Al cumplirse seis meses con las obras de refacción del Monumento a la Bandera totalmente paralizadas en un 32% por una deuda de $400 millones con la contratista, desde la empresa Dyscon afirmaron que no solo no cobran, sino que gastan $3 millones por mes en el mantenimiento del obrador.
Estos gastos para sostener la estructura se pagan en concepto de seguros de obra, mantenimiento de obradores y el cerco perimetral, sin contar los operarios que fueron reubicados otros destinos para no perder su mano de obra. "No hay directivas claras de cómo se va a seguir. Si pagan, podría haber un nuevo acuerdo, pero falta más del 65% de la obra. Es un monto grande", aclararon.
En este marco, la comisión de Obras Públicas del Concejo se constituyó como observadora externa permanente de los trabajos, hasta la finalización de los mismos. Por propuesta del concejal Hernán Calatayud (Volver a Rosario), que recibió despacho este martes, la comisión solicitará tanto a la empresa adjudicataria de la obra como a la parte representada por el Estado nacional información mensual referida a deuda general, pagos percibidos, avances de obra y gasto generado.
Pese a que están incluidas en los proyectos priorizados por el gobierno nacional, las obras de rehabilitación están paradas desde el 28 de febrero. La firma Dyscon, a cargo de poner a nuevo el emblemático homenaje a la Bandera, detuvo la obra al acumularse 400 millones de pesos sin pagar en certificados de la puesta en valor etapa II. El último que cobraron data de agosto de 2023, con valores de aquel entonces.
Obra licuada
La puesta a punto del Monumento comenzó en abril de 2023 y tenía un plazo de ejecución de 9 meses, pero casi un año y medio después registra un avance de solo el 32%. En el medio, distintos ediles del Palacio Vasallo como, Julia Irigoitia, Verónica Irizar y Lisandro Cavatorta presentaron pedidos de informes que nunca fueron respondidos.
Calatayud precisó a La Capital que al comunicarse con la Secretaría de Obras Públicas de la Nación para obtener mayor información le dijeron que el área “se estaba desmantelando y en mudanza”, pero prometieron enviar datos al municipio, que aún no llegaron.
Si bien en la comisión se mencionó informalmente que la empresa estaría cobrando por lucro cesante, es decir una compensación por la ganancia esperada que no se obtiene por incumplimiento del contrato, desde Dyscon desmintieron categóricamente ese dato. "Lo último que se cobró fue un certificado de agosto 2023 a valores históricos atrasados. No pagaron nada, nos deben 400 millones y la deuda quedó licuada. Y nos hacemos cargo de los gastos, unos 3 millones por mes", estimaron.
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Estado deplorable
El concejal Calatayud hizo una recorrida este miércoles por las instalaciones, y comentó que a simple vista se nota que los trabajos están muy atrasados: "En el Pasaje Juramento hay cables que sobresalen hacia los costados y está la luz cortada. En la parte subterránea donde están las bombas está lleno de humedad. Cuando llueve el ascensor no puede funcionar por las filtraciones de agua. La Llama Votiva sigue apagada. Es el monumento nacional más importante del país y está en un estado deplorable", describió.
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Mientras el obrador está detenido y casi vacío, el Concejo quiere tener la potestad de hacer un seguimiento mes a mes, establecer cuánto es el costo y qué se hace. "O el gobierno actual toma la responsabilidad, o que levante carpa y se vaya, y la ciudad negociará otra cosa. Así como está, el cruce peatonal de avenida Belgrano es un peligro para toda la gente que lo cruza", aportó Calatayud.
La presidenta de la comisión, María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, dijo que acompaña políticamente la acción, pero se mostró precavida respecto del éxito que podría tener. "El éxito de nuestro rol depende de la información con la que contemos para poder ejercer realmente un control, y para eso debe haber buena fe de la contraparte", especificó. En ese sentido, mencionó que “lo ideal sería acceder al contrato”.
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Idas y vueltas
Tras más de siete años de anuncios consecutivos, el gobierno nacional puso en marcha en abril de 2023 un proyecto muy esperado por los rosarinos, las ansiadas obras de restauración del Monumento. El equipo de Dyscon SA ganó en febrero del año pasado la licitación para hacer las refacciones destinadas a dejar en condiciones uno de los monumentos más importantes del país.
En los primeros meses se llevó adelante una ardua tarea de relevamiento fotográfico, elaboración de fichas, toma de muestras y demás procesos técnicos para tomar las mejores decisiones para una obra emblemática. Los primeros días de agosto se realizaron tareas de hidrolavado del cielo raso del Propileo, motivo por el que debió apagarse momentáneamente la Llama Votiva.
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Con el cambio en el gobierno nacional en diciembre pasado, hubo dudas sobre la continuidad de las obras. Sin embargo, en aquel momento Nación había confirmado a la contratista que el proyecto tendría continuidad en 2024. Se llegó a plantear, incluso, una posible inauguración el 20 de junio, en el Día de la Bandera, con la presencia del presidente Javier Milei.
Sin embargo, a poco de empezar marzo, llegó el anuncio de freno en las obras por falta de pago. A fines de junio, el gobernador Maximiliano Pullaro firmó un acuerdo con el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos. Se determinó qué obras serán finalizadas y financiadas por el gobierno federal y cuáles serán traspasadas al gobierno provincial para su terminación.
La puesta en valor del Monumento Nacional a la Bandera, etapa II, figuraba en la lista de obras a finalizar por la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Economía de la Nación. Pero no hay fecha certera de cuándo se retomará la actividad y, muchos menos, cuándo se terminarían los trabajos.