram a @hackfunrosario.
Este hackspace acepta equipo y componentes en desuso (preferentemente en funcionamiento) como laptops, netbooks, computadoras de escritorio, monitores planos (LED o LCD), periféricos (teclados, mouse, parlantes, auriculares, webcams). También se reciben equipos antiguos para el retromuseo y retroarcade, como compus y periféricos antiguos, consolas de videojuegos retro, joysticks y accesorios, cartuchos, CDs, DVDs de software y juegos.
Los interesados en colaborar también pueden donar dinero para que los voluntarios puedan comprar insumos básicos.
"Nuestra intención es darle prioridad a las organizaciones sociales y colegios para que a las compus arregladas las pueda usar mucha gente", apuntó Vukovic.
Desde el año pasado, ya están regularmente con sede los miércoles en La Toma y desde entonces la participación aumentó considerablemente. Un dato lo respalda: sólo en lo que va de 2023 se entregaron más de 20 computadoras reacondicionadas para su donación.
"Viene gente que tiene conocimiento en reparar PCs, gente que viene a aprender, a arreglar siempre con la idea de colaborar. Se le hace un diagnóstico al material donado y se recupera", indicó. Hackfun Rosario se conforma por puñado de voluntarios solidarios, sin sponsor ni financiamiento.
La de ayer fue una celebración que pobló todo el salón de la planta alta de La Toma. Y allí se congregaron personas de las más variadas edades y procedencias. "Vengo a jugar como en los viejos tiempos", dijo un joven que peina algunas canas mientras no soltaba la consola. "Me recuerda a la época de los fichines, se me viene la nostalgia" comentó otro jugador.
En el medio, había pibes de la primaria mezclados entre los adultos que disfrutaban de los juegos igual que los "grandulones". Puro grito, emoción y, por qué no decirlo algunos, autodefinidos como "nerds".
En las pantallas brillaban Los Simpson para jugar entre 4, Mortal Kombat, Duck Hunt, Circus Charly, Street Fighter, Pac Man y el inefable Tetris.
"Vemos que los más pequeñitos se enganchan, con los antiguos joystick", comentó otro asistente.
Esta excusa de ayer, es para sumar más miembros a este encuentro "random" de los miércoles a las 17. "Están todos bienvenidos a que traigan sus propias propuestas, curiosidades, arte , hemos ganado bastante notoriedad por la difusión lograda con esto de la misión solidaria. Se ve que atrajo a más miembros, gente que sabe de compus y le interesa el costado social de la convocatoria. Es como facilitar la pulsión de cada uno para devolverle algo a la comunidad", apuntó Vukovic al comentar que se han sumado incluso trabajadores sociales que facilitan el contacto con las entidades barriales. De las donaciones ya efectuadas un 85 por ciento fueron a escuelas públicas y algunos colegios privados ubicados en territorios vulnerables.